- вυrɴιɴɢ мe. [carlos marco y тυ]

Capítulo Setenta y Cuatro, parte IIII: #Carlos

Ella no responde, sólo niega con la cabeza y se vuelve dentro. Ok. Luzco como un idiota ahora, seguro, pero quiero demostrarle que sí estoy aquí por ella, así que me siento en un banco que hay justo en frente de su tienda y la observo moverse de un lado a otro durante un rato, sonríe todo el tiempo y acomoda cosas, de vez en cuando me mira y no parece creerse que la vaya a esperar. Después de media hora comienzo a aburrirme, así que me levanto para dar un paseo, quizá encuentre alguna cosa barata que le pueda conseguir a ella como regalo, mejor que unas cutres flores, pero no es que me quede mucho presupuesto, tampoco estaría bien que llame a mi madre para pedirle dinero. Nada bien.

Vuelvo lo que me parece un siglo después, realmente esto es un coñazo, pero tengo que hacerlo, cuando regreso Lucy sale junto a ______ y otra castaña que me da un repaso con la mirada, intento mantener mi ego tranquilo y no crecerme. Hablan durante unos segundos y miro la hora, es su descanso. Su descanso para pasarlo conmigo. Las otras dos entran y ella se acerca hasta mi luciendo cansada, pero no creo que del trabajo.

- Pensé que te habías ido.
- Te dije que me quedaría.
- Pues que bien- dice y se encarga de hacerme saber con énfasis su poco entusiasmo, comienza a caminar fuera del centro comercial y la sigo.
- ¿A dónde vamos?
- Yo a tomar el aire un poco, tú no lo se.
- Voy contigo- la sigo y ella resopla con fastidio.
- ¿Quién te ha dicho que estoy trabajando aquí?- pregunta de repente mientras se detiene.
- Soy un chico listo, lo supuse- murmuro, ella niega varias veces con la cabeza.
- Ha sido la cotilla de Lucy, ¿verdad? La vi hablarte anoche- murmura, así que no esta tan despreocupada por mi, seguía pendiente, asiento.
- Ya no importa, quiero que hablemos de verdad, ______.
- No creo que haya nada que hablar, realmente.
- Te equivocas, porque aún quedan muchas cosas entre nosotros.
- Se quedo allí, Carlos- murmura.
- Deja de mentirnos, a ambos- digo mientras nos señalo- estoy aquí por una razón y no me iré sin llevarte conmigo.
- Estas mal de la cabeza.
- No, mal de la cabeza he estado las semanas que he pasado sin ti, te he echa tantísimo de menos, y no sabes cuanto lo siento.
- ¿Qué sientes exactamente?
- ¡Todo! ¡Lo jodí todo!- exclamo- no quería verlo, no quería... quererte, no quería terminal mal por ti- susurro y ella me mira por primera vez con una pizca de entendimiento.
- Estabas tan asustado como para no poder bajar la guardia?
- Estaba acojonado.- me sincero.
- Te rendiste antes de empezar.
- Estoy dispuesto a luchar ahora. Esta vez no te dejaré ir _____, puede que salga bien, o que salga mal, pero hasta que no consiga esto no pararé, porque creo que merece la pena. - hago una pausa y tomo una bocanada de aire- pensé que sería más fácil sin ti, pero es una completa mierda. Sé que los dos tenemos una relación difícil, pero es mucho peor no tener nada contigo. Mil veces peor.
- Tengo que seguir trabajando, por favor vete. - solo dice aquello y es como un cubo de agua fría, hubiera preferido un "no te quiero" a esta indiferencia.
-____...
- Vete a casa. Tú casa.
- Quiero estar aquí, no me voy a ir.
- Pierdes el tiempo.
- Estoy seguro que no. Cuando quieres algo de verdad no te rindes jamás. Tú eres una prueba de ello, creo que eres la chica más fuerte y valiente que he conocido, un poco toca pelotas a veces- murmuro y ambos reímos, aunque ella intenta disimularlo- pero eres jodidamente genial, has pasado por cosas difíciles y aquí estas- digo señalándola- como una campeona queriendo empezar de cero, aunque tristemente no me quieras incluir en tus planes. ¿Pero sabes que pasa? Que yo he sido un buen alumno, y así como tú has conseguido que yo sea un puto nenaza por ti, yo conseguiré que tu te vuelvas loca por mi. Y entonces será perfecto, porque yo ya estoy loco por ti, en realidad, siempre lo he estado.
- ¿Y te ha llegado esa iluminación divina justo ahora? ¿Cuándo me fui?
- Nadie sabe lo que tiene...
- Hasta que lo pierde. - termina por mi.
- Aunque creo que no te he perdido, de todos modos, soy bueno recuperando lo que de verdad me importa. Y ahora mismo lo que más me importa eres tú.
- ¿Por qué estas haciendo esto?- murmura al borde las lágrimas.
- Creo que es obvio, ____.
- No me hagas esto- susurra con la voz entrecortada, intento acercarme a ella pero se aleja- me lastimaste, ¿entiendes eso? Jodiste mis sentimientos, no te importaron, para ti lo único que existía era... Kayla. ¡Yo era un maldito cero a la izquierda! Teníamos un maldito rollo, una historia entre nosotros que para mi era casi perfecta, porque yo era realmente tu única chica, pero me cambiaste así- ella chasquea los dedos- y ni siquiera te tomaste la molestia en preguntarme como me sentía sobre ello, nunca me preguntaste si estaba bien con que la llevaras a ella a nuestros sitios, la besaras o la trataras como una reina mientras yo sólo... seguía allí esperando por ti. ¡Así que no vengas con esta mierda de tus sentimientos ahora! Me traicionaste, joder. Mi confianza en ti, lo jodiste todo con tu maldita indiferencia, tu mirada de asco al verme, tus palabras hirientes, tus malditos rechazos porque yo no era "más que la chica del revolcón del día" y Kayla era "la chica especial y bonita"... no éramos novios, pero se supone que yo era tu chica. Pensé que tú eras mi chico, también.

