Reinita... ese apodo para mí lo era todo. Me hacía sentir tantas emociones, siempre y cuando viniese de ella, o de mi madre, quien lo inventó en primer lugar.
Tal y como lo esperé al llegar al lugar mi madre no estaba, así que seguí con mi noche, me bañé, y en mi cabeza solo rondaban los claros recuerdos de la magnífica noche.
Yo no sé lo que es enamorarme, la última vez que me gustó alguien salió todo mal, pero esa historia ustedes ya la saben, la pregunta nueva es... ¿Me estaré enamorando ahora?
—La conozco hace poco tiempo, en que mierda estoy pensando?— Dije mientras peinaba mi cabello frente al espejo del baño.
A veces quisiera poder omitir esta parte de la historia, ¿cuál parte? la parte en la que tengo que admitir que mi historia con Bill, es igual de cliché que cualquier otra historia de amor, por que desde el momento en el que vi esos preciosos ojos me perdí. Nunca sentí esa sensación de primera impresión, ya que, desde que la ví, sentí que la conocía de toda la vida.
Es bastante ridículo, lo sé, sé lo que estás pensando, yo también pensaba que el amor a primera vista no existía, incluso podría decir que mantengo mi opinión, pero considero que ese interés por alguien solo con una mirada si existe, fue exactamente eso lo que sentí cuando la ví.
Qué habrá pensado ella la primera vez que me vió? Habrá sido mutuo el sentimiento? O soy yo la única que en el tiempo que va ya me imagino casandome con ella? Sí, probablemente sea solo yo.
Entre ustedes y yo, confieso que más de una vez he intentado engañarme diciéndome a mí misma que ella no me gusta, pero mis ojos me delatan siempre, durante una conversación normal con ella me consigo mirándola con los ojos mas enamorados que podría tener alguien, una vez mis ojos se fijaron en ella no he podido sacar la mirada de su sonrisa y sus ojos preciosos.
Después de una larga conversación conmigo misma en el baño, recibí unas notificaciones... Joder, ahí estaba otra vez, esa típica sonrisa solo de imaginar que sea un mensaje suyo...
*CHAT EN CUESTIÓN*
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Amaba esto, había abierto mis sentimientos a Billie más de una vez, cuando le conté lo mucho que sufrí por lo de Addison su manera de mirarme cambió, pero no en un mal sentido, comenzó a entenderme, a entender mi nueva manera de querer, esa manera que a tantos se les hacía complicada de comprender, incluso a mí. Comenzó a analizar cada una de la razones por las que la gente decía que yo no sabía querer, ya que nunca supe expresar mis sentimientos.
“Yo también te quiero, de verdad” No era que yo no le creyera, yo solo necesitaba que me lo repitieran constantemente, que me lo recalcaran. Y ella lo habia entendido todo. Ella me había entendido a mí.
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