CAPITULO 3

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Mariana pov's:

Segundo trimestre y yo sentía que aún estaba a principios de año. El tiempo realmente transcurrió rápido.

Pero algo si había cambiado. Yo me dirigía a la biblioteca escolar, para mi habitual "sesión de estudios", o eso pensaba que era.

Al principio, ese era mi objetivo pero después de unos días, me percaté de que cierta joven castaña también asistía a esas horas de la tarde para estudiar.

El primer día que la había visto, casi salgo corriendo de la biblioteca.
Jenna, simplemente se encontraba con el libro de biología en sus manos, en una de las mesas del fondo, completamente concentrada en sus estudios.

Desde entonces, ya acostumbrada a ir a esas horas, aunque los primeros minutos normalmente me dedicaba a mirarla, y no entendía el porqué.
Después de un rato el libro llamaba mi atención y comenzaba a hacer lo que debía; estudiar. Esa ya era una rutina cotidiana.

Al llegar hoy, me encontré con Jenna en la misma mesa de siempre. Su cabello amarrado en un moño y algunos mechones le caían desordenados en el rostro. Escribía en su cuaderno, y de vez en cuando, arrugada la nariz o se mordía la lengua cuando no comprendía algo.

Eso fue mucho para mi; duré unos minutos más de lo normal observandola, hasta que por fin me obligue a mantener los ojos en el libro de texto.

Yo estaba sentada en una mesa apartada de ella y debía estudiar.
Mañana tendría un examen de inglés y esa era mi peor materia. Lograba pasar las asignaturas con notas aceptables, mientras Jenna era una de las mejores estudiantes del salón, considerando que ambas durabamos las mismas horas estudiando en la biblioteca.

Cuando la materia me venció, suspiré audiblemente y abrí mi cuaderno de dibujos. Me perdí en mi mundo, dibujando lo primero que llegaba mi cabeza.

Duré casi media hora así y de un momento a otro, sentí a alguien detrás de mi. Voltee asustada y me encontré con una despreocupada Jenna, que observaba mi dibujo.

—Tu...¿Que haces aquí?— Pregunte y al ver que la castaña no dejaba de ver mi cuaderno, intenté cubrirlo con los brazos, ya que no me gustaba que vieran mis dibujos.

Era como si husmearan en mi diario, aunque no tenía uno.

—Dibujas bien— Comento entrecerrando los ojos, intentando ver la hoja que estaba cubriendo. —¿De quién son los ojos?

Cuando me pregunto aquello, sentí como mi estómago caía. Alce los brazos y observe, horrorizada, que era cierto lo que había dicho. Plasmado en la superficie blanca, habían unos ojos delicados y con algunas sombras en el iris. Sus cejas eran delgadas y el color de sus ojos, de una intensa tonalidad oscura. De inmediato, aunque el dibujo fuese en un blanco y negro, pude imaginarlos de un marrón cálido y profundo. Apreté los puños, frustrada, y voltee a ver a la chica con irritación.

—De nadie, me los acabo de inventar.— Sonreí falsamente y Jenna pareció creerme. Se acerco más a mi y sujeto mi cuaderno de actividades, antes de que pudiera hacer algo al respecto Jenna hablo.

—Eres mala en inglés. Así no se escribe Photograph. —Me indicó alzando una ceja. Me encogí de hombros.

—El inglés no es lo mío.

—Pero la banda que te gusta canta en ese idioma.— Tenía un punto y yo me quedé en silencio, esa pequeña sabia como sacarme de mis casillas.

—No importa, de todas formas suspendere el examen.— Le dije, volviendo a lo mío. Sorpresivamente, Jenna colocó el cuaderno sobre la mesa y se inclino sobre ella, para hacer un ejercicio.

—Aquí... es foot, no food. Una simple letra puede cambiar completamente el significado de la palabra.— Comenzó a hablarme mientras escribía, su letra era hermosa y sus manos muy pequeñas y delicadas.

La chica con el rostro sereno y  la blusa blanca, parecía un ángel. La observe durante unos segundos pero después comencé a escuchar lo que explicaba e increíblemente entendí.

—Oh, ahora tiene sentido— Dije abriendo los ojos, la castaña rodó los suyos.

—Deberías de ser tonta para no entender.— Dijo antes de apartarse y volver a mirarme a los ojos.

Comencé a sentirme nerviosa por la penetrante mirada chocolate.

—¿Que? Ya me insultaste, así que ya puedes irte.— La rete, y los ojos marrones de Jenna comenzaron a arder.

—Claro, cuando también te ayude.

—Pero no por ser amable.— Devolví, cruzandome de brazos.

—Cierto. Lo hice porque me estaba dando lastima las estúpidas caras que hacías al no entender nada.— Confesó inconscientemente y con eso me dejo sorprendida, ¿Ella estuvo observandome? —Por esa razón tu y tus amigas están como están.

Al momento de escucharla, la sorpresa pasó a ser rabia. Me levante y enfrente a la castaña.

—Si estamos asi es por culpa de tus amiguitas y los imbéciles del salón, que no saben como tratar a la gente.— Le dije en la cara y por un momento, la castaña se aparto de mi.

Habíamos terminado muy cerca y aunque yo sintiera vergüenza por ello, intenté no demostrarlo.

—No es nuestra culpa que ustedes sean un blanco fácil. De todos modos, yo nunca hago nada.— Se defendió, dándose la vuelta.

—¡Pero burlarte de nosotras y no hacer nada al respecto es casi lo mismo!— Grite a sus espaldas y Jenna simplemente me fulmino con la mirada, antes de tomar sus cosas y salir de la biblioteca.

Suspiré frustrada, dejándome caer en la silla. No entendía el porqué, pero Jenna Ortega me colocaba de los nervios.

Y lo peor era...¡Aquel maldito dibujo!, no tenía idea de lo que había pensado al dibujarlo, pero definitivamente no en Jenna.

Ella era una niñita mimada de papá e igual que hace unos meses atrás en el primer día de clases, volví a comprobar mi teoría. Esa chica definitivamente era una estúpida. Al igual que su hermana, Nina, y su amiga, Emma.

RIVALES (ADAPTACION) JENNA ORTEGA Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora