UNO

4K 241 48
                                    

Un delicioso aroma a miel inundó las fosas nasales de Giyu Tomioka, el pilar del agua. Curiosamente, caminaba por el pequeño bosque de Bambúes, el olor era incluso más fuerte, pero Giyu se mantenía firme, aunque fuera un alfa, sabía que los bajos instintos podían ser controlados, pero claro, habían excepciones, las cuales el ignora apesar de dañarse.

Giyu suspiró y corrió hacia la fuente de olor, cuando llegó, observó a todos lados, nunca antes había visto el pequeño lago que se encontraba en ese lugar, el siempre caminaba por esos lados, pero nunca lo notó. Sus ojos se fijaron en una persona, la cual le daba la espalda, pero el haori le indicó muy bien quien era, Giyu caminó hacia el y lo cargo en su hombro, pero el hombre se rehusaba a aceptar su ayuda.

¡¡SUELTAME!! —Le exigió entre gritos, Tomioka hizo oídos sordos y empezó a correr, pero al parecer, esto hizo enojar más al chico en su hombro—. ¡¿Acaso no escuchas?! ¡Te estoy diciendo que me bajes! ¡NO NECESITO DE TU MALDITA AYUDA!

Cállate, odio que griten. —Se limitó a decir Giyu, con un tono serio y firme.

—...

Ante las palabras de Tomioka hacia el chico, este solo guardo silencio, había algo que le molestaba mucho, pero no sabia muy bien que era.

El había salido a caminar, junto a su pequeño y blanco amigo, ambos disfrutaban de los roces del agradable aire, el cielo y también, los pequeños paisajes. Pero de repente, sintió una fuerte punzada en su pecho, luego, un insoportable calor, fue cuestión de segundos para darse cuenta de su situación, solo rezaba para que nada le pasara.

Cuando se percató del hombre quien lo cargaba, se enojó aún más, no por la idea de que este se diera cuenta de su genética o género secundario, sino, porqué este lo odiaba con todo su ser, y con el solo echo de que este lo tocara sin su consentimiento, lo hacía enojar aún más. Gritó y exigió que lo bajara, pero en ningún momento ese hombre le hizo caso, al contrario, cuando este saltó, habló y eso fue suficiente para sentir la clara advertencia.

Ambos se mantuvieron callados hasta que Giyu entró con Iguro en su hombro, rápidamente este llamo a Shinobu, quien al escuchar los gritos, corrió hasta encontrarse con los dos hombres.

La linda mujer se acercó corriendo hacia Obanai, quien respiraba con mucha agitación, no había corrido ni nada, así que ella rápidamente se dio cuenta de la situación. Shinobu volteó a ver a Giyu, pero este solo se quitó su haori y se lo entregó a la mujer alfa, luego salió y suspiró frustrado.

Valla día, conque un omega. —Ya sin hacer algo más, el pilar del agua salió de la finca y caminó a la suya.

Por otro lado, Shinobu recostó a Iguro en una de las camas, luego, le pasó dos píldoras, creadas solo y únicamente para el.

DATO CURIOSO; Los omegas no pueden tomar cualquier inhalador, en este mundo, estos deben de mandar a hacer supresores, los cuales sus cuerpos acepten, si estos no lo llegan a aceptar, deben de probar con otros y así sucesivamente.

Shinobu observó el haori de Tomioka, así que sin otra opción, tomó el haori de dos patrones y se lo dio a Iguro, quien lo tomó y se lo puso, luego se acurruco y cerró sus ojos, poco después, calló dormido.

Iguro-San... ¿Ahora que haremos?

(...)

Luego de comprobar que la medicina hizo efecto, Shinobu llamó a Mitsuri para que cuidara de Iguro, pues ella tenía que salir a resolver algo, la pilar del amor no se negó, pues a esta le encantaba ayudar, y especialmente, a un chico Omega muy lindo.

Y exactamente Iguro es muy lindo.

Shinobu salió de su finca y corrió a la de Tomioka, ahora que el sabía que Iguro es un Omega, y no un "Beta" como se lo hacía ver a todos, tenía que encontrar una solución lo más rápido posible, o al menos, persuadirlo.

Al llagar, tocó la puerta de la finca, y poco segundos después, Giyu apareció, no sé sorprendió al verla, pues sabía muy bien la razón de la "visita", se hizo a un lado y le hizo un gesto para que entrara. Ambos pilares se adentraron a la casa, y al entrar, el ambiente cambió en un segundo.

No diré nada, ni tampoco voy a chantajearlo, no es lo mío. —Afirmó de inmediato Tomioka, sentándose en uno de los cojines.

¿Qué quieres a cambio Tomioka Giyu? —Preguntó con cierto tono irritado la mujer alfa.

Giyu solo suspiró y abrió sus ojos.

No quiero nada. Si no recuerda quién lo ayudo, inventale algo creíble, sabes que no es fácil de engañar, y por cierto, quítale mi haori antes de que se despierte.

La mujer todavía no estaba convencida del todo, habían dudas en ella, pero decidió dejar las cosas así y no alargar la charla, tenía que volver a la finca. Tomioka no mostraba nada más que un aura tranquila y serena, además de eso, no mostraba nada más que palabras verdaderas. La mujer asintió y se levantó del suelo.

Solo por esta vez, confiare en ti, hasta mañana Tomioka-San.

La mujer salió de la casa, y Tomioka solo suspiró de nuevo, en cierta forma había dicho la verdad, no tenía ni la más mínima intención de chantajear a su compañero, pero saber que era un Omega, le parecia irreal, pues no se mostraba débil, ni sucumbia a las amenazas de otros, en pocas palabras, era algo muy interesante.

Giyu dejó de pensar y se levantó del suelo, se estiró y preparó algo para comer, aunque todavía faltaba mucho para que la noche cayera, su hambre lo estaba matando.

(...)

Con que se dio cuenta. —Dijo Mitsuri, con un tono preocupado, la linda chica apretó sus labios—. ¿Que te dijo Shinobu-San?

Por ahora, estamos en luz verde, no hay peligro, al parecer, a Tomioka-San no le interesan los omegas hombres, y eso es bueno tanto como para Iguro, como para nosotras. —Afirmó, para tomar el haori de dos patrones.

Mitsuri embosca una risa de alivio.

Que bueno~ ya me había preocupado mucho.

Yo igual. —Dijo, para luego reír.

Ambas mujeres estaban muy aliviadas.

Iguro todavía seguia dormido, y su fiebre ya había bajado considerablemente, pero su sonrojo todavía estaba en sus pálidas mejillas. El chico siguió durmiendo hasta el día siguiente.

Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora