DIECINUEVE

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Este capítulo esta dedicado a la pareja secundaria, y la verdad es que tenía unas ganas de hacer un capítulo de ellos, espero que no me odien >n<.

Esto pasó mucho antes del accidente con Iguro y Tomioka, digamos que un año o menos.





Su primer encuentro no fue el mejor, a simple vista, el ex Pilar del sonido se mostraba como un hombre algo estúpido y terriblemente apuesto. Su alta figura cautiva a cualquiera, pero para el joven rubio, solo era otro estúpido más, de echo, el rey de los estúpidos, claro, por encima de su compañero Inosuke.

Después de la misión en el distrito rojo, todos salieron muy heridos, más el Pilar, quien perdió uno de sus ojos y una de sus manos, por suerte, estaba vivo y con su ego más elevado que nunca.

El Pilar se retiró, pero eso no le impedía acosar al rubio cada vez que lo veía o lo encontraba.

¡Por favor déjame en paz! —Suplicó por quinta que Zenitsu, ya cansado de las constantes insistencias del hombre detrás de el—. No me interesa en lo absoluto estar con alguien, le pido de buena manera que me deje en paz.

Eres muy lindo, debes de ser cuidado por alguien fuerte y bello. —Dijo orgulloso, inflando su pecho como un gallo. Uzui había ignorado todas las palabras del rubio, solo se escuchaba a sí mismo.

Zenitsu cerró sus ojos, estaba al borde de salir corriendo.

Por Dios. —Balbuceo entre dientes.

Solo acepta ser mi cuarta esposa, no es tan malo. —Comentó, sonriendo de lado a lado, orgulloso de sus palabras.

Aquellas palabras hicieron que la paciencia de Zenitsu acabara, el omega se detuvo y se giró, miró con rabia al hombre frente a el y luego solo escupió:

Nunca me casaría con alguien como usted, ¿no le basta con tres hermosas mujeres? ¿Para qué quiere a alguien más? Eso es relativamente asqueroso de su parte, me siento asqueado. —Expresó.

Uzui observo con un poco de asombro al rubio.

Aquellas palabras salían con un tono serio y áspero, el omega no se detenía. Uzui solo lo escuchaba, cuando el omega se calló, el alfa le tomo de la mano y lo observó con brillo en su único ojo.

¿Entonces es un si? —Preguntó, ignorando todo lo que el rubio le había dicho.

Zenitsu dejó salir humo de sus oídos.

—¡¡QUE NO!!

Luego desapareció del campo de visión de Uzui. Aquella respuesta siempre era la misma, parecía que su encanto no podía conquistar a aquella joya, se sentía frustrado y con un poco de enojo.

¿Como era posible que un omega lo rechazara? Nadie nunca le había dicho que no, esas palabras no eran de su agrado, siempre obtenía lo que quería... Pero esta vez, no pudo obtenerlo de nuevo. Se estaba empezando a irritar mucho, no le gustaba nada la situación.

El ex pilar del sonido llevaba tiempo persiguiendo al omega, quien no mostraba señales de atracción hacia alguien, siempre se mantenía sereno, pero algunas veces era algo exagerado. Cuando se lo llevo, junto a los otros dos, no pensó que el chico se viera tan bien, además, también lo había cautivado por su velocidad.

Era sorprendente.

Uzui se dio la vuelta, y empezó a caminar sin algún rumbo, no quería ir a su finca, sus esposas estaban con sus familiares, les había dado el permiso de visitarlos, ya que tenían años en no ir a verlos. Al estar sólo, buscaba que hacer o a quien fastidiar.

Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora