4. Unexpected happenings

6.7K 334 71
                                    

Taylor

Me desperté en la cama sintiéndome realmente descansada mientras hundía la cara en la manta.

Era tan suave y agradable que quería quedarme allí para siempre, Pero recordé mi almohada y mi funda no eran así.

Lentamente intenté abrir los ojos y despertarme más, ya que no reconocía la habitación que me rodeaba. Me incorporé rápidamente y me di cuenta de que no era mi habitación.

Llevaba una camiseta grande, junto a sólo la ropa interior y el sujetador, me tapé más fuerte. La habitación tenía paredes de un azul oscuro y era bastante grande, había una mesa, además de un sofá en una esquina y una enorme televisión en la otra. También había grandes ventanas cubiertas con cortinas negras.

Miré hacia abajo y vi que estaba acostada en una cama enorme y preciosa, lo que me preocupó.

¿Dónde estaba?

De repente la puerta se abrió y para mi alegría, Mellie entró.

—¡Taylor! Oh, estoy tan feliz de ver que estás bien! —Gritó y corrió hacia mí, dandome un fuerte abrazo.

—¿Mellie? ¿Dónde estoy y qué haces aquí? — pregunté confusa, pero nunca me había alegrado tanto de verla. Se echó hacia atrás y me miró con una sonrisa pequeña pero culpable.

—Bueno, estás en la casa de los Kaulitz y bueno... Soy la nueva parachoques de Bill — dijo y trató de parecer relajada, mientas yo comenzaba a sentir rabia.

—¡Qué demonios Mellie! —grité, viendo que ella retrocedía un poco.

—Siento no habértelo dicho —intentó decirme con voz débil mientras yo salía corriendo de la cama, sacudiéndola.

—Mellie, esto no es algo que deberías hacer, ¡¿Es peligroso, y lo haces por un enamoramiento?! —le grité indignada. Ella se limitó a sentarse en la cama, mirando al suelo.

—¡No me importa si es peligroso! Lo haré por Bill! —Ella gritó de nuevo.

—¡No conoces a ese criminal! —Dije
obstinadamente. De repente la puerta se abrió y los hermanos Kaulitz entraron riendo por lo bajo hasta que nos vieron peleando e inmediatamente paramos.

—¿Qué está pasando aquí nena? —Bill dijo mientras se acercaba a Millie, la cuál sonrió y saltó de la cama bajo su brazo. La fulminé con la mirada y sentí asco.

—Nada, Taylor se acaba de despertar —dijo ella y me miró, al igual que todos los demás.

—Bonito conjunto —Tom se rió entre dientes, me miró de arriba abajo mientras movía las cejas y se lamía el aro del labio, de repente me di cuenta de que no llevaba nada puesto excepto probablemente su camiseta.

—¡Mierda! —murmuré y tiré de ella hacia abajo, aunque era grande, no llegaba mucho más abajo de uno o dos centímetros de mi cadera. En otras palabras, apenas me cubría.

—Los dejaremos solos —Bill se rió mientras
tiró de Mellie con él. Ella me dedicó una mirada de disculpa antes de que cerrarán la puerta tras ellos.

Tom se sentó despreocupadamente en el sofá, dejándose extender por todo él mientras ponía la tele. Murmuré para mis adentros mientras trataba de buscar mi ropa, hasta que finalmente la encontré.

—¿Te importa? —Pregunté molesta mientras Tom seguía mirando la tele. Gemí y comenzé a cambiarme rápidamente.

Mientras me ponía la ropa, que era una camiseta de tirantes gris y unos vaqueros rotos, sentí que Tom me miraba, eso no me gustó.

Hate, love, cars and mafia together in Tokyo / Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora