Mi primera vez

VEINTISIETE

NO ME ODIEN, pero era necesario hacerlo, es la pareja secundaria, y tenían que sufrir más que la principal.

UnU

No podía ser una relación sana, además, como se dieron cuenta, Uzui es bien egoísta, y creo que eso, es algo que todos debieron ver o esperarlo.

Quería decirles que, estamos a pocos capítulos para el final de esta historia, así que espero no me dejen, y lean mis otras historias, eso sí me ayudaría más a crear más y más fantic jajaj.

Bueno, ahora sí, les dejo el capítulo, adiós. 🙂

Cuando la noticia fue dada a todos los pilares, nadie se imaginó que la linda Pilar del amor había muerto en las manos de un demonio, nadie podía creerlo, ni el patrón, ni mucho menos Iguro Obanai, todo era tan repentino, hace solo dos día habían hablado sobre como les gustaría tener un lindo futuro con sus parejas, ella como parte de la familia, siendo la bella madrina de su hijo, pero no fue así, ¿cómo podía ser ciertas aquellas palabras?

Cuando la noticia fue dada por el cuervo de la joven fallecida, Iguro se encontraba solo en la finca de la chica, Tomioka había salido a comprarle unas cosas, las cuales el omega quería tener como diera lugar.

Solo faltaban dos minutos para las seis de la tarde.

Cuando el Pilar del agua llegó, entró y buscó al joven, cuando lo encontró, dejó caer todo y fue a abrazarlo, el alfa se sentía terriblemente ansioso, no, era otra cosa, podía sentir otra cosa, más fuerte que la ansiedad de ver al omega llorando en una esquina, con su cabello echo un desastre.

(Qué está pasando? Esto no me gusta para nada.)

Tomioka cargo el tembloroso cuerpo de Obanai, y lo dejo en el futón, donde el omega no quiso separarse del Pilar... No quería estar solo, no por el momento.

—Iguro... —Giyuu tuvo que moderar su tono, lo cambió a una calmado, nueve y cálido, lleno de confianza—. ¿Qué pasa? —Se atrevió a preguntar. Pero no hubo ninguna respuesta, solo más lagrimas—. Por favor dime que está pasando, me siento angustiado al verte así.

—Mit–Mitsuri —dijo a duras penas. La voz del omega no era para nada estable—, su cuervo, su cuervo a informado que a sido asesinada por un demonio hoy, aproximadamente a las 4:30 de la mañana... Se a ido para siempre Giyuu. —Confesó ya rompiendo en llanto.

Las feromonas de Iguro eran fuertes, podía oler el dolor, un dolor que el ni siquiera quería experimentar. El alfa apretó sus puños, las venas resaltaban.

¿Qué tenía que hacer en estos momentos? ¿Qué? Nunca antes había podido expresarse, y ni siquiera en el presente puede hacerlo, pero verlo a él así de derrumbado, así de indefenso, lo hacía poner más que nervioso y preocupado por el estado del omega.

—Llora todo lo que quieras, quiero que llores, grites, saques todas esas frustraciones, si es necesario, golpeame, libérate de todo ese dolor acumulado en tu corazón, Iguro —Tomioka tomo con cuidado el mentón del Omega, pero los ojos de Iguro estaban cerrados, pero aún así, las lagrimas salían, salían sin parar—, eres un omega muy fuerte, y a Mitsuri no le gustaría que tu estuvieras llorando, ¿o crees lo contrario?

—No puedo evitarlo, Du–duele, duele mucho.

—Lo sé, se que duele mucho, por que yo perdí a dos seres muy importantes y de valor incondicional, los demonios me los arrebataron, y por eso, estoy aquí, vivo, para hacer que esos sacrificios no sean en vano... Soy un Pilar débil, siempre termino siendo protegido por otros, y me odio por eso... Por esa razón, me prometí a mi mismo protegerte a ti y a nosotro hijo. —Confesó el alfa con un tono muy gélido.