CAPITULO 37

2.1K 100 3
                                    

Pov's Mariana:

Estaba vuelta loca, era fin de semana y desde el miércoles no tenía noticias de Jenna. La chica llevaba todos esos días sin ir a la escuela. Cuándo por fin agarre valentía para preguntarle a Nina, me entere que la castaña estaba enferma. Al parecer había pescado un resfriado. Louis ya había vuelto a la escuela y yo siempre intentaba evitarlo.

Pero hoy, sábado, recibi una llamada de Lilly en que me invitaba a ir de imprevisto a su casa para sorprender a Jenna y Alicia. Acepte, aunque pude notar una segunda intención en las acciones de Lilly. Tuve un mal presentimiento de salir de la casa y, de alguna forma, me sentía ansiosa.

Algo iba a ocurrir hoy o eso era lo que yo pensaba, mientras caminaba hasta la casa de Jenna. Llevaba una bolsa de las galletas favoritas de Alicia y también tenía la excusa de que la profesora de química le había enviado la tarea a la castaña junto a mi.

Acepte gustosa el favor. Me había vestido con unos jeans oscuros, una camiseta de tiras blancas, una casaca jean que siempre me había gustado y estaba cómoda con el yeso. Lucía bien, o eso pensaba, y al llegar a la puerta suspire varias veces antes de tocar, mire extrañada los autos de la entrada y abrí los ojos con horror.

Pero ya era tarde, una mujer de cabello largo y castaño oscuro, así como el de Nina, abrió la puerta, sus ojos me miraron con curiosidad.

-Hola ¿Qué desea? -Preguntó con una voz suave, notó mis nervios.

-Buenas tardes, yo... bueno, soy compañera de Jenna y... venía a traerle la tarea de química y... ehhh... Lilly también... ¿Esta
Lilly? -Pregunte muy nerviosa, ya suponía quien era la mujer por el gran parecido por el gran parecido con las chicas o al menos con Nina y Lilly.

-Claro, pasa querida, ya le aviso a Lilly. -Dijo haciéndose a un lado para que entrara y examinándome con extrañeza, como si intentara reconocerme.

Pase y quede en la entrada con la mujer mayor quien seguía viendome, era muy linda y enseguida nuestros ojos se encontraron, ella me sonrió.

-Es un gusto, mi nombre es Heidi y tu debes ser... -Preguntó extendiendo una mano que rápidamente estreché.

-El gusto es mío, me llamo...

-¡Cuñis! -Gritó Lilly desde la cocina mientras me saludaba, su rostro estaba cubierto de harina.

Se escucharon unos pasitos apresurados desde la sala y apareció Alicia, sosteniendo el mando de la Play, sus ojos brillaron al verme y salió corriendo para abrazarme.

-¡Nuggets! -Dijo alegre mientras me inclinaba y la cargaba en mis brazos, la niña me rodeó el cuello y se abrazó a mi.

Luego más ruidos desde el cuerto de arriba y al inicio de la escalera apareció una muy desarreglada Jenna, que parecía haber pegado una carrera y a Nina junto a ella. Llevaba el pijama, su cabello revuelto y las mejillas rojas de cansancio.

-¡Mariana! -Dijo sorprendida y sus ojos se abrieron al verme junto a su mamá.

-Brown. -Dijo de la misma manera que Jenna.

-Wow, parecen que ya te conocen todos menos yo. -Dijo Heidi alegremente mientras veía divertida a sus cuatro hijas, luego quedó seria, procesando lo acababa de escuchar, hasta que abrió los ojos y sonrió abiertamente.- ¿Tu eres Mariana?

Eh... sí, un gusto. -Dije sonriendo tímidamente, ya que parecía saber de mi.

-Oh querida, al fin...

-¡MAMÁ! -Reclamó Mariana alterada y la mujer la miró con reproche.

-Nada de mamá, ve a dar una ducha y a que Nina te ayude con el medicamento si quiere bajar. Estas muy enferma, no deberías salir de la cama. -La miró con los brazos cruzados y yo estaba sorprendida, todos parecían clones de las otras.

RIVALES (ADAPTACION) JENNA ORTEGA Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora