- вυrɴιɴɢ мe. [carlos marco y тυ]

Capítulo Setenta y Tres, parte III: #Carlos

La he visto. Esta preciosa. Tener la piel bronceada la hace más sexy aún, y es una jodida tortura esto: verla y saber que no puedo siquiera tocarla. Definitivamente todo ha cambiado entre nosotros.

Ella tiene un brillo especial en los ojos, y me gustaría pensar que se trata de mi, que se ha emocionado al verme, pero sé que no tengo tanta suerte. Ella ha estado bien, realmente relajada sin mi, y debería alegrarme saber que no ha sufrido, pero me siento un gilipollas porque yo si lo he estado haciendo por ella. Así que, ¿así se siente? Pasarlo mal por una persona pero que la otra se encuentre genial, ¿es así de jodido? ¿te sientes tan hundido moralmente?.

Y no es egoísmo, porque me alegra verla tan guapa y sexy, como siempre, porque me alegra no verla hundida, es solo que me hubiera gustado tener otro recibimiento por su parte, me hubiese gustado notar que ella me echa de menos al menos la mitad de lo que yo a ella. Pero me he equivocado.

Me he estado equivocando con ella desde el principio.

-¿La has visto?- me pregunta Dani, al otro lado de la línea telefónica.
- Si. Es lo primero que he hecho al llegar- murmuro desanimado, él carraspea, quizá esperando detalles y escucho la voz de Sami a gritos del otro lado haciendo mil preguntas sobre ella, sonrío a medias- si, dile a Sami que esta guapísima como siempre. Y muy bronceada.
- ¡Ah, que envidia!- la escucho gritar.
- Quiero hablar con mi colega sin tus putos gritos así que...

Escucho decir de Dani a ella, supongo que deja la frase a medias sugiriéndole que se marche mientras señala la puerta, escucho bufar a Sami y unos ruidos de tacones alejándose, me imagino la escena y se que Dani frunce el ceño molesto. Porque su presencia siempre le molesta. Sin embargo, le encanta.

- ¿Y como fue? Aparte de lo obvio.
- No hay mucho que decir, me mandó a la mierda y me sacó de su casa.
- Uh, lo tienes difícil eh.
- Un poco- murmuro haciendo una mueca.
- ¿Y ahora que harás?
- De momento quedarme en este hotel de mala muerte- digo mirando a mi alrededor, a mi madre le daría algo si lo ve- intentaré hablar con ella más tarde.
- Si que la quieres, eh.- me pica y bufo.

Más tarde la busco. Y mientras en mi cabeza planeo todas las cosas que le diré... ella coquetea con otro. La veo salir de su casa, con una chica parecida a ella físicamente y otro chico rubio y alto. Él esta muy cerca de ella y la mira como si la estuviese desnudando con la mirada. ¿Quién coño es él?. Frunzo el ceño e intento mantener la calma sobre ese estupido mirándola así. Solo yo puedo mirarla así, joder. Él le da un pequeño abrazo y Dios, voy a tener problemas aquí.

- ¡______!-grito mientras me acerco, los tres se detienen, ella rueda los ojos al verme y los otros dos me miran confusos.
- Así que todavía sigues aquí- murmura con indiferencia.
- Por supuesto- digo con seguridad.
- ¿Quién es este chico sexy, primi?- murmura la chica mirándome con picardía.

Así que es la prima de _____, vaya, ahora entiendo el parecido. Sonrío a medias. Me doy cuenta que es la primera vez, aparte de su abuela esta tarde, que conozco a un familiar de ella. Y sonrío para mi mismo aún más al ver que tiene a su familia.

- Nadie importante- uh. Golpe bajo- ¿Qué quieres?- pregunta ahora dirigiéndose a mi.
- ¿Podemos hablar?
- No. - ella se da media vuelta para irse, pero la detengo tomándola por el brazo. Joder, se siente como un siglo sin tocarla. ¿Estoy siendo muy cursi?
- Suéltame ahora mismo.
- _____*, nena, por favor...
- Ella te ha dicho que la sueltes- interviene el rubio de turno, suspiro con fuerza y ni siquiera le miro.
- Tenemos muchas cosas de las que hablar, no me iré de aquí sin solucionarlo. - le digo tajante.

Ella parece incómoda e intenta soltarse, pero la acerco más a mi, su prima parece confusa y entonces es cuando el rubio interviene al escucharla gritarme, de nuevo, que la suelte de una vez. Pero me niego a hacerlo, no hasta que me escuche. Y el rubio me da un empujón, me tambaleo y ____ lo hace conmigo, la otra chica da un respingón, y antes de darme cuenta ya le he pegado tal puñetazo a ese imbecil que esta tirado en el suelo.

- ¡Eres idiota, joder!- me grita _____ y me empuja. La otra chica le ayuda a levantarse.
-Nadie le ha dicho que se meta en esto. ¡Se lo ha buscado!- me defiendo y ella me vuelve a empujar.
- ¡Él solo la defendía, eres un bestia!- grita la otra chica y ruedo los ojos. Tampoco es para tanto. Por Dios, no ha sido tan fuerte. Sigue ahí de pie mirándome con odio y miedo. Es casi divertido. ¿Es lo mejor que ha conseguido _____ por aquí?.
- ¡Es mi primo, estupido!- me grita ella- ¡y solo tiene 16 años! ¿Qué coño pasa contigo?- me sigue gritando. Oh, vaya. Doble cagada.
- No lo sabía- digo y me encojo de hombros- yo...
- ¿Qué pensabas? ¿Qué demonios pasaba por esa mente retorcida tuya?.
- ¡No lo se, joder! Lo siento, pero él no tenía que empujarme.
- Oh, ¿me vas a comparar un simple empujón con esto?
- Déjalo, ____- interviene por fin el chico mientras se limpia la sangre en su camiseta- mejor sigamos por nuestro camino.