🔞CINCO🔞

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🔞🔞🔞Este capítulo será dedicado solo para la descripción del sexo entre Iguro y Giyuu, y por lo tanto, será un capítulo largo, con más de 6500mil palabras. Disfruten del cap, y si no es de tu agrado, no lo leas ÙwÚ 🔞🔞🔞

Recuerden dejar tu voto, ya que me ayudan a subir más cap casi diarios, soy más activo por las noches.

Ahora sí, empezemos😈🤙☠
























Iguro se había levantado del futón, pero apenas lo hizo, calló de rodillas al suelo. El golpe fue fuerte y, una de sus rodillas se tornó tan roja como si estuviera a punto de sangrar. Iguro dejó caer algunas lagrimas, su piel estaba tan sensible y tierna, que si alguien lo quisiera morder, le podría arrancar un gran pedazo de carne. Obanai mordió sus labios, el chico se sentía sofocado por las vendas en su boca, le fastidiaba tenerlas, así que, a duras penas se las removió y las dejó caer. Sus cicatrices se expusieron en aquellas paredes.

Mucho, mucho calor, ¿por qué hace tanto calor? —Iguro se preguntó, para poco después, empezar a quitarse el pantalón, sus movimientos eran lentos, pues no tenía mucha fuerza en sus dedos ni en sus brazos.

Obanai volteó a ver hacia un lado, donde habían dos puerta, no sabía cuál de las dos tomar, así que se levantó y caminó hacia la primera que consideró más cercana. El pequeño hombre tomó el pomo de la puerta y la abrió encontrándose con un espacioso baño.

Obanai sonrió inconsciente, entró al baño y sin siquiera quitarse la ropa faltante, entró y en pocos segundos ya estaba empapado de agua fría. Ahora se sentía un poco mejor, pero el deseo de tener intimidad era más intenso que antes, sentía como su vientre se contraía, anhelado tener algo dentro de él, algo que lo llenará y lo hiciera sentir muy bien.

El dolor en su rodilla no disminuía, de hecho, Obanai se quejaba cada cierto tiempo porqué el agua rosaba el lugar rojizo e hinchado.

Me duele mucho, —se quejó—, duele.

Iguro de repente pensó en salir y buscar un botiquín, pero no podía, a duras penas se podía mantener de pie.

Obanai se quitó la ropa faltante, y su cuerpo quedó desnudo, su figura era tan hermosa como sus llamativos ojos.

Luego de unos cuantos jadeos, Iguro pudo salir del baño, luego buscó algo con que taparse, o por lo menos, algo que le cubriera, aunque todavía sentía calor, su mente todavía tenía un hilo de cordura.

Iguro observó la habitación y se encontró con un haori de dos patrones, inconsciente de su acto, entre cerro sus ojos y siguió observando el haori.

¿Mmm?

Iguro tomó el haori, lo apretó y lo llevó hasta su pequeña nariz, el olor hizo que cerrara sus ojos y se concentrara incluso aún más. La luz era cada vez más poca, los tonos se hacían fríos.

(...)

Tomioka estaba desesperado, el hombre golpeaba con su puño un árbol, poco después de unos minutos, Kanzaburo llegó y se posó en su cabeza.

¡¡Shinobu Kocho no se encuentra en su finca!! ¡¡Shinobu Kocho no se encuentra en la finca mariposa!!

¡¿Cómo qué no está Kanzaburo?!

¡No está! —Afirmó el viejo cuervo.

Giyu rechinó los dientes, ¿como que Shinobu no estaba en la finca? Si bien, sabía que ella no era enviada a misiones el día cinco, algo no le cuadraba.

Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora