Su Wen se burló de sus labios, "Incluso si la Sra. Lin dijo, ella y Shu Yian son dos personas, pero si no quiere este matrimonio, puede mencionarlo desde el principio, pero no dijo una palabra al respecto. Ella todavía eligió ser mi prometida".
"Sra. Lin, parece que se preocupa demasiado por las prometidas de otras personas. Si no sabe esto, cree que tiene malos pensamientos sobre mi prometida".
Los ojos de Su Wen eran desdeñosos. A ella siempre no le gustaba hablar demasiado, pero le gustaba darle un golpe fatal a su oponente. En este momento, continuó: "Pero creo que la señorita Lin es una persona tan hermosa y hermosa, definitivamente no puede hacer este tipo de tonterías. ¿Qué piensas?"
La cara de Lin Ge se oscureció por primera vez. Lo que dijo Su Wen no fue desagradable. En la superficie, ella confiaba en ella, pero de hecho, todos sabían lo que quería expresar.
Pero no se sintió avergonzada por esto. Lin Ge colocó tranquilamente el pastel de osmanthus hecho con el molde en una olla de agua fría, y escribió a la ligera: "Así que la presidenta Su apreciará los días en que AnAn sigue siendo tu prometida".
Su Wen respondió de mala gana: "No molestamos a los forasteros para que se preocupen por nuestros propios asuntos familiares".
Mientras las dos estaban en guerra, Lin Ge miró a Shu Yian, que no estaba muy lejos sosteniendo los brazos de las dos ancianas, y no habló más.
Se está haciendo tarde. La anciana vino a preparar el almuerzo para sus amadas nietas. El plan original era que las dos ancianas lo hicieran ellas mismas, pero cuando entraron a la cocina, Tan Xuyun miró a las dos niñas y se preguntó: "O si no ¿La abuela les enseña a hacerlo? Si son libres en el futuro, ¿pueden cocinar el uno para el otro? "
Aunque estaba pidiendo opiniones, no les dio a Su Wen y Shu Yian la oportunidad de responder en absoluto. Dijo directamente: "Xiao An, ven y sígueme, Su Wen, sigue a tu abuela Liu".
De esta manera, lo que aprenden es lo que les gusta comer a los demás.
Cuando todo estuvo arreglado, Tan Xuyun le dijo a Lin Ge: "Niña, ¿te gustaría ir a la sala de estar a descansar?"
Después de todo, es un invitado, por lo que no puedes descuidar a los demás, y Tan Xuyun no tiene ninguna razón para dejar que alguien ayude a cocinar.
Lin Ge asintió con la cabeza. Cuando peleó con Su Wen antes, no pensaba que fuera una extraña, pero en este momento, de hecho era una extraña, así que quedarse aquí no es bueno.
"AnAn, cocine al vapor el pastel de osmanthus con aroma dulce durante 20 minutos, recuerde apagar el fuego", le dijo a Shu Yian antes de irse.
"¡Está bien!", Respondió Shu Yi'an, e inmediatamente se sumergió en una nueva ronda de actividades.
La mayoría de los platos que comía Su Wen eran insípidos, y Shu Yian tenía buenas habilidades culinarias en primer lugar, por lo que aprendió rápidamente, lo que atrajo los elogios de Tan Xuyun una y otra vez. Por otro lado, Su Wen fue un poco optimista.
Ella no sabía cómo cortar verduras, pero finalmente cortó las verduras fuera de forma. Tan pronto como la comida fue puesta en la olla, puso condimentos fuertes en ella. Incluso si había una campana extractora, la hizo toser.
Shu Yian la miró tan avergonzada y silenciosamente contó la cuenta regresiva.
Aquí viene, aquí está a punto de empezar a quejarse de nuevo.
Con la virtud de Su Wen, no podía hacer nada cara a cara con su abuela presente, pero era inevitable quejarse de ella en su corazón, pero esta vez Shu Yian esperó dos minutos sin escuchar la sincera voz de Su Wen.
