RIVALES (ADAPTACION) JENNA ORTEGA Y TU

CAPÍTULO 19

Pov's Mariana:

-¿Cómo que no puedo dormir con mis amigas? -Pregunto Jenna por cuarta vez, miraba con el ceño fruncido al profesor mientras sostenía en sus brazos la bolsa de dormir y su almohada.

El señor suspiró, esa chica llevaba un rato atormentándolo y él estaba muy cansado.

Volvió a revisar la lista en la cual claramente colocaba que las compañeras de la quinta tienda de dormir eran: Ziegler, Ortega, Brown y Smith.

-Disculpe jovencita Ortega, así dictan las reglas. Usted ha sido asignada a dormir con las compañeras en la lista, punto.

Yo observaba con los ojos abiertos la escena. En ese instante mi amiga Leah salió a la defensa, al igual que Nina.

-¡¿Cómo que dormiran juntas?! -Exclamaron las dos, por primera vez en su vida de acuerdo con la otra.

El profesor volvió a suspirar.

-La señorita Jenna deberá compartir...

-Ya se toda esa patraña. Me refería, a que usted hiciera una excepción. -Dijo la castaña de ojos oscuros, Jenna la apoya cabeceando repetidas veces.

-¡Si por favor! No puedo dejar a mi amiga dormir con esa plástica. -Dijo Leah muy decidida, señalandola.

-¿A quien le dices así pedazo de cerda? -La retó la castaña, mirándola con irritación.

Yo la mire con enojo, no me gustaba que insultaran a mis amigas.

-¿Ve? ¡Por eso no la quiero cerca de Mariana! ¡No va por el camino de Yisus! -Terminó diciendo la de pelo lacio a todas.

-La joven Brown tendra que cumplir con las reglas, al igual que la señorita Ortega. -Repitió el profesor y yo simplemente no podía hablar, sentía el corazón en la garganta mientras sacudía la cabeza.

- No, no ¿No podría...?

-Nada de cambios. Ahora vayan a cambiarse antes de que las mande a dormir al bosque. -Dijo muy serio mientras se colocaba los lentes.

-¡Perfecto! Mejor es compartir con osos que con ella. -Dijo Leah y yo hice una mueca, no queria dormir en el bosque a mitad de la noche.

Intentaba no mirar a Jenna, fallando totalmente. Mis ojos se encontraron con los chocolate y no identifique enojo en ellos, era más bien una mezcla de emoción y pánico.

¿Por qué Jenna Ortega tendría que tener miedo? ¿Acaso pensaba que le haría algo?

La que bebería estar aterrada en ese aspecto era yo, intente no temblar aunque mi piel estuviera de gallina.

Pasar toda la noche con la chica de tus sueños debía ser magnífico.

Claro, si esa chica no te odiara y no estuviera haciendo todo lo posible por no dormir contigo.

-No, ya hable. Y usted, señorita Nina, deberá compartir la tienda con Clara Galle y Leah Halton. -Dijo señalando a las chicas. Las mejillas de Clara enrojecieron y los labios de Nina perdieron color.

-¡NOOO! -Chillaron las tres, pero ya era tarde, la decisión estaba tomada.

Las cinco tuvimos que resignarnos con nuestras estadía en la tienda que nos habian colocado.

Yo notaba a mis amigas, especialemente a Leah, sumamente afectadas por tener que compartir la noche con Nina. Al menos se tenían la una a la otra, mientras que yo estaba sola con la castaña.

Tal vez en la noche fuera a hacerme alguna maldad y me tomara fotos para subirla a la red. No importa cuán enamorada estuviera de Jenna, no podía evitar pensar que eso sería lo que haría la ojimarrón.