VEINTITRÉS

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Hace dos horas, en la finca de la familia Rengoku...


-¿Entonces Senjuro es un omega? -Indagó el dueño del lugar. Esta vez, no estaba borracho, como normalmente lo está. Rengoku Kyojuro asiente, mientras que a su lado, está su hermano menor, temblando un poco por el aura que emana su padre-. Bien, ya veo por que siempre es tan obediente, es una réplica de tu madre, la única diferencia es que su cabello y ojos son una réplica de mi. -Dice, mientras mira la gran pintura que hay en la habitación.

Senjuro solo mantuvo su mirada perdida.

-Padre, -Kyojuro capto la atención de su padre apenas lo llamó-, en unos días me iré a una misión, y quiero que Senjuro se quede con una amiga, es una omega, creo que ya la habías visto entrar a la finca. -Le afirma el chico, mostrando una sonrisa en sus labios-. Sabes que Senjuro está muy cerca de cumplir sus 16 años, y por lo tal, se va a manifestar, y como no tiene a su pareja, quiero que pase su primer ciclo lejos de cualquier alfa, hasta de nosotros. -Dice, manteniendo su postura.

El rostro de su padre se volvió sombrío, ¿estaba molesto? Si, eso es más que claro, ¿cómo se atreve a decir tales palabras? ¿Como iba a dejar a su hijo menor en otra parte?

-No.

-Pero padre, sabes que, aunque seas su progenitor, caerás ante las feromonas...

-Para ese tiempo, yo estaré afuera, en otra de las casas, tú hermano estará solo para ese entonces, no dejaré que salga de la finca, si tanto quieres que tu amiga lo cuide, que venga ella. -Escupió furioso.

-Pero padre...

-¡¡EH DICHO QUE NO!! ¡Si tanto quieres protegerlo, que venga esa mujer y listo! ¡¡PERO TÚ HERMANO NO VA A SALIR DE ESTE LUGAR!! ¡No lo permito! Fin de la discusión.

Y sin más, el señor de la finca se levantó, y se retiró maldiciendo como cuando estaba borracho.

Senjuro apretaba sus manos, arrugado la tela.

Kyojuro por su parte, estaba un poco molesto, pero se tranquilizó un poco. Por lo menos, sabía que podía traer a Mitsuri con el, y que su padre se iría de la finca cuando el primer celo de su hijo empezara, y para ese tiempo, el ya se abría ido a la misión.

-Hermano -la frágil voz del menor, hizo que Kyojuro volteara a verlo-, no tienes que hacer nada de esto... No es necesario. -Dijo, aún con su mirada bajada.

Aquellas palabras no le gustaron en lo absoluto al alfa, quien trató de que su hermano no viera su molestia.

Sabia que este es sensible, y que, todo el tiempo estaba muy nervioso y alerta, cosa que no le agrada a él.

-¿Pero que dices? -Exclama, levantándose-. Es necesario hacer todo esto, estas en peligro si nuestro padre cae ante los instintos, hasta yo soy un peligro para ti... Entiende que todo esto es para poder protegerte, es lo mínimo que puedo hacer por ti.

Senjuro por su parte, solo asintió, sin renegar algo.

Aunque la actitud de su hermano menor es digna de un omega, eso le preocupa en gran parte. Debe de decir lo que no le gusta, no pude quedarse callado todo el tiempo, tiene que aprender a decidir, y sobre todo, a hacerse ver en la gran casa, pero es inútil, es como si su hermano se negara a cambiar, y más, si se trata de "Eso".

Cuando Senjuro salió de la sala, Rengoku solo apretó sus puños.

Algo no anda bien con su pequeño hermano menor.

Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora