RIVALES (ADAPTACION) JENNA ORTEGA Y TU

CAPITULO 28

Pov's Mariana:

Me encontraba tranquilamente sentada en aquel cómodo sofá, mientras esperaba a Jenna.

Después de un rato sentí que alguien me vigilaba. Cuando fui a confirmar, estaba asomada una pequeña cabecita castaña, observándome.

Parecía querer acercarse, mirándome con los ojos brillantes y repletos de curiosidad. Quería hablar con ella, era muy linda como para no hacerlo.

-Hola Alis. Yo soy Mariana, una... mmm... compañera de tu hermana. -Dije un poco insegura, acercándome a la niña, ella no se movía.

-Me llamo Ali, no Alis. -Dijo con la misma vocecita altanera de su hermana. Yo hice una mueca y una sonrisa apareció en el rostro de la pequeña.- Te ves graciosa.

-¿Crees que soy graciosa Alis? -Dije avanzando paso a paso y la niña sonrió, asintiendo.- ¿Te puedo decir así?

-Sí, me gusta. Me hace sentir bonita. -Respondió aún con una sonrisa, al ver la manera en que caminaba.

-Tu eres bonita Alis. -Aseguré y los ojos de Alicia parecieron iluminarse.

-¿Sí? -Preguntó emocionada y comenzó a acercarse también, llevaba a rastras su osito gris en la mano.

-Sí lo eres y ... ¡Ahh! -Pegué un chillido cuando tropecé con la alfombra y caí de espalda, dándome un golpe en la cabeza.- Ay.

Alicia comenzó a reír mientras yo me sentaba. La niña fue hasta mis piernas y se sentó en mi regazó, mirándome con una mezcla de curiosidad y emoción.

-¿Te estas riendo de mi Alis? -Pregunté con diversión, mientra observaba el rostro feliz de la niña.

-Sí, eres muy tonta. -Dijo riendo con la lengua entre los dientes y yo casi me desmayo de ternura. Era la misma expresión que hacía Jenna.

La niña colocó sus dos manitos en cada una de mis dos mejillas, acercándose.

-Tus ojos son un poquito grices, pero también muuuuuy color azul. Parecen ojos de pitufo.

Yo solo pude reír mientras la pequeña castaña me miraba con intensidad. Sus ojos eran muy hermosos también, pero no tanto como los de Jenna.

-¿Te gustan? -Pregunté y la niña asintió enérgicamente, aún sin soltarme el rostro.

-A Jenna también le gustan, siempre habla de unos ojos color azul que la vuelven loquitaaaa. -Dijo canturreando y yo me ruboricé. Alicia comenzó a reírse emocionada mientras aplaudía.- Y eso hace cada vez que papá le dice tu nombre. -Dijo refiriendose al color rojo de mis mejillas.

-¿Papá? ¿Tu papá me conoce? -Pregunté incrédula con el corazón en la garganta.

-Nop, pero un día quiere hacerlo. Pero yo te conocí primero ¿verdad? -Preguntó y yo asentí, logrando que la niña sonriera más.- Este es mi osito, se llama Cory. -Dijo levantando el osito gris. Se había sentado aún más entre mis piernas y parecía comoda, mientras alzaba el peluche.

-Es muy lindo, parece de verdad. -Dije sintiéndome tonta, pero era lo primero que había pensado.

-¡Yo también dije lo mismo! -Exclamó la niña, volteando a verme con adoración en esos ojos marrones.- Vamos a ver que hace Lilly, esta haciendo mi comida favorita.

Se levantó y me tomó de la mano, obligandome a pararme y guiándome hasta la cocina.

Tenía miedo de que Jenna me fuera a retar, pero los ojos marrones de la pequeña castaña me derretían por dentro. Estaba dispuesta a soportar las consecuencias.