Capítulo Setenta y Cinco, parte I: #______

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Es la primera vez que veo llorar a Carlos. Ni si quiera le había visto afectado antes por algo, nunca ha dejado que nadie le vea como un chico sensible, jamás había visto esta mirada en él y me remueve algo por dentro. Me remueve todo, y no estoy segura de que sea bueno que me sienta de esta manera sobre él. No es como si se hubiera puesto a llorar como un niño a moco tendido, pero verle... así de afectado es algo totalmente nuevo. Y por mi. Yo soy la razón por la que esta mal.

¿Eso es bueno o malo?.


Quiero abrazarle y decirle que esta bien, que ambos nos hemos portado mal y que debemos olvidarlo y empezar de cero, pero no puedo. Aún no estoy preparada para perdonarle. Sigo teniendo muy presente lo que ha ocurrido, el daño que me causó con su rechazo y desprecio, no puede solo venir y todo quedar arreglado, por más perfecto y sencillo que sería eso. Tengo que ser más fuerte cuando se trata de él. Puedo serlo.

- Me equivoqué muchas veces contigo y sé que no es suficiente con decir lo siento- murmura aún abrazándome, con mi mayor esfuerzo lo alejo y eso parece dolerle al igual que a mi- pero espero que algún día me perdones. No tengo ninguna excusa, actué como un capullo y fingía que lo que pasaba entre Kayla y yo era más importante, porque pensé que era así como debería hacer, que era lo mejor y funcionaría bien, pero jamás funcionó bien porque siempre estabas presente. Al final del día siempre se trataba de ti- dice señalándome y se remueve el pelo resoplando- no se si es tarde para decir esto, pero jamás Kayla estuvo por encima, jamás ella me ha importado tanto como tú, jamás me he sentido con ella de la misma manera que contigo.
- Si, definitivamente es tarde para decir esto.
- ¡Solo quería protegerme!- exclama exasperado y se lame los labios- creí que era lo correcto, realmente nunca pensé en como te sentirías, he sido demasiado egoísta, lo reconozco. Pero también sabía que si me permitía seguir con lo que sea que había entre nosotros, sino me alejaba e intentaba estar con otra chica que sea lo opuesto a ti, joder, ¡me quemaría! Tú podrías... ponerme tan frustrante e intensamente loco por ti que me aterraba la idea de... sentir de esa manera- dice, casi a gritos- quería evitar a toda costa sentirme débil, de enamorarme y terminar jodido después. Soy bastante consciente de que eres la única chica capaz de subirme al cielo y mandarme al infierno también. De hacerme sentir genial, pero con el poder de... destruirme.

<<Pero he estado tan centrado en mi y en evitar todo ese cúmulo de raros e intensos sentimientos que me he olvidado de cómo te sentirías tú, quería evitar ser lastimado sin pensar que tú podrías estarlo también. Y creo que de eso se trata, no de lastimarnos, sino de intentar hacernos bien el uno al otro, remar al mismo tiempo y seguro que de ese modo todo iría bien y funcionaría. Lo hice todo al revés ¿y sabes qué? Intente meterme en la cabeza que con Kayla sería distinto y lo fue, porque con ella pude ver esto, que quería tener eso especial... pero contigo y a cambio la lastimé. Os lastime a las dos por no querer ser yo el jodido aquí, seguro que mi madre me daría dos hostias porque he estado mal. Aún así espero que algún día me des la oportunidad de hacer las cosas bien. Porque me muero de ganas de hacer las cosas bien contigo.>>

Esta bien. No se que responder a esto, tengo tantas emociones en este momento, es una gigante bola de sentimientos encontrados, ni siquiera puedo creer que esas palabras salieran de él, que fuese tan sincero, porque no dudo de eso, que fuera real y me mire a los ojos diciéndome exactamente como se siente. Necesitaba esto. Realmente necesitaba que él me diese una explicación, ¿Qué va a pasar ahora? ¿Qué debería hacer? Porque estoy con mil emociones y no quiero hacer o decir algo de lo que luego me arrepienta.

- ¿Por qué nunca me dijiste esto?
- La mayor parte del tiempo estamos peleando o... teniendo sexo. Realmente no sabía como decirlo, tampoco quería hacerlo. Era mucho mejor guardármelo para mi, pero ahora te estas alejando más, y más y más... no quiero que lo hagas sin saber la realidad y pensando que no significabas nada.
- Carlos...
- No quiero presionarte, ni hacer que lo pases mal, creo que ya has tenido suficiente durante mucho tiempo y entiendo que ahora estas aquí y quieres empezar de cero y... continuar sin mi. Pero como ya sabes, soy un egoísta y necesitaba jugármela... por ti.
- Necesito pensar en todo esto- le digo y él asiente con resignación- necesito tiempo.
- Te daré el que necesites- asegura y asiento lentamente, estoy demasiado nerviosa ahora mismo
- Debo volver al trabajo, Carlos.- él asiente, incapaz de decir algo más.

Me giro sobre mis talones y me marcho dejándole allí, sintiendo su mirada clavada en mi espalda, no se si sentirme bien o mal con esto, no se en que pensar y como debería actuar ahora porque él parece sincero y me hace pensar que le importo, pero entonces pienso en lo mal que me lo ha hecho pasar y deseo romperle en pedacitos. Es todo tan confuso.

- ¿Qué piensas hacer?- me pregunta Sami, resoplo y me encojo de hombros, recuerdo que ella no me puede ver pues hablamos por el móvil y me siento tonta.
- No lo se, estoy cansada de pensar.

Llevo hablando con ella desde que llegue del trabajo hace una hora, luego de mi encuentro con Carlos y esas declaraciones, me urgía terminar mi primer día de trabajo para hablar con mi mejor amiga aunque este a cientos de kilómetros.

- Nunca pensé que Carlos se sentía de esa manera, creía que era un patán, estúpido, sin sentimientos.
- Pues parece que no.
- Hombre, cuando te fuiste estuvo un poco mal, ya sabes, no hacía caso a ninguna chica, no la pasaba bien en las fiestas e incluso perdió en la mayoría de las carreras, en ese momento supe que algo no estaba bien con él y ya cuando dejó a Kayla fue claro.
- ¿El que fue claro?- le pregunto rodando los ojos y me tiro sobre la cama. Mi primer día de trabajo fue agotador. Y encima Carlos. Esto no es como esperaba.
- Que los hombres son estúpidos y necesitan perder a sus chicas para darse cuenta que las quieren.
- Ya, pero eso no me sirve. No va conmigo.
- Lo se, merece que le hagas sufrir un poquito más.- me dice maliciosa.
- Sería más fácil sino hubiera venido aquí.
- Ya... sobre eso, quizá tengo algo de culpa- murmura temerosa y frunzo el ceño.
- ¿A que te refieres?
- Le aconsejé que fuese a por ti- me quedo en silencio, ¿Qué Samantha hizo qué?
- ¡¿Por qué?!- le grito.
- ¡Ay, me dio pena! Mira, Carlos no es santo de mi devoción, pero creo que esta loquito por ti y tenía que demostrártelo, eres mi mejor amiga y te mereces a un chico que se la juegue por ti y creo que ese es Carlos, además, te echo de menos y pensé que él te convencería de volver- se defiende y es como si la viese mordiéndose el labio con nerviosismo.
- La has cagado ¡serás estúpida!
- Ya, no te enfades, lo siento.
- No mientas, perra. No lo sientes.
- Bueno, es cierto- dice y suelta una risita.
- Gran zorra.
- Me quieres- canturrea.
- Perra.
- Me adoras así.
- Puta.
- Si, si y si. Soy todo lo que quieras, pero en el fondo estas feliz de que Carlos este allí, no me puedes engañar.
- ¡Me confunde!
- Él te encanta, le encantas ¿Cuál es el problema?
- Pues que me hizo daño, Sami. Y me lo puede volver a hacer y créeme, no es divertido.
- ¿Y porque tienes que pensar que te hará daño?
- Quien lo hace una vez lo hace mil veces más.
- Puede que no, puede que al hacerte daño a ti se haya dañado así mismo y no quiera hacer eso nunca más. Deja de poner lo malo por delante.
- Para ti es sencillo porque no se trata de ti y de tus sentimientos, Samantha. No quiero volver a salir dañada por él.
- ¿Y si no es así? ¿Y si él esta vez esta a la altura y te trata como un reina? Porque no te pones a pensar en lo bien que funcionaríais juntos, ahora que ambos sabéis lo que sentís el uno por el otro, piensa en lo genial que sería estando en la misma página de vuestra loca e intensa relación. ¿De verdad no quieres intentarlo una última vez?.

- вυrɴιɴɢ мe. [carlos marco y тυ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora