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A decir verdad, aún le parecía raro todo lo que ahora estaba pasando, es decir, tan solo unos días atrás Isias no paraba de insultar, maldecir y burlarse de mil maneras distintas al hombre que ahora estaba haciendo pedidos para ambos, ¿Cómo llego a eso? ni el mismo lo sabía. solo le empezó a agradar la compañía de Derek.

- ¿Pasa algo? Note que me mirabas desde hace mucho tiempo... Así - hablo Derek colocando un ceño fruncido bien notorio buscando imitar a Isias, que sin mentir lo hacía bien - ¿Ha pasado algo estás últimas semanas? O ¿tienes de nuevo mucha tarea? Talvez ya recuerdas algo ¿Recuerdas algo?

Negó juntando los labios en una línea recta viéndolo sentarse

- ¿Qué tiene que ocurrir? Digo... Después de todo esto -apunto esta nueva cafetería en la que estaban- no creo que a Natalie le agrade mucho saber que estamos aquí, si se entera nos pondrá veneno en los postres

en realidad, si pasaba algo, desde antes

pero no se lo diría, obvio

Aquellas voces, aquellas palabras que alguien le decía en sueños no iban a salir de su boca para luego llevar a su oído de Derek ¡Claro que no! ¡se negaba! Se lo guardaría ya que después de todo solo eran simples alucinaciones debido al estrés, si, estrés. ¿sabían que hay tres tipos de estrés?

- su pedido, caballero - hablo la mesera llegando con su bandeja, sonriendo dulcemente, al ya no sentir la mirada contraria se acomoda en la silla para sentarse medio recostado - ¿El jugo para quién es?

- Para mí A... amigo - dijo Derek un poco nervioso, sonriendo un poco-, el batido es para mí, gracias

Isias tomo el jugo tan rápido y lo bebió para así pasar la mentira que quería salir, viendo como la mesera reía un poco al llegar al mostrador, él conocía esa sonrisa, para luego charlar un poco con su compañera. Su mirada volvió al sujeto frente suyo de manera acusador; no iba a negar que Derek era un hombre muy apuesto, no tanto como lo era él, también por su ropa se mostraba alguien adinerado... Era obvio que era adinerado, el sujeto le invitaba a salir luego del trabajo a lugares muy costosos y se ofrecía a llevarle a la universidad en su auto negro que juraba que era de una buena marca.

Ciertamente era un hombre ideal, y si fuera una mujer Isias creía fielmente que estaría con los pantalones abajo apenas ese chico la mirara

- Oye ¿No te diste cuenta que te sonreía demasiado? - pregunto un poco molesto al ver como Derek bebía sin problema alguno- ¿No te gusta? Esa chica es demasiado linda

Pero Derek dejo de beber su batido para poner toda su atención en el pelinegro frente suyo, frunciendo el ceño para darse vuelta sin siquiera disimular un poco, luego miro a la persona frente suya

- Si, es linda - confesó desinteresado para volver su vista al frente

- ¿Solo eso? Le hablaste muy bien cuando llegó -le dijo sonando de alguna manera acusatorio

- ¿Celoso? Ciertamente eras así antes, no tanto, me sorprende que sigues siendo así - contó él divertido -, pero puedes estar tranquilo, solo me gustas tu

Y ahí está nuevamente, aquello...

Eso.

- ¿sigues con eso?

Y vio como el otro se acercó de igual forma hacía adelante, con una sonrisa coqueta, esa sonrisa la conocía... ¡Claro que la conocía que hizo que me asustara un poco! Retrocediendo de inmediato

- seguiré con esto de nuevo -Derek apunto a sus manos llenas de anillos negros-, siempre recordaré tus manos, puedes tocarme y recordaré tu tacto incluso con ojos cerrados... También, también está el hecho de que conserves un poco de tu personalidad. Puedes que aún no me recuerdes al cien por ciento, pero no me iré hasta que lo hagas

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