Ni siquiera creo tener palabras para esto. ¿Es así como ella se ha sentido? Porque quiero pegarme un tiro ahora mismo, porque soy tan jodidamente idiota que no me he dado cuenta de esto antes, ¿nunca le pregunté? ¿realmente fui tan gilipollas de no pensar que era importante? ¿A dónde demonios realmente pensaba llegar con esto? Lo. He. Jodido. Todo. Y no pensé que me sentiría de esta manera, pero tengo un nudo gigante en el estómago. Ella esta mal. Yo estoy mal.

Y me esta rompiendo verla llorar.

Intento acercarme nuevamente, ella mantiene su cara oculta de mi, pero noto como solloza por como tiembla y solo necesito y deseo como nunca abrazarla y consolarla. Así que acorto la distancia, con temor a que me aparte y la abrazo. Despacio, dándole tiempo a alejarse, pero no lo hace, deja que la envuelva y solloza con más fuerza y eso jode, mis ojos comienzan a arder y quiero meterme en la cabeza que es por el sol, pero se trata de ella, de mi, y de cómo puedo arreglar esto y hacer que algo funcione con nosotros. Porque necesito que suceda.

La necesito.

Y no quiero dejarla ir, así que cuando hace anden de separarse, aprieto mis brazos a su alrededor, es tan pequeña, es tan jodidamente bonita incluso llorando aquí entre mis brazos, nunca jamás pensé que ella se vería tierna llorando. Aunque odio la maldita razón por la que lo hace. Sigo apretujándola contra mi, solo deseando borrar todas las cosas mal que hice con ella, con Kayla, que hice entre nosotros tres en general. Y ha terminado en esto, porque la última persona a la que le haría daño intencionalmente sería a ella, pero lo he hecho, y ahora llora entre mis brazos, porque duele entregar todo y que un gilipollas como yo no la haya valorado con lo malditamente increíble y maravillosa que es, porque se que esto es mi culpa y la he dejado escapar. Estoy dejando ir a la única chica que me ha querido y a la que quiero de verdad.

Y entonces lloro, también.