Bruno, era Bruno. ¿Que narices hacía en la otra punta de la ciudad?
Me acerqué hacia el gran grupo de personas y con una sonrisa y un gesto tímidos saludé.
-Bueno chicos, esta es Zenda una amiga del instituto.-dijo sonriendo.
-Mira quién ha venido, ¿no deberías estar haciendo cosas de frikis? O.. liándote con Alexis.-Dijo Virginia con palabras venenosas.
En ese momento me dieron ganas de tirarla de el pelo y darle un puñetazo. Pero me contení y apreté la mano en gesto de odio mientras la fulminaba con la mirada.
-¿Alexis?.-preguntó uno de los chicos.-¿El Alexis que todos conocemos?
-Vale ya chicos.-dijo el novio de Rebeca calmando la situación.-Dejaros de movidas y vamos a surfear, ¿Zenda te vienes?
-No, no sé hacer surf, además ya me iba.-dije molesta.
Él, encogió los hombros y guió a los demás para empezar a cabalgar las olas.
-Anda Zenda vente, va a ser un rato seguro que te lo pasas bien.-dijo sonriéndome.
Suspiré y asentí.
Confiaba en la palabra de mi amiga en que lo iba a pasar "bien" y me quité la ropa hasta quedarme en bikini, Rebeca me dió una de las tablas que estaban clavadas en la arena y nos adentramos en el mar.
-Para remar hacia una ola, tienes que tumbarte en la tabla y hacer que tus brazos actúen como remos.
Seguí las instrucciones y empecé a remar con ella hasta una pequeña ola.
-Ahora, intenta mantenerte en equilibrio y ponerte de pie en la tabla.
Remé hacia una de las pequeñas olas que se acercaban, me puse en pie y en ese momento, una tabla se cruzó en mi camino haciendo que los dos choquemos fuertemente con la ola.
Intenté con todas mis fuerzas buscar la superficie, pero el aturdimiento provocada por la ola me dejó desorientada y me resultaba imposible nadar. Me estaba hundiendo lentamente y mis pulmones pedían oxígeno. Pero, cuando me temía lo peor, algo me agarró del brazo y luchó por sacarme del agua. Nadó conmigo hasta la orilla y cuidadosamente me tendió sobre la arena mojada, pero tenía la vista borrosa y las imagenes se cruzaban en mi cabeza, hasta que los gritos de Rebeca hicieron que recobrara la consciencia.
-¡¡Joder Zenda despierta tía!!.-dijo mientras se le quebraba la voz.
Después de sus palabras, empecé a toser y a escupir montones de agua, por fín podía respirar.
-¿Qué.. qué ha pasa..do?.-dije temblando mientras me incorporaba.
-Que casi te ahogas.-dijo el mismo chico alto de la otra vez, con tono despectivo.
-¿Ahogarme? ¿Cómo?.-dije asustada.
-Sí, menos mal, que tu novio te ha salvado.-dijo Viginia.
Miré a Rebeca extrañada, buscando respuestas, pero esta apartó la mirada. En ese momento, divisé a una mata de pelo verde que se movía de lado a lado y corría hacia nosotros.
-¡Joder! ¿Estás bien? Pensaba que te ibas a morir de verdad.-dijo jadeante por la carrera.
-Sí, supongo.. bueno, gracias por salva..-Intenté terminar la frase, pero en ese momento terminé desmallándome.***
Me desperté sobresaltada y con la respiración agitada. Estaba en una habitación distinta rodeada de pósters de videojuegos y grupos de música, además de miles de fotos de surf y un enorme graffiti en la pared. Me levanté de la cama y me tambaleé, tenía un dolor de cabeza terrible y no me acordaba de absolutamente nada, bajé por las escaleras y cuando llegué hasta el salón, me encontré a Bruno fumándose un cigarrillo.
-Buenos días, ya era hora de que te levantaras.-dijo mientras daba otra calada al cigarro.
-¿Qué.. que.. hora..día..es?.-pregunté confusa.
-Son las dos de la tarde.-dijo mirando el reloj.
Suspiré derrotada y me senté en el sofá que estaba en frente de Bruno mientras asimilaba la bronca que me iba a llevar cuando llegue a casa.Temo que mi padre no me deje ver la luz del sol en años.
-¿Qué hago aquí?.-pregunté.-Quiero decir, ¿dónde está Rebeca? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué ha pasado?
-Hey, hey, hey, tantas preguntas no.-dijo levantando las manos.-Te desmallaste al rato de volver a recobrar la consciencia y Alexis te llevó a su casa.
-Pero.. no me acuerdo de nada.-dije bajando la mirada.-¿Y qué haces aquí?
-Rebeca me dijo que fuese con vosotros, porque no se fiaba de Alexis.
Suspiré y enterré las manos en el pelo en gesto de desesperación. Yo antes era una chica normal, era una chica que no le gustaba salir más de las nueve y quedarse en casa leyendo con una taza de café humeante, pero ahora, en unos pocos meses me he convertido en una chica totalmente distinta a la que era.

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Yesterday.
RomanceZenda es una chica enfadada con el mundo, por causas que ocurrieron en el pasado y las contiuas burlas de sus compañeros por ser distinta a ellos. Pero tiene un don muy especial. El arte. Hasta que un chico con zapatillas azul neón y con una guitarr...