I. Un encuentro inesperado

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- Respiración de agua, primera postura - Tanjiro se preparaba para atacar al demonio cuando otro salió de la nada, ese bosque parecía tener demonios merodeando por todo el lugar. Uno atacó al otro reclamando "su presa" para terminar peleando mientras intentaban alcanzarlo al mismo tiempo, debía usar una misma postura para acabar con los dos pero no sería fácil, eran rápidos y parecían conocer bien la zona pues lo llevaban por lugares difíciles de transitar, apenas podía estar de pie sobre todas esas enormes rocas sin tambalearse pues al estar húmedas era fácil resbalar y no podía permitirselo o ese descuido sería su final. Una pequeña brecha le dió la señal para atacar, podía ver el hilo que le indicaba que podía cortar sus cuellos - sexta postura ¡Remolino Sinuoso! - gracias a este ataque pudo cortar ambos cuellos, pues estaba creada para usarse incluso sin una base estable y así terminó por decapitarlos a ambos.

Estaba exhausto, había estado peleando un buen rato y lo habían herido en un costado, le dolía el solo caminar pero debía continuar su camino, pudo oler agua, había un río cerca así que apresuró el paso y una vez ahí abrió la parte superior de su uniforme para lavar y tratar su herida con lo que tenía a la mano, había crecido en una montaña así que conocía algo de plantas medicinales, gracias a eso pudo recoger alguna en el camino sabiendo que le ayudarían en caso de un percance, bebió un poco y se sentó a descansar a la orilla, podía oler a más demonios cerca y quería al menos estar preparado para cuándo lo atacaran de nuevo.

"¿Qué clase de lugar es este?" se preguntaba en silencio mientras miraba el cielo, había demasiados de ellos rondando pero hasta donde le habían informado no había ningún pueblo ni aldea cercano, solo un espeso bosque lleno de criaturas salvajes, aún así seguían llegando más al punto de tener que  enviar a alguien a investigar, debía rastrearlos y matar la mayor cantidad de ellos posible, pero ¿Por qué molestarse en peinar un área desolada? Pudo oler un par más de ellos que se acercaban así que se puso de pié sin alcanzar a cerrar su uniforme pero en algún punto se desviaron pasando muy cerca sin siquiera prestarle atención, entonces un aroma dulce llegó hasta donde estaba acompañado de una igualmente dulce melodía.

"Soy hijo Salvaje de mi madre,
sobre las piedras corren mis pies, soy hijo Salvaje de mi madre,
ni mi pelo cortaré, ni mi voz bajaré"

Había alguien más en aquél lugar, muy cerca de donde estaba él y había demonios corriendo apresuradamente hasta donde se encontraba, lo atraparían si no llegaba a tiempo así que corrió tan rápido como pudo pero al llegar solo alcanzó a ver como ambos demonios eran decapitados por lo que parecían ser dos catanas irregulares en una escena que le pareció ver en cámara lenta, pudo ver tras de ellos a alguien con una extraña máscara de jabalí, llevaba el torso desnudo con marcas de colores por todas partes además de llevar los pantalones del uniforme de cazador, comenzó a acercarse lentamente hacia donde estaba parado, se le había quedado viendo demasiado pues se dió cuenta de que el desprendía ese aroma exquisito, suave y floral, se quitó la máscara y la dejó caer a un lado mientras se acercaba más con ambas catanas desenvainadas listas para atacar mientras continuaba con su encantadora melodía pero por alguna razón no podía moverse, no podía dejar de ver esos enormes y brillantes ojos verdes que había descubierto.

Atravesó un demonio que estaba a sus espaldas, ni siquiera se había dado cuenta de que estaba ahí, había pensado que lo atacaría pero terminó por salvarlo, ese chico de orbes color esmeralda, piel pálida y cabello azabache como la noche se había quedado de pié frente suyo, mirándolo de cerca como si lo estuviera inspeccionando a detalle, rodeándolo para mirar mejor, pudo ver detrás de él algunas personas que se alejaban del río con enormes vasijas que habían llenado de agua pero el chico delante suyo le impidió seguir mirando poniendo su rostro muy cerca del suyo.

