—¿Dónde está la chica? No ha regresado con la carreta.— dijo Haytham con un tono molesto, comenzó a caminar y logró encontrarla más de 70 metros de distancia. —¿Que no pensabas regresar a por mí?
—Digamos que tuve unos pequeños problemas...— respondió Rebeca.
—¿Qué clase de problemas?— subió a la carreta.
—No sé manejar una carreta, sé cómo hacer que vaya hacia adelante, pero no cómo hacer que dé vuelta.— respondió Rebeca mientras hechaba a andar la carreta, por lo que Haytham quedó algo impresionado.
—Eso... bueno, ya no importa. Debemos regresar lo antes posible.
—¿Por qué sacaste la espada?
—Al parecer una vez usada dejó de brillar, así que la puedo llevar conmigo de manera común, aunque es algo grande.— mencionó mientras dejaba dicha espada en la parte trasera de la carreta.
—Acabaste con Bellec ¿verdad?
—Obviamente, sería molesto si se le llegara a ocurrir seguirnos o reportar lo sucedido, no estoy como para estar soportando ese tipo de cosas.
—Una lástima, parecía un buen hombre...
—Dime ¿seguirás usando ese traje?
—Sí, al menos por un rato, ayuda contra el frío.— mencionó la chica mientras se colocaba su capucha. —Además, portan un símbolo en el cual tú también tienes en tu traje, específicamente en tu hombrera derecha.
—Vaya, que observadora eres...
—Aunque...— aflojó sus brazaletes con la intención de quitárselos. —Estas hojas ocultas no me gustan.
—¿Has pensado en teñirte tu pelo? Ese color rosa resalta demasiado como para hacer los trabajos que llevo a cabo.— preguntó Haytham.
—Lo he pensado y tal vez lo haga, cuando estemos de regreso tengo pensado teñirlo de negro. Tengo una pregunta para ti Haytham ¿qué son los asesinos exactamente? Tú llevas un símbolo suyo, debes saber algo al respecto.
—Es momento de que lo sepas, creo que tú podrías servir bien a nuestra orden. Respondiendo tu pregunta, los asesinos simplemente son una bola de idiotas que supuestamente buscan la paz y la libertad, pero que su forma de hacerlo siempre termina dañando aquellos a quienes dicen "apoyar".
—¿Entonces tú qué eres?— cuestionó las chica a la vez que le daba las riendas a Haytham para que él manejara.
—Yo soy Haytham Kenway, maestro templario. Los asesinos en algún momento buscaron lo mismo que nosotros, incluso llegué a respetarlos en su momento, debido a que mi padre fue un asesino.
—¿Entonces por qué que dices ser templario?
—Los caminos de la vida siempre son extraños ¿no? Yo he elegido proteger ésta orden con mi vida, hasta el fin de mis días y no dudaré en hacerlo.— respondió contestó Haytham.
—¿Qué buscan los templarios exactamente?
—A diferencia de los asesinos, no buscamos la libertad sino el orden. El pueblo es un rebaño y alguien tiene que guiarlo, si dejas a un hombre libre siempre buscará el poder sobre alguien más, pero si los guías crearás la paz.
—¿Llevas mucho en ésto?
—Desde niño ¿pero a qué se deben tantas preguntas?
—Curiosidad al fin y al cabo, he estado a tu servicio ¿no es así?— mencionó la jóven.
—Dicho y hecho has servido demasiado bien a mí parecer, podrías ser una digna representante templaria. Has demostrado gran convicción y potencial, además de acatar las órdenes a pie de la letras, no te tiembla la mano al momento de hacer lo que se te ordena. Ahora yo te pregunto a ti... ¿Quieres unirte a nuestra causa y traer un mundo mejor?— Haytham hizo su gran petición con Halagos para después ofrecerle un anillo.
—No te había escuchado así de animado desde que nos conocimos, quizás lo haga Haytham, suena bien...
—Tomate tu tiempo, aún eres jóven y tienes mucho que aprender, toma el anillo pontelo cuando tomes tu decisión.— contestó y lo que Rebeca reaccionó a tomar aquel anillo, para después guardarlo en uno de sus bolsillos.
—Logras un gran trabajo a pesar de ser tan jóven, es algo de admiración.— dijo halagandola nuevamente mientras se quitaba su sombrero. —Me recuerdas a un amigo...
—¿De quién exactamente?
—Ya lo conoces, Shay Patrick Cormac mi mano derecha en todo esto.
—Él también es templario ¿no es así?
—Quitándome a mí, él es el mejor que hay. Se ha ganado el rango de maestro y tiene mi respeto, aunque es un lástima que esté ayudando a ese chico, a mí parecer es una pérdida de tiempo pero él dice verle potencial.
—¿Hablas de Jacob? mi último recuerdo con él no es muy bueno que digamos, pero háblame más sobre Shay.
—Él está al mando de las flotas templarias desde hace tiempo, ha demostrado ser un gran capitán muy útil, se puede decir que sin él la guerra de los 7 años no se hubiera ganado, lo he visto vaciar un barco entero, él solo es letal.
—Quiere decir... ¿qué podría acabar contigo sí quisiera? Hablando hipotéticamente.— preguntó Rebeca curiosa.
—Actualmente no dudo que pueda hacerlo, sin embargo yo tengo mejor técnica en el uso de la espada, él es más joven y está totalmente acostumbrado a estar en lucha continua, no cuesta nada aceptar que él es mejor que yo en ese aspecto, por eso mismo es mi mano derecha.— contestó apretando su puño. —No suelo hablar mucho, ya que es una pérdida de tiempo pero tú me llegas a agradar.— le sonrió a Rebeca. —No tardaremos tanto en volver a Nueva York, le entregaré la caja a Charlees Lee para que las resguarde, después nos iremos al atlántico norte para probar la espada de mejor manera, le pediré a shay que nos acompañe de todas formas, tenemos un pequeños pendientes ahí.
—Yo pensé que era una maquina de matar sin piedad, pero en verdad es sólo un hombre.— dijo en su mente la jóven. —De acuerdo.
—Tomaremos un barco más grande para llegar mucho más rápido, podemos ser algo permisivos. — mencionó mirando la espada.
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Saviors of time
AdventureTodo inicia en una tierra como la nuestra con un adolescente que vivía como cada uno de nosostros hasta que la misma diosa Cronoa lo visita en una noche para ofrecerle convertirse en un patrullero del tiempo. Acompañemoslo en el viaje para convertir...