•Cap. XXIII•

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Nahir


- Por favor, Nahir. Te lo estoy pidiendo yo; tu amiga - dijo la chica de cabello rosa sujetando me mano sobre la mesa

-¿Ahora me consideras tu amiga?- le pregunté incrédula, alejando su mano de la mía

Estábamos en el hotel, o bueno, era el quinto ya en el que estábamos.

Luego de que arrestaran a Mica, le conté al oficial sobre el mensaje de voz que me dejó Jaz, por lo que caímos en la conclusión de que si no estaba en una de las playas o mares de Miami, lo estaría de Florida. Así que hace dos semanas que comenzaron una ardua búsqueda en todas las playas y mares de la zona, pero estaban haciendo algo mal; iban a las más conocidas, ya que según ellos era lo más probable que se oculten en una de ellas porque sabe que pensaremos que no es así e iríamos a las menos conocidas y perderíamos el tiempo.

Admito que es una idea.. lógica, pero conociendo un poco a Victoria, ella querría estar alejadas de todos para estar con mi esposa, así que seguramente debe estar muy alejada de las personas, en una playa poco conocida o simplemente en el otro rincón del mar. Mi punto es que, estaban comenzando a buscar mal, así que, como no me escucharon por ser orgullosos, decidí viajar por mí misma en esta búsqueda y nadie podía detenerme.

En resumen; mientras ellos iban a las playas más conocidas, yo iba a las menos conocidas.

Era una buena forma de no perder el tiempo.

Ahora va la parte en donde volví a ver a la chica de cabello rosa; fue en la primera playa de Miami, al principio se mostraba muy seria pero luego comenzamos a hablar y descubrí que no era una mala chica. Le comenté lo que estaba haciendo y ella me expresó su admiración por seguir de pie y no rendirme a pesar de todo, así que se ofreció a acompañarme para que no hiciera esto sola y acepté.

Erik quería venir, pero no podía dejar la empresa por muchos días, así que se quedó.

Así que aquí estaba, luego de una semana recorriendo playas y durmiendo en hoteles, estaba teniendo una insignificante discusión con Francesca.

- No seas inmadura, no lo dije enserio.

Me levanté de la silla y cruzada de brazos me acerqué al ventanal con vista al mar. Era una imagen hermosa, digna de un retrato.

Suspiro - No importa, no vine a hacer amigos, solo nos quedaremos esta noche y en la mañana nos
iremos- dije seriamente

-¿Y la fiesta de esta noche qué?

La miré incrédula

- Ve tu, no te lo estoy impidiendo- informé - Pero me marcho a
las 8a.m.

Bufa- Solo quiero que te diviertas un poco, llevamos una semana recorriendo playas y en ninguna nos dimos la oportunidad de disfrutar.

-¿Disfrutar?- enfatice - ¿Creés que estoy en condiciones de disfrutar?, ¡mi esposa está secuestrada y aún no se en qué playa!, ¿Creés que tengo ganas de disfrutar?- respondí molesta

Ella era tan insensible a veces

- Está bien, lo siento- se disculpó y alzo sus manos rendida - Solo trato de animarte un poco, no puedo soportar ver que mientras más playas visitamos, más amargada y triste te pones!- admitió - Solo quiero que te relajes y no me veas como si fuera una insensible o una perra por querer hacerte sentir mejor.

Ella molesta y ofendida se fue azotando la puerta.

Suspiro

Tal vez tiene razón, pero también no entiende que, no puedo disfrutar nada. Ella está siempre en mi mente, no puedo pretender que todo va bien por unas horas mientras ella sigue allí posiblemente sufriendo. No podría

Fui a darme una ducha y, luego de ponerme un vestido ligero color beige clarito y sandalias. Me miré al espejo, notando que mi piel estaba un poco más bronceada, mi cabello negro más ondulado y mis ojeras no pasaban desapercibidas. El vestido era ajustado pero de la cintura para abajo suelto, el escote era recto y los hombros caídos, admito que me quedaba muy bien.

Salí del hotel y comencé a caminar por la orilla del mar. Intentando calmarme

El sonido de las gaviotas en el cielo, las olas y el silencio hacían una combinación única, relajante.
El atardecer se hacía presente dándome una imagen de sueño, con sus colores fuertes entre el amarillo y anaranjado. Realmente hermoso

Quisiera que estuvieras aquí..

Me quité las sandalias y comencé a caminar descalza sobre la arena húmeda, esto era lo único que podía relajarme. Se sentía tan satisfactorio

Ya estaba llegando al final del camino, o más bien de la parte pública ya que mucho más al fondo habían propiedades privadas con vista al mar, nadie se atrevía a seguir por allí ya que no estaba permitido.

A mí no me importó, total debía recorrer este lugar en su totalidad, así que seguí mi camino.

A los pocos minutos, descubrí que sobre las montañas habían casas de verano bastante grandes y modernas, era una zona de gente de clase alta. Cada una no debía tener más de dos kilómetros de distancia entre sí.

Me detuve frente a una que llamó mi atención. Era Algo pequeña pero linda, con muchas ventanas y ventanales en la entrada, de color blanca y tenia una rústica escalera colina abajo de piedras. Era muy bonita.

En cuanto comenzó la puesta de sol, me senté a la orilla del mar y observe su arte en lo que el sol se ocultaba. Desde que comencé a hacer esto, nunca me había detenido a apreciar el atardecer o la vista del mar, ahora me doy cuenta que es realmente único y bellísimo.

Un escalofrío me recorre el cuerpo al sentirme observada a mis espaldas y, por inercia mire a mis espadas, encontrándome con una gran sorpresa.

No puede der




































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Hello!, siento que el reencuentro ya está serca, ¿ustedes también?

No olviden ☆

Los leo♡

Bye:)

•La hermana de mi mejor amigo• #2 [lgbt] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora