CATORCE

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Empezemos uwu.


Iguro siempre se ha sentido inseguro consigo mismo, y su familia fue la causante de todas sus inseguridades.

Cuando nació, fue dado a la mujer serpiente, quien regia la Mansión. Por suerte, aquella cosa no se lo devoró, de hecho, dijo que iba a esperar a que este cumpliera sus 15 años, pues está supo de inmediato que Iguro había nacido siendo un omega, y lo tomaría como suyo, cosa que a las mujeres de la casa les agradó.

¿Que más da? Solo es un hombre, y nos dará más riquezas.

Iguro fue encerrado, a sus 12 años fue llevado ante la mujer quien pidió que le cortaran ambos extremos de sus mejillas, ella quiera que Iguro se pareciera a ella, o por lo menos, tuviera algo que lo marcara para siempre.

Esa misma noche, Iguro escuchó como integrantes de su familia hablaban sobre el, y escucho que aquella cosa lo quería, cosa que lo asustó y repugno en su totalidad.

Iguro escapó esa noche y junto a él, su único amigo. Iguro había sido alcanzado por la mujer serpiente, quien iba a matarlo, pero en ese momento, llegó un cazador, quien mató a la serpiente de un solo movimiento. El hombro tomó a Iguro y se lo llevó, por esa razón, Iguro le tiene rotundo respeto a Rengoku, y a todo aquel integrante de esta familia.

Los años pasaron, y Iguro se volvió un Pilar, no muy fuerte, pero si muy ágil y astuto, resaltando mucho en esas áreas.

En su primer ciclo de calor, Iguro recurrió a Mitsuri, quien lo ayudó a tomar unos supresores, los cuales no le ayudaron en nada, pues no eran hechos para su sistema. Mitsuri llamó a Shinobu, la mujer alfa había llegado tan rápido como se le pudo, y cuando vio a Iguro en esa condición, solo sonrió como de costumbre y le ayudó.

Había sido una noche muy larga, pues Shinobu no había traído el equipo para crear un supresor, así que esta tuvo que darle unas pastillas de conciencia, o bueno, para que se mantuviera cuerdo y no hiciera locuras.

Al día siguiente, Iguro les pidio a ambas pilares que lo mantuvieran en secreto, pues no quería que nadie más que ellas lo supieran. Y así fue. Luego de su primer celo, Iguro no había cambiado en nada, la única diferencia, era que se volvió más lindo, cosa que a él mismo no le gustó.

Cuando Iguro conoció a los demás pilares, se sintió muy bien con la cálida bienvenida, además de la pequeña fiesta que le habían dado. Esa misma noche, Iguro se presentó con más decencia y extravagancia.

🌻Flashback...🌻

-¡¡Qué el invitado de esta noche se ponga de pie!! -Gritó muy entusiasmado Uzui tengen, el Pilar del sonido, quien se llevó la cerveza a sus labios.

Iguro se puso de pie y miró a todos, quienes estaban rodeando la mesa.

-¡¡Preséntate con más extravagancia Iguro-San!! -Pidió el pilar, mirándole.

Iguro asintió y poco después, dijo en medio de su borrachera.

-¡¡Soy el magnífico, el único, el más sexy y lindo Pilar, soy Iguro Obanai, el Pilar de las serpientes!! -Grito, haciendo poses un poco tontas, cosa que hizo que todos los pilares se echaran a reír-. ¡Jajaja! -Iguro se volvió a sentar.

Uzui se sintió orgulloso por la magnifica presentación de su amigo, quien no paraba de reír.

-¡¡EXTRAVAGANTE!!

Rengoku bebió de su cerveza, al parecer, es él único que no ha sucumbido ante los efectos del alcohol. Aquel Pilar miraba a sus compañeros, quienes reían y decían cosas sin sentido.

Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora