No Merezco Tu Piedad || Dip

01. Mortal insignificante

-¿Y tú creés que este mortal insignificante puede cumplir con todos mis deseos? A mi parecer, es un estúpido esclavo cómo todos, Kenny.-

-Le ruego le obsequie una oportunidad al chico, Quizá él pueda acompañarle en su soledad~- Agregó aquel rubio de la bufanda mostrando una sonrisa ladina al bajarse aquella bufanda oscura de su rostro.

-Ugh, ¿No te cansas de ser cómo eres? Lo tomaré, solamente por que veniste a rogar.-

Phillip mantuvo su cabeza baja evitando el contacto visual hasta que sus orbes se volvieron a encontrar con aquellos del azabache.

-Tú, chico...- Habló el cenizo mientras se acercaba a aquel esclavo, tomando el mentón del ya mencionado para que lo viera al rostro, frunció el ceño al ver aún la sonrisa ladina en el rostro de Kenneth, bufó y miró con indiferencia al rubio frente a el mientras notaba cómo el de la bufanda dejaba la vivienda, dejándolos en ese gran salón, solos.

-¿Para qué eres bueno?-Preguntó aún con el ceño fruncido y su mirada indiferente- ¿Qué puedes hacer para servirme?-

-Yo..- Phillip suspiró tentado por esos ojos carmesí que lo examinaban de pies a cabeza. -Mi cuerpo es débil, ultimame solo puedo ayudar con las labores de la vivienda cómo limpiar, lavar los platos o cocinar.. Sinceramente soy inutil, lo lamento.-

El pelinegro soltó su mentón si cuidado alguno pero no lo lastimó, se cruzó de brazos mientras volvía a examinarlo.

-No tengo tanta servidumbre en este momento, me serás útil después de todo.- Habló de forma reconfortante para el rubio, inútil no era la palabra correcta.

Aquel de cabello ceniza tocó el hombro lívido del rubio para indicarle que lo siguiera por el resto de la mansión caminando por la alfombra de terciopelo rojo que inundaba el domicilio, Damien le indicó cada habitación importante cómo la cocina, el jardín, el sótano, la despensa y la zona de calderas que mantenían la vivienda caliente a través de tuberías y ductos antigüos.

Llegaron a la sala de estar, Phillip se sentó al lado de un mueble con la mirada vagabunda, esperando algún tipo de orden.

Damien notó aquello y solamente decidió sentarse junto a él, vió que la mirada vagabunda se convertía en una de miedo y conmoción, cómo si fuera a herirlo de forma grave.

-¿Como te hiciste esas cicatrices? ¿Duelen?- Y la primer pregunta surgió. Phillip soltó una pequeña risita mientras miraba su mano, tenía una gran cicatriz..

-a mi anterior amo le encantaba verme sufrir día tras día, estas cicatrices son de un químico que me quemó ciertas zonas del cuerpo.. Pero no te preocupes, ya no duelen cómo solían hacerlo pero.. Me traen malos recuerdos.-

Damien quedó atónito al escuchar aquello pero fingió no darle interés, al momento se levantó mientras miraba a aquellos orbes zafiro con una expresión arrogante.

-¿Hay algo en qué pueda servirle, amo?- Preguntó Phillip mientras se recogía las rodillas hacía su pecho.

El cenizo solo lo observó mientras pensaba, hizo un gesto brusco con su mano la cuál iba desde abajo hacía arriba y el rubio captó eso, se levantó sin reprochar.

-Necesito que pulas e limpies los pisos de el segundo piso, cuándo termines, no dudes en bajar y esperarme frente a la puerta del comedor.-

Phillip asintió obediente mientras se levantaba y subía directamente por las escaleras, para encontrarse ya con el cuarto de escobas y sacar algunos materiales para limpiar y pulir aquel suelo, suspiró.

No pasó mucho tiempo y ya estaba soltando lágrimas por el dolor que sentía al mover cada de los músculos de su cuerpo, al pulir el piso debía hacerlo a mano y no era algo tan fácil mantenerlo brillante.. Se sentía castigado de algún modo.

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Damien se encontraba en la cocina, preparando la cena.. para dos personas, mientras que Phillip limpiaba, él aún estaba puliendo y limpiando todo el segundo piso.

Salió de forma calmada al comedor con la mesa ya puesta, dejando platos con filetes de carne, crema de verduras, copas de vino y el mismo vino tinto, además de haber dos canastas de pan entre algunas cosas. Phillip bajó tambaleándose a la puerta del comedor y tocó.

-¿Amo? Ya terminé con la labor.. Me aseguré de que el suelo estuviera brillante y reluciente.- Al momento fue recibido por Damien, quién con una mirada neutral le ordenaba a sentarse en el lugar de la mesa con un plato frente a él.

-¿Dos platos?¿Alguien... Vendrá? Debería esconderme.-

-No tienes permitido levantarte, Anda, come.- El pelinegro le ordenó mientras fruncía el ceño, viendo cómo la expresión de Phillip estaba atónita, viendo los platos de comida y las copas de vino que empezaban a ser llenadas con el líquido embriagante.

-¿Tengo permitido comer todo esto? Mi anterior amo solo optaría por darme pan y agua...- Reprochó mientras tomaba un tenedor entre su mano temblorosa y miraba el plato frente a él. -De todos modos... Gracias por la comida.-

Phillip dió el primer bocado, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras saboreaba el trocito de filete que estaba en su boca, intentando apreciar y recordar el sabor picante combinado con un tono suave.

No pudo evitar continuar llorando de felicidad y placer por aquellos alimentos, le agradeció Kenneth por haberlo traído hasta esta casa, le agradeció a Damien por tratarlo con dulzura y se agradeció a sí mismo por haber tomado la iniciativa de incendiar su antigua vivienda.

Luego vió la copa de vino, la tomó entre ambas manos y vio aquel tinto.. Entre pequeños temblores la acercó a su boca y frunció el ceño por aquel sabor tan fuerte, separando rápidamente la copa de su boca notando cómo sus acciones lograban sacarle risitas leves a su nuevo amo, quién bebía el vino con tranquilidad y comía de la misma forma.

Al terminar sus alimentos mantuvo sus manos en sus piernas, aún las lágrimas de felicidad continuaban cayendo por su rostro.. El jóven bajó la cabeza con una sonrisa y habló.

-Gracias por ser tan amable, sé que solo soy un esclavo insignificante, pero tomare mi rol con honor y le serviré en lo que mi cuerpo débil me permita.-

Al momento recibió una mirada por parte del cenizo, quién solamente asintió, logrando sacar una sonrisa aún más amplia por parte del rubio.

Damien se levantó enviando al mayordomo a limpiar la mesa y le ordenó a Phillip con un gesto que lo siguiera.

Caminaron nuevamente por aquel terciopelo rojo que ya se conocía.. Damien entró a una habitación la cuál Phillip desde que llegó no había visto, era una recamara con una mesita de noche, un closet con prendas lujosas y una cama suave y caliente.

-Dormirás en esta habitación, al lado de la mía.-

-¿Está seguro? Puedo dormir en el suelo o afuera en la nieve si usted desea..- Phillip escuchó un golpe violento sobre la mesita de noche, entendiendo que su amo ya no quería escuchar sus excusas o sobre cómo estaba acostumbrado a ser tratado.

-Quiero que dejes de actuar cómo si estuvieras en esa mierda de vivienda pasada, ahora me perteneces, ahora seguirás mis malditas reglas y dormirás dónde me plazca, es una orden.- Dijo en un tono algo irritado por el rubiecito

Phillip no evitó abrazar a su nuevo amo con emoción.. Sería la primera vez en dormir sobre una cama propia después de tanto tiempo.. Al despegarse del abrazo se abalanzó sobre la cama, para sorpresa era cómoda y suave... Cómo él alguna vez deseó.

-Descansa, mañana no tendré compasión sobre tí.- Y Damien salió de la habitación, cerrando la puerta y apagando la luz

Estaba bromeando, eso esperaba..

Pero al momento solo le importaba esa dulce forma con el cuál empezó a ser tratado.

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₍ᐢ🥀ᐢ₎ ¡Primer capítulo! Muchas gracias a esos primeros lectores por tomarse el tiempo de leer, sinceramente espero pueda darle un buen desarrollo a la historia..

Además, habrán algunos capítulos en dónde habrá algo de drama y algunas escenas explícitas, intentaré hacer lo mejor que pueda.

Sin más que decir..

Dreawyy se despide.