Te lo podría repetir toda la vida

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A mí también me gusta lo que veo, esas palabras no dejaban de resonar en mi cabeza, hacía rato ya que se había hecho de noche, Althea se había ido hace horas y yo no podía dormir.

Realmente quería y necesitaba entender que me estaba pasando porque no podía dejar de pensar en esa niña en lo que me hacía sentir y en esas extrañas ganas que tenía de tenerla cerca.

La mente me volaba, estaba viajando a miles de kilómetros por hora viendo por la venta de mi cuarto cuando escuché un ruido un poco violento que venía del piso de abajo talvez de la sala, sin pensarlo me apresuré a bajar y efectivamente ahí estaba ella Althea tratando de escabullirse en la oscuridad después de haber quebrado un jarrón.

-Althea estas bien?

-ssshhhh no hagas ruido (dijo con la voz enredada) vas a despertar a la señora de la casa.

-Niña tú estás borracha?

- ¿qué? No digas eso se va enterar mi madrasta (decía mientras reía)

Estaba tan ebria que no podía ni distinguir quien era yo, no lo podía creer en qué momento se le ocurrió a esta niña tomar tanto.

-Señora esta todo bien? escuché un ruido. (dijo Clara una de las chicas que nos ayudaban en la casa.

- Está todo bien Clarita no te preocupes vuelve a dormir yo me haré cargo.

Le respondí rápidamente, lo cierto es que no quería que las chicas la vieran así. Tomada a ese punto. En ese momento Althea se agachó sobre los vidrios según ella iba a tratar de recogerlos. Corrí hacía ella rápido para detenerla no quería que se fuera a cortar.

- Deja eso (le dije mientras la sujeté del brazo para levantarla)

Sin pensarlo mucho me rodeo con sus brazos, realmente debía sentirse desorientada para acercarse tanto, la podía sentir delgada, frágil y tierna entre mis brazos, su piel suave por un momento olvidé todo y me quedé ahí quieta sintiendo ese pequeño acercamiento.

-Dios que bien hueles. (soltó bajito mientras acomodaba su cabeza en mi cuello)

Y en ese momento no sé porque mi traicionero corazón empezó a golpear fuerte dentro de mi pecho. 

-Vamos. 

Le dije mientras trataba de disimular y de ocultarme talvez a mí misma lo nerviosa que me ponía esta niña. Caminé así con ella aferrada a mi cuello todo el camino hasta la planta de arriba por el camino se tropezó un par de veces en las gradas mientras no dejaba de reír. Llegamos a la parte de arriba donde había un pasillo largo con las puertas de varias habitaciones a ambos lados.

Mi habitación era la primera puerta a la derecha y la de ella era la última a la izquierda nos separaban las habitaciones ya desocupadas de sus hermanos camine el largo pasillo con ella tomada de la cintura mientras veía en todo momento nuestro reflejo en un espejo grande que estaba al final del pasillo justo después de la puerta de Althea.

Abrí la puerta y la acosté en la cama le saqué los zapatos y quizás si ella no provocará en mi cosas que no lograba entender hubiera intentado cambiar su ropa, pero preferí dejarla así y solo le puse una cobija encima.

-No te vayas (dijo cuando estaba por salir de la habitación)

- ¿Ocupas algo?

- Si, ese olor cerca mío toda la noche.

En ese momento sentí como si toda la habitación hubiera encendido en llamas. Sin embargo, mantuve la calma o al menos lo intenté.

-Buenas noches Althea. Ya mañana me dices si de verdad quieres sentir mi olor cerca tuyo cuando no traigas más alcohol en las venas que sangre.

- Podré estar tomada sí, pero, no tengo miedo a decir lo que siento ni a ser sincera y lo que te digo hoy te lo podría repetir toda la vida hueles jodidamente bien.

Fue lo último que pudo decir antes de quedarse dormida, la miré por unos segundos antes de salir de ahí, cerré la puerta y me quedé ahí frente aquel enorme espejo que parecía juzgarme con su reflejo, como si supiera lo que estaba sintiendo por dentro y lo cierto es que ni siquiera yo lo sabía.

Que era lo que realmente me estaba pasando, porque sentía la sangre hirviendo en mis venas, porque tenía tanto miedo, fuera lo que fuera estaba mal eso era lo único que tenía seguro. Estaba muy asustada y eso que aún no tenía ni idea de la dimensión de lo que se venía.


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