Capítulo 09

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Capítulo nueve: Cadáver

El incidente fue bautizado por los medios de difusión y noticias como: "la caída del grande". Referencia al puente construido en el año 2000, siendo exactamente un siglo su duración. Un monumento casi histórico que dejó la sociedad del siglo XXI. Los historiadores, arquitectos y científicos lamentaban la pérdida. 

Con respecto a los cuatro héroes y el monstruo, se censuraron las noticias. «Un villano más de los tantos que atemorizan la ciudad». El informe oficial que dio el departamento de seguridad pública fue: 144 personas lesionadas y 2 personas muertas.

Tres días después, se realizó una ceremonia financiada por el gobierno de Nueva York para honrar las vidas perdidas. Familiares cercanos como hijos y hermanas estuvieron presentes ante las cámaras que transmitian a millones de televisiones. Spiderman estuvo presente.

La gente regaló miles de ramos con flores sintéticas que colocaron al costado de los dos ataúdes afuera de la Iglesia. La gente solidaria y empática lloró por la terrible pérdida. Spiderman pronunció unas palabras dirigidas para la madre, y para el padre difunto. Si cree o no en Dios es diferente a respetar la fe de las personas. Hubo oraciones, hubo cantos religiosos, hubo una misa.

Había un atril enfrente de las puertas de la Iglesia, abajo yacían los periodistas y camarógrafos para cubrir la nota, todo el mundo en silencio, esperando las palabras del héroe.

—Las personas que matan, pierden la humanidad, pierden aquello que los hace humanos. La única rendición será la muerte. Velaremos por estas almas y oraremos para que encuentren la paz, y sobre todo, Spiderman se encargara que esto nunca vuelva a suceder. 

Los miles de personas que estaban alrededor de la Iglesia vitorearon su nombre y aplaudieron. Una periodista se apresuró a alzar la voz y preguntar:

—¿¡Qué hay sobre la nueva chica!? ¿¡Nos ocultaran la verdad...!? ¡¿Ocultaran que Ausen salvó también vidas y se le nagara el derecho a ser reconocida!?

Todas las cámaras apuntaron a Spiderman. El mundo cayó en un silencio profundo. Miles de pares de ojos estaba puestos en el héroe de traje azul y rojo naranjado.

—Sobre eso...

Alguien apagó la televisión. 

—Parece que Spiderman se metió en problemas, ¿no, Amatista? —pronunció una enfermera. 

Después de ser salvada por Spiderman, ella llegó al hospital. No fue atendida por la ambulancia como las demás personas que estuvieron en el incidente, Spiderman se encargó de entregarla directamente en las puertas de un hospital. Él entró a los pasillos con el cuerpo de la mujer entre sus brazos, exigió una habitación y desde entonces aquí está.

Sin embargo...

Sabe que hace días algo está mal aquí. Algo extraño. Quería hablar con Spiderman sobre eso, pero parece muy lejano.

—Llamaré a seguridad —advirtio recostada en la camilla —. Enfermera White, usted no es usted.

El rostro de la profesional se distorsionó. Si antes era una expresión delicada y alegre ahora daba la pinta de ser una malvada. Sus labios rojizos se secaron y en cambio aparecieron unos morados. La piel se tornó pálida y miles de heridas comenzaron a nacer de su cuerpo. Había una que se notaba más que las demás; era la marca que dejó la soga que apretaba su cuello.

Amatista rodó de la camilla para caer al piso antes de que el agujero negro la absorbiera. Se desconectó los tubos que estaban en sus venas y nariz.

Encarceló a la muerta con ayuda de dos aros que se acomodaron al tamaño de su torso y aprovechó para escapar. La gente le miró sorprendida por lo que sucedía.

ANTIHÉROE ⋮ MIGUEL O'HARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora