•La hermana de mi mejor amigo• #2 [lgbt] ✔

•Cap. XVII•

Nahir

- Lo siento, pero hacemos todo lo que podemos. - hablo el oficial
- Ya avisamos a los aeropuertos, nos avisarán si es que ella intenta sacarla del país - recordó y solté un suspiro pesado

- ¿Y qué hay de Mica Lamish?¿no tienen ninguna pista de dónde pueda estar?

- Ella vivía aquí, aunque no tiene familia, creció en un orfanato. Lo único que tenemos es que trabajaba en la empresa de tu hermano hace unos meses, y que vivía en un departamento serca de este, nada más.

Estaba a punto de volverme loca, ¿cómo puede ser posible?, es como si se la hubiera tragado la tierra.

-¿Y las cámaras?, ¿testigos?, alguien debió ver ese auto.

Él busca unos papeles y luego se pone sus lentes

- El auto era uno blanco, ¿no es
así?- yo asentí - Fue encontrado en el estacionamiento de un supermercado, por lo que creemos que cambiaron de auto y huyeron.

Suspiro pesadamente

- Entiendo...- dije y, levantandome de mi silla comencé a salir de la oficina - Gracias por... su ayuda

- La llamaremos cualquier cosa, señora Conell- aseguró a mis espaldas

Comencé a llorar en silencio y una vez salí de la estación, le marqué a Erik ya que me había salido sin avisarle.

-¿Erik?, soy Nahir

- Dios, me tenías preocupado, ¿dónde estás?

- ... En la estación de policía, vine a hablar con el oficial- dije mirando a mi alrededor- pero me dijeron lo mismo que hace dos días, son unos incompetentes, aún no tienen nada.

- Tranquila, espérame ahí, llegaré en diez minutos.

- ... Está bien.

Colgué la llamada y, en ese momento veo que una patrulla se detiene frente a la estación, seguramente con más detenidos.

De repente recibí una llamada de un número desconocido, pero, justo cuando estoy por atender alguien me choca por el hombro provocando que mi celular caiga al suelo, en la calle

-¡Oye!, fíjate por donde vas idiota- me queje y al voltear descubrí que era una detenida de cabello rosa, no debía tener más de veinte, ella me sonríe canalla y luego el oficial la sujeta del brazo y la mete a la estación

Suspiro

Justo cuando estoy por agarrar el celular, que por cierto seguía sonando, en ese mismo momento el patrullero retrocedió haciendo añicos mi celular con las ruedas y luego se alejó de la estación.

Carajo

-¡Aahh!- grité frustrada, al ver mi celular destruido junto al cordón de la acera, ¿tanta mala suerte tengo?

Aún así agarre mi celular y lo guarde en mi bolso, lo único que podía recuperar era la memoria y el chip.

Me dispuse a esperar a Erik, mientras observaba a los autos pasar por la calle y, no pude evitar preguntarme en cuál de todos ellos se la llevó. ¿Ella estará bien? ¿estará muy lejos de aquí?

Comencé a jugar con el anillo en mi dedo, recordando el día del casamiento y todo lo que se sigue hasta ahora.

La extraño tanto, solo le ruego al cielo que sea donde sea que esté, que se encuentre bien.

Lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas, ¿a quién engaño?, no puedo mantener la calma mientras ella está lejos de mi, no puedo pretender esperar la peor noticia por parte de los oficiales mientras espero. No puedo.

Te necesito y extraño tanto...

En cuanto veo que un auto azul se detuvo frente a mi, supe que era Erik. Me abracé a mi misma mientras lo veo salir del auto y rodearlo para así acercarse a mi. Estaba de traje, hoy había tenido una reunión importante en su empresa, no fue hace mucho que llegó.

Aún estábamos en vacaciones de invierno, apenas estaba terminando la primera semana.

Suelto un sollozo

- ¿Qué te ocurre?- Erik no duda en envolverme con sus brazos y acariciar mi mejilla, era más alto que yo

- Deberiamos estar disfrutando de las vacaciones...- dije con mi voz afectada - Viviendo una vida normal... ¿porqué nos pasa esto?

- Lo importante es que, no podrá sacarla del país, la encontraremos. Es una promesa- dijo y luego beso mi cabeza - Ahora volvamos a casa, ¿sí?

Asenti - Esta bien.

Nos subimos al auto y, una vez lo encendió comenzó a conducir rumbo al edificio.

Mientras miraba por la ventanilla mi mente era un lío, con cada día la sentia más lejos de mí. ¿Hasta cuándo esperaré? ¿Cuándo la encontraran?

No supe que me había dormido hasta que Erik me despertó diciendo que habíamos llegado. Nos bajamos del auto y entramos al edificio, luego subimos al ascensor y unos minutos después ya estábamos entrando al departamento.

- Ordene sushi, son una delicia - dijo él a la vez que se quita su saco y luego su corbata quedando con la camisa blanca - Vamos a la cocina.

- No tengo hambre- le dije camiando directo a su habitación
- Iré a dormir, mañana tengo trabajo.

Entre a su habitación y me acosté a un lado de la cama, abrazando la almohada y comenzando a llorar en silencio.

Nahir... ¿dónde estás?

A los pocos minutos veo a Erik entrar a la habitación con una bandeja con nuestra cena, rápidamente limpie mis lágrimas y me senté apoyando mi espalda en el respaldo de la cama.

- Te dije que no quería cenar.

- Pero yo no te pregunté si querías - respondió dejando la bandeja en medio de la cama y luego se quitó los zapatos y se sentó del otro lado de la cama - Anda, tienes que comer algo.

Sonreí, pero pareció más a una mueca

- Está bien, señor - le dije con un suspiro y dejando la almohada a un lado, comencé a comer, Erik sonríe y luego se une -.. Si que esta bueno.

- Te lo dije- dijo con la boca llega y en el momento que unos granos de arroz salen de su boca me reí

- Algo me dice que trajiste esto no para que coma, sino para que tu no comas solo.

Él antes de responder bebe un poco de agua

- Me atrapaste- confesó y golpeé su hombro - Pero funcionó.

Asenti, llevándome otro sushi a la boca, con la atenta mirada de Erik sobre mi. Por un momento me dio pena que me vea comer así, por lo que esquive la mirada y él al notarlo se ríe de mi

Volvi a golpearlo, pero más fuerte

-¡Auch!, tranquila, agresiva .

- Eso es por reírte de mi

- No me reía de ti, sino contigo- aseguro inocente

- Ajá

Sonreímos, siempre lograba hacerme sonreír, reír un poco para hacerme sentir mejor.

Por eso es mi mejor amigo, y sé que lo seremos hasta ser viejos. Por lo que tendré que soportarlo por muchos años más

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