CAPITULO 7

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Mariana Pov's:

Las vacaciones habían pasado muy rápido para mi gusto. Sentía que los meses se fueron volando.

Hacia varios meses desde mi cumpleaños y me encontraba otra vez desayunando, ahora con 14 años, dispuesta a ir a mi segundo año de secundaria.

En mis vacaciones lo habia pasado fenomenal, mis amigas y los amigos de Leah me habían mantenido distraída todos los días. Conversaba hasta tarde con las chicas vía Skype.

De alguna manera, Madison se habia vuelto de mis amigas mas cercanas, y mas ahora que estaríamos en la misma escuela. Su primo, Manu, era un galán y siempre parecía amable con todo el mundo.

Lo único desagradable en todos esos días, fue que una persona simplemente no podía salir de mis pensamientos. Jenna Ortega. La chica que, por cierto, yo odiaba y me estaba haciendo la vida imposible.

Todos los días recordaba sus ojos. Habia logrado dejar de escucharla o pensar en su risa, pero lo único que mi mente no podía olvidar, eran sus malditos ojos.

Pensar que hoy la volvería a ver, me revolvía el estomago de una forma impensable. Me sentía nerviosa y a la vez ridícula por sentirme así. Aunque viviéramos en la misma ciudad, nunca me la encontré. Todo eso debido a que me entere de que la castaña se habia ido a un viaje fuera del país. Pero ya volveríamos al instituto y, sea como sea, desgraciadamente allí estaríamos cara a cara.

-¡Agh, enserio que horror! -Dije hundiendo el rostro en mis manos. Mi madre, me miro divertida.

-¿Sigues atormentada por esa niña cariño? -Me pregunto.

Claro, durante todas las vacaciones le habia hablado sobre las chicas que me fastidiaban, diciendo que no era tan grave como para acusarlas y restándole importancia.

-¿Por qué se preocupa tanto por una chica? -Pregunto mi padre, como siempre, el no entendía la situación.

-Porque esa niña lleva haciéndome la vida imposible. -Dije dándole un mordisco a mi emparedado.- Por eso no quiero verla.

-Parece todo lo contrario cariño. Has estado muy ansiosa estos días. -Me guiño el ojo y yo me ruborice.

-¡Mamá! -La regañe, escuchando su risa. Después de un rato, salí directo a la escuela.

Esta vez, iba vestida con una blusa de un estampado floral, unos jeans y mis zapatillas blancas. Este nuevo año, opte por llevar el cabello suelto y ondulado.

Al llegar, a la primera que encontré en el aparcamiento fue a Leah. Conversaba alegremente con sus amigos de la infancia y al acercarme, todos me saludaron animados. Madison se echo a mis brazos y se colgó de mi, los demás comenzaron a reír.

-¡Madi, déjame respirar! Si nos vimos ayer. -Reclame divertida. La castaña de cabello largo se separo y me guiño un ojo.

Seguimos conversando hasta que llego Clara, parecía muy feliz y nos saludo a todos con la dulzura que la caracterizaba. Después de un rato, escuchamos el chirrido de unos neumáticos y apareció un convertible azul cerca de nosotros. Todo el mundo observaba la escena.

Como si fuese una película, de el comenzaron a bajar los que conformaban el grupito.

Emma y una chica llamada Madeline, conversaban alegremente entre ellas y no lucían igual que el año anterior. Ya al cumplir los catorce años, era cuando las chicas comenzaban a madurar. Claramente lo habían hecho, ya que vestían unos jeans  ajustados y blusas cortas que dejaban al descubierto el abdomen. Incluso se podía decir que tenían maquillaje.

Vinnie y Louis eran otra historia, vestían con unas camisas holgadas de marca y chaquetas de cuero. Louis fue hasta la puerta y se la abrio a la castaña. Esa era claramente Jenna Ortega, la que conocía el año pasado quedaba pequeña frente a esta. Estaba radiante y el sol de playa le habia dejado un hermoso bronceado.

RIVALES (ADAPTACION) JENNA ORTEGA Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora