Pude sentir que algo me hacía cosquillas, abrí los ojos aún sin saber muy bien dónde estaba y entonces la Vi frente a mi cerca, muy cerca, me acababa de dar un beso, eso me despertó su cara y sus ojitos estaban tan llenos de ternura.
-Buenos días princesa.
Princesa,lo raro que era esa palabra en sus labios para mí.
-Ya es de día?
-No de el todo en realidad, pero quería tenerte conmigo un poquito más, perdón por no dejarte dormir más.
-Que hora es?
- Las cuatro de la mañana.
-Es demasiado temprano Althea.
-Asi espero a más tarde despertarás y te irás de inmediato.
-En realidad creo que debería irme ya.
-No. No te vayas por favor. Quédate conmigo.Dijo esto y me abrazó hundió su cabello en mi pecho, era tan tierna que dolía sabía que debía irme amanecer con mi marido pero la verdad es que estaba donde y con quién quería y después de todo será muy muy temprano. La abracé por primera vez con ternura y sin miedo ella al parecer quería esto tanto como yo y ya yo no podía seguir luchando contra este cariño porque no no era deseo lo que me producía en este momento, era algo mucho más fuerte y más peligroso.
La sentí tan pequeña en mis brazos, tan indefensa, tan mía y eso debo admitir que me gustaba. Acaricié su espalda sobre su blusa no se por cuánto tiempo, hasta que en un momento deslicé mi mano debajo de su ropa el contacto de mi mano con su piel hizo que se estremeciera lo pude sentir en la forma en que pegó su pecho más al mío. La luz era muy tenue apenas de una pequeña lámpara que tenía en el escritorio lejos de su cama apenas si podía ver su figura pero pensar en sus pechos sin brasier tan cerca de los míos hacia que mi corazón se acelerara. Y entonces ella levantó su cara y yo sin pensarlo dos veces busque sus labios. Y la besé, despacio como si tuviera el mundo para nosotras, sin prisas ni preocupaciones acaricié su cabello y entonces ahí en sus labios perdí todas las batallas que había estado librando. La besé, la pegaba cada vez más a mi quería tenerla tan cerca como fuera posible y entonces comencé a besar su cuello era tan cálido y el efecto que mis besos causaban en su respiración solo hacía que quisiera besarla más, admito que moría de curiosidad por bajar por su pecho hasta sus senos pero no podía tenía miedo no sabría hacerlo yo jamás había besado a una mujer mucho menos podía imaginar algo más y quería hacerlo pero en ese momento los nervios fueron más fuertes. La jalaba hacia mi y como ella se sujetaba a mi espalda me gustaba, no se muy bien como pasó pero ella paso su pierna sobre mi cadera y cuando pude darme cuenta estaba completamente sobre mi sin parar de besarme,no sentía pesada para nada era tan menuda que me daba una sensación de poder que me excitaba, tenía ambas manos en mi cuello y sentí como su mano derecha bajo lentamente por mi hombro, llego muy cerca de mi seno y yo quería que lo hiciera que me tocará quería sentir la caricia de su mano pequeña sobre mi pecho pero no lo hizo.
Estuvimos asi por mucho tiempo entre besos y caricias. Y cuando habló sus palabras me sorprendieron un poco.
-No se hacerlo.Me sorprendió que nunca lo hubiera hecho con una mujer después de todo ella me había buscado a mi con tanta insistencia, pero, no era yo la persona para juzgarla porque yo tampoco había estado nunca con una mujer.
- yo tampoco he estado nunca con una mujer no te preocupes.-No es eso, yo nunca lo he hecho con nadie.
Eso me sorprendió todavía mucho más, la personalidad de Althea era fuerte segura como si no le tuviera miedo a nada actuaba de una forma que me hacía creer que tenía experiencia en estos temas pero ahí en la cama conmigo se había vuelto pequeña, insegura. Y a mí lo único que me provocó fueron ganas de cuidarla y quererla.
-Estas asustada? (Le pregunté para tranquilizarla)
-Un poco. Tengo un poco de vergüenza (Respondió con una voz suave)
-Date vuelta.Le dije para que quedáramos las dos sentadas, ella de espalda a mi entre mis piernas. Ella no puso ninguna resistencia la abracé por la espalda y acomodé mi barbilla en su hombro derecho yo era más alta que ella y no se me hizo difícil envolverla con mis manos. Quería decirle esto al oído y hacerla sentir segura.
-Todo va a estar bien. Conmigo puedes estar tranquila voy a quererte a mi manera, tu me pediste que te quisiera y te quiero.
Besé su cuello, despacio con mucho cariño mientras mis manos exploraban su cintura, enserio que tenía una figura perfecta. Le quite la blusa y ella accedió creo que esa noche hubiera dejado que le hiciera lo que yo quisiera.
Besé su espalda, era tan blanca, podía verla gracias a la pequeña luz de su escritorio, en su hombro derecho tenía una pequeña cicatriz que en algún momento debió haber Sido una herida importante, no pregunté nada no era el momento solo la besé, besé sus hombros por muchos minutos y acaricié sus caderas con mis manos subí por su espalda hasta sus hombros los explore y seguí mi camino sobre sus brazos delgados, sus codos, hasta llegar a sus manos entrelacé mis dedos con los suyos y la abracé mis manos quedaron alrededor de su cuerpo pero sus manos impedían el contacto directo de mis brazos con su abdomen, quería que confiara en mí que supiera que podía tenerla así desnuda y que aunque deseara sus pechos, su cuerpo deseaba más su alma y eso aún no me lo había ganado estába segura y era algo que deseaba aún más que su cuerpo.
Acomodo su cabeza hacia atrás sobre mi hombro. Y con los primeros rayos de sol asomando por su ventana me dijo:
- Me gusta tu manera de quererme.
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Barcos De Papel
RomanceAlguna vez te has enamorado de un pecado? Althea la hija de mi marido me llevara a conocer lo real que puede ser el pecado de amar a quien no deberías.