- ¿Eres cazador? - preguntó con el ceño fruncido a lo que solo pudo asentir nervioso con la cabeza, miró la herida que tenía en su costado y la trazó con la yema de sus dedos, soltó un leve quejido para luego sentir como lo levantaba por las piernas, sosteniendo su espalda con el otro brazo - estás herido, te curaremos - ¿Qué estaba pasando? hace poco estaba peleando con demonios que aparecían de la nada y ahora estaba siendo cargado como princesa por un musculoso joven de rostro delicado, no sabía cómo reaccionar a eso, era demasiado raro para procesarlo todo de una sola vez pero también era extrañamente tranquilizador. Atravesaron una especie de cortina de árboles de glicinia hasta llegar a un claro, había varias tiendas y algunas cabañas de estilo extraño, apenas siendo lo suficientemente grandes para contener 2 habitaciones cuando mucho.

- ¿Qué es este lugar? - preguntó por inercia en cuanto vió varias personas mirándolo mientras susurraban algo entre ellos.

- Es mi hogar - contestó acercándose a una cabaña y atravesando el marco sin puerta que solo era cubierto por una larga y delgada tela que dejaba pasar suficiente luz de luna, no se había percatado de que aún lo sostenía en sus brazos hasta que lo bajó sobre una tela de animal extendida en el suelo, Tanjiro intentó hacer algunas preguntas pero el joven de piel pálida solo guardaba silencio mientras atendía su herida, se veía muy concentrado así que optó por guardar silencio y solo se dedicó a mirarlo, era muy lindo, notó como el aroma era cada vez más dulce al grado de querer acercarse más para poder oler mejor pues lo hacía sentir tranquilo y más relajado.

Notó como apretaba sus labios y sacaba la lengua de vez en cuando mientras vendaba la herida, también atendió algunos moretones y rasguños sin importancia, aunque no dijo nada porque quería seguir sintiendo su toque, sus manos eran ásperas pero había algo en ellas que hacía qué se sintiera bien, se sentía como un roce suave y cálido pero había algo más en el que no podía describir con palabras. El joven se detuvo y lo miró directamente a los ojos, olía a curiosidad, levantó una de sus manos hacia su rostro poniéndola en su mejilla y moviendo suavemente su pulgar justo bajo su ojo derecho.

- Nunca habia visto ojos como los tuyos, tienen un color muy extraño - Tanjiro sentía que su corazón empezaba a latir muy fuerte y rápido, tanto que juraría que el joven frente a él también debía poder oírlo, trató de hablar pero fué interrumpido - Descansa hoy, mañana hablamos. Yo me haré cargo de ti hasta que sanes así que duerme por ahora - dijo eso dejándolo solo en ese lugar oscuro, alumbrado solo por una vela a un lado suyo, por alguna razón sintió que debía hacer caso a lo que el hermoso joven le dijo, se acomodó mientras pensaba en lo lindo de su rostro y lo extraño que era todo ¿Acaso lo habrían enviado ahí esperando que encontrara ese lugar?

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¡Nueva Historia! Ya tiene rato que la tengo en borradores pero quería avanzarla tantito antes de publicarla 😅 mi primer Mpreg 😌 a ver qué tal queda

Tan yo jaja pero solo tengo dos en pausa, son poquitos

Esta vez todo comenzó con una canción que encontré por ahí pero aunque habla de mujeres lo primero que imaginé fue a Inosuke y pues lo demás está aquí

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Esta vez todo comenzó con una canción que encontré por ahí pero aunque habla de mujeres lo primero que imaginé fue a Inosuke y pues lo demás está aquí.

Hijo SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora