19- butterfly effect

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(El cap hot lo dejaré para otro extra, al igual que "apodyopsis" muajajaj)

El tan esperado día del viaje a Lubmin finalmente llegó.
Partieron los cuatro en la madrugada, tenían planeado festejar el cumpleaños de Milán allí, ya que el "pendiente" que tenían ella y Nick, se había postergado.
El pendiente, en realidad, era una tradición que ellas hacían desde que se conocieron; se trataba de, un día antes del cumpleaños de la otra, hacer cualquier cosa que no se atrevieran a hacer, luego de eso, se iban juntas de fiesta o simplemente se iban lejos. La idea de esto era recordar que todos vamos a morir.
Este año iba a ser igual, Milán se había decidido a, antes de irse de viaje, tirar a la basura las botellas de alcohol caro que almacenaba su papá y seguramente rayar el auto.
Luego, irían a la playa con sus respectivas parejas y pasarían la noche allí.

Todo el viaje fue entretenido, los gemelos iban delante, con el mayor al volante.
Mientras, atrás, las jóvenes cantaban, hablaban, reían, y jugaban.
El viaje fue total placer; cuatro jóvenes, alejados del mundo, finalmente yendo a vivir su vida como quisieran, alejándose de la fama, que cada día era más grande.

La primera parada fue en una estación de gasolina, mientras las chicas se dirigían al baño.
Se estaban lavando las manos, entre risas.
-¿Cómo va todo con Tom?
-Excelente...
Respondió nostálgica, recordando el miedo que había sentido la noche cuando se dió cuenta que estaba enamorada
La tailandesa observaba orgullosa a su amiga. Sabía perfectamente toda la mierda por la que tuvo que pasar para poder volver a amar a alguien, y de esa forma tan fuerte con la que lo hacía.
-El único problema es que no termina de aceptar a Haddaway, lo deja todo el día con Bill- bromeó la alemana, sacudiendo apresuradamente sus manos para seguir viaje
-Haddaway es un amor, y va a cumplir 7 meses-
-Sii, claro que lo se, niña- la regaño, caminando hacia la puerta -Es que cada vez que está conmigo, Jullie se lo roba y se lo lleva a su cuarto. Pero es una dulzura, Tom en el fondo lo adora.-
Salieron finalmente hacia donde estaban los chicos, montandose en el auto. Está vez, el joven de rastas y su novia adelante, y atrás, la feliz pareja conversando sobre ropa.
Finalmente llegaron al hotel, cada quien en su habitación.
Desempacaron y se dirigieron hacia la playa.
Casi no había gente, pues ya habían pasado las seis de la tarde. El atardecer era su compañía. Los cuatro jovenes estaban en el mar, disfrutando del agua.
-¡No te caigas, cariño!- gritaba asustado el chico de cabello negro, mientras la hermosa mujer que estaba en sus hombros reía ante su pánico
Mientras bromeaban, la cintura de la alemana fue rodeada por el muchacho de rastas
-Subete en mis hombros y empujala, te aseguro que ganaremos- susurró.
La joven asintió y se montó sobre sus hombros, mientras la pareja contraria se encontraba de espaldas a ellos.
Se aguantaban la risa que causaba la situación; Bill, rezando a todos los santos para salir ileso, y Nick, riendo a carcajadas mientras se tiraba para atrás y asustaba al pobre chico.
-Tu, perra- la llamó, mientras el alemán tocaba el hombro de su hermano
La tailandesa se giró con una expresión indignada en su rostro.
-¿Disculpe, Zorra?
-¿Zorra? ¡Ven acá!-
Entre risas comenzaron a empujarse y a jalarse del cabello juguetonamente, mientras, abajo, los muchachos intentaban seguirles el ritmo.
La luna presenció esa tarde, y quedó grabada en los recuerdos de cada uno de los participantes de ella.

Al volver al hotel, el chico guiaba a su novia para darle su regalo de cumpleaños.
Al abrir los ojos, la joven divisó algo inimaginable
-¡Una laptop! ¡Estás loco, Tomie!-
Comenzó a saltar de la emoción, mientras el chico reía a sus espaldas
-Tu me tienes loco- la abrazo por detrás, besando suavemente su mejilla
-¡Oh, te adoro!- se volteó hacia el, quedando frente a frente
Lo tomó de la cadena que colgaba sobre su cuello, atrayendolo hacía ella.
Lo beso agradecida, mientras el tomaba su rostro fuertemente.
Rápidamente se dirigió hacía el escritorio, recorrió con sus dedos suavemente el teclado. Las computadoras modernas eran extremadamente caras, solo unos pocos eran afortunados de tenerlas, no podía creer que Tom hubiera puesto su dinero para un regalo como ese.
Se levantó de la silla, caminando de nuevo hasta el barandal de la puerta, donde estaba su apuesto novio mirándola fijamente, besándolo con deseo.

Las jóvenes se preparaban en la habitación de la tailandesa, maquillandose en el baño, mientras los hermanos esperaban fuera de la habitación.
Tenían la música a más no poder, la joven de mechones grises se delineaba la línea de agua, mientras la chica de ojos verdes se terminaba de vestir.
-¡Wow, Milán! ¡Desearía ser Tom en estos momentos!- dijo la tailandesa, observando a su amiga.
-Creeme, Nick. Con esa falda que tienes, Bill es el hombre más afortunado de este mundo-
-Ven, tengo un labial rojo que te quedará de muerte.
Estuvieron 15 minutos más arreglándose, pasando tiempo de calidad. El cual, desde que la fama había aparecido, estaba desapareciendo.
Lo bonito de su relación, era que, aunque no hablarán durante semanas, cuando se encontrarán, lo harían de forma completamente natural; su conexión era tan fuerte, que los años no la desgastaban.
¿Han oído de la leyenda del hilo rojo? Bueno, ellas estaban atadas por el. Y, aunque en el futuro este se enredará, jamás se cortaría. Así, incluso cuando no quisieran amarse más, o no se soporten una a la otra, volverían a reencontrarse una y otra vez.

Los cuatro salieron a cenar a uno de los finos restaurantes de la zona, la noche fue deliciosa.
Bailaron en una discoteca hasta que duelan los pies, y bebieron hasta embriagarse.
En el hotel, el joven de rastas dormía plácidamente, mientras que la morena se quedó oyendo el bello sonido de las olas.
Algo no la dejaba dormir, algo la estaba llamando. Pero, una parte de ella, sentía que no debía prestarle atención, que debía dormirse urgentemente.
Decidió levantarse de la cama, ignorar su intuición.
Se sentó en el escritorio y configuro su nueva computadora.
Entro a internet, y comenzó a buscar el nombre de su banda.
Nunca lo había hecho antes, por lo tanto se sorprendió al ver lo famosos que se estaban haciendo.
Todos hablaban muy bien sobre los chicos, diciendo que eran muy atractivos y amigables.
Lo malo comenzó al buscar su nombre.
Encontró una foto suya y del guitarrista, sentados en un parque.
Sonrió al ver que la publicación tenía varios me gusta, y además, Miles de comentarios.
Entro a leer estos, hayando mensajes muy bonitos sobre la pareja.
Pero, en cuanto más bajaba, su sonrisa y felicidad iban desapareciendo.
Los comentarios malos sobre su físico o personalidad iban aumentando

"Está muy gorda... ¿Verdaderamente un chico como el la merece?"
"¡Es una perra! Además es horrible, ¿han visto su sonrisa?"
"Ojalá terminen antes de octubre, ¡Tom soltero sería un excelente regalo de cumpleaños!"

Las lágrimas caían por sus mejillas, creyó que la gente la quería, jamás hubiera imaginado lo malos que podrían ser

¿En serio era fea y gorda? ¿No era suficiente para Tom? ¡Lo sabía, jamás debí de meterme en esta banda, ni salir con El!
Cubrió su boca, tragandose su dolor.
Cerro fuertemente sus ojos, deseando desaparecer de allí, cuando, de pronto
Recordó las palabras de su hermana.
"Grita tu dolor al mar, las olas se lo llevaran y lo enterraran para siempre"

Salió disparada hacia la playa, completamente descalza.
Se metió en el océano hasta las rodillas, pidiendo de todo corazón un poco de consuelo.
Finalmente, gritó.
Así es, dejo de suspirar
Dejo de suspirar su dolor
Dejo de suspirar sus lágrimas
Dejo de suspirar sus problemas
Gritó
Gritó tan fuerte, que hasta las estrellas pudieron oírla, pudieron oir sus pensamientos, oyeron su pasado, su presente, su futuro, sus anhelos, sus deseos, escucharon su alma.
El alivio llegó al instante, fue como un orgasmo mental.
Cayó de rodillas, con sus ojos rojos y su cabello despeinado.
Las olas la abrazaron, calmandola un poco.
Así permaneció durante casi una hora, tratando de calmarse.
Al finalmente conseguir un poco de paz mental, volvió al hotel, se cambió de ropa y se acostó como si nada.
Un remordimiento la perseguía, como si se hubiera condenado de por vida.
Y si que lo hizo.
Tal vez, si no hubiera abierto esa laptop....
Si no hubiera leído esos comentarios...
Si no le hubieran dado acceso a ellos....
Si no se hubiera unido a esa banda...
Si no hubiera conocido a esos chicos, en especial al gentil joven de rastas....
Tal vez, si le hubiera hecho caso a sus instintos...
Tal vez, solo tal vez, su vida habría Sido completamente distinta.
Ese fue su efecto mariposa, un efecto que la encadenó al sufrimiento, al dolor.
Tal vez si, tal vez no.
Jamás lo sabremos, ¿verdad?

Marlena
Holaa, este es el comienzo del fin 💔. ME DUELES MILÁN 😭
No olviden votar y comentar, cualquier recomendación, duda o corrección soy todo oídos¡! Los kierooo 💓💓
(Denme apoyo en tt, estoy en flop 💔)

Metanoia (Th FC¡)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora