Hijo Salvaje

IV. Simple atracción

Los tambores sonaban a la par que los donceles bailaban, un ritmo tranquilo pero placentero los hacía bailar al son de la música, Tanjiro no podía despegar su mirada del azabache quien se había dado cuenta de lo mucho que lo había estado mirando durante todo el día, especialmente en la parte descubierta de su cuerpo pero ahora, ahora lo hacía a propósito para llamar su atención.

"Ella baila en la oscuridad, bajo la luna canta y canta, siente a los planetas y a las estrellas, volando en esas notas sueña que llegará.
Somos hijos salvajes de la madre, sobre las piedras corren los pies, hijos salvajes de la madre, ni el pelo cortaré, ni la voz bajaré."

Esa canción la había escuchado cuando conoció a Inosuke, el la había cantado a todo pulmón para atraer a los demonios hasta donde estaba y que no atacaran a los aldeanos detrás suyo, el día en que incluso lo había salvado a el de ser atacado, parecía ser parte de una especie de ritual muy importante, la danza terminó y el azabache inmediatamente fue a dónde estaba el joven cazador completamente embelesado por la manera en la que estaba vestido, dejando ver gran parte de su torso (como ya era costumbre) pero sin todas esas marcas ceremoniales, dejando completamente limpia y blanca su hermosa piel y en la parte baja una especie de pantalón adornado con distintos colgantes y flores que se meneaban a la par de sus caderas, dejando una especie de estela ondeante detrás suyo.

- Baila conmigo Kentaro - lo tomó del brazo haciendo que se levantara de un tirón.

- Pero yo no sé bailar - dijo notando varias miradas posadas en ellos - yo no... -

- Entonces solo haz lo que yo, vamos - comenzó a moverse de manera lenta esperando a que el otro lo copiara, empujándolo de vez en cuando para que se relajara y dejara ir la tensión del cuerpo, poco a poco y entre risas el pelirrojo por fin se había dejado llevar para disfrutar un poco, sabía que pronto debía regresar al bosque para continuar con su misión y quería disfrutar al menos esa noche a su lado. El tiempo pasó rápidamente entre risas, comida y alcohol, Tanjiro trataba no perder la poca cordura que aún le quedaba luego de tantas fascinantes explicaciones sobre cómo funcionaba el cuerpo de un doncel según la matriarca quien había insistido en platicar con él el tema gran parte la noche.

Estaba por amanecer y la mayoría de las personas ya se habían retirado a sus respectivos hogares, solo quedaban los que más soportaban el alcohol, entre ellos Inosuke, quien no pensaba mostrarse débil ante el moreno que trataba de llevarlo de regreso a casa, empujándolo y jalandolo cada vez que se giraba para tratar de escapar y volver a la fiesta en la que ya solo quedaban personas mayores, diciendo que era más divertido estar ahí que solo ir a dormir.

- No planeo irme sin una buena razón, no tengo sueño aún Tontaro - sin duda ese era el peor de los apodos que le había puesto desde que llegó pues no le había llamado por su nombre ni una sola vez, variando entre muchos entre los que algunos no tenían nada que ver con su nombre - ¿Vas a dormir conmigo? ¿O por qué tanta insistencia? - dijo levantando una ceja, esperaba estar lo suficientemente ebrio para que no se diera cuenta de que había estado interesado en él desde el momento en que lo vió en el río.

- Claro que sí, solo tienes una cama ¿no? - esa era una respuesta demasiado inocente para su edad, parecía demasiado despistado o demasiado estúpido.

- Eres un zokete demasiado inocente, a menos de que te estés haciendo el tonto ¿Acaso estás jugando conmigo? - no entendía muy bien lo que quería decir así que solo le sonrió como siempre, con esa calidez y pureza inocente que derretían el frío corazón del azabache, y que simplemente no entendiera a lo que se refería le parecía aún más lindo - ¿De verdad no te has dado cuenta? ¿Que tan idiota puedes ser para no, para no entender que...? - se desmayó, cayó hacia el frente en un instante apenas dándole tiempo suficiente al pelirrojo para detenerlo y que no se lastimara, terminó por cargarlo de regreso a casa y lo acomodó para que durmiera al menos un poco. Se detuvo un momento para mirarlo, realmente era muy lindo, acarició su mejilla con sus nudillos dándose cuenta de que estaba un poco roja, tal vez por el alcohol o por el calor que hacía, también notó como el aroma que emanaba se había hecho un poco más fuerte pero pensó que era por tenerlo tan cerca, de verdad era embriagador aquel sutil aroma que tan delicioso le resultaba, por un momento sintió la necesidad de besarlo, se acercó un poco pero apenas y alcanzó a rosar sus labios se detuvo en seco, pensando en lo que él alcohol le había hecho a su cordura así que se recostó para dormir de una vez, dormiría a su lado como quería después de todo, pensó para sí mismo.

El sol había terminado de salir y Tanjiro trató de despertar tan temprano como había podido para ayudar a limpiar el desorden de la noche anterior, salió tan rápido que no le prestó atención al fuerte aroma que emanaba Inosuke, llendo directamente a dónde estaba el desorden, la mayoría de personas que estaban ahí eran mayores así que cuando insistieron en que regresara a descansar se negó rotundamente, se encontró incluso con algunas personas a las que había ayudado con las preparaciones el día anterior lo que lo hizo sentir más cómodo, pues podía al menos platicar con un poco de familiaridad, la conversación era tan amena que no se había dado cuenta del momento en que se volvió tan personal.

- Entonces el joven Hashibira y tú... - dijo un hombre coquetamente pero el pelirrojo negó con la cabeza abruptamente, era obvio que estaba avergonzado pero se veía tan lindo que no pudo evitar continuar molestandolo - ¿en serio? Y eso que había mostrado tanto interés en ti, es una pena - se puso nervioso pero trató de refutar eso sin éxito.

- Claro que no, el solo está siendo amable con una persona herida, es todo - el hombre a su lado le dijo que Inosuke nunca había sido tan "amable" antes a lo que Tanjiro curioso preguntó sobre el carácter usual del joven.

- Pues... - miró hacia un lado recordando los ataques de ira, los insultos constantes, los golpes y los gritos del azabache tratando de no decir nada que lo ahuyentara - ...siempre tiene demasiada energía, pero no lo digo por eso, la danza que viste anoche se hace desde los 15 años, cuando tienen su primer ciclo de calor pero Inosuke siempre se negó a hacerla, siempre dijo que no necesitaba pretendientes pues no le interesaban esas cosas pero anoche lo hizo por primera vez, además que los donceles suelen bailar mucho con la persona en la que están interesados, así es como demuestran interés o algo así, él prácticamente te declaró su amor en público - Tanjiro no sabía qué decir, de la nada recordó lo que había dicho anoche, cuando intentaba llevarlo de vuelta a casa entendiendo al fin lo que realmente había querido decir.

"¿Dormirás conmigo?"

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Qué aventado el bonito 😏 y que menso el solecito jaja pero así los queremos.

No se olviden de votar si les está gustando o cuando menos si les sirvió para pasar el rato.

No lo había pensado pero si 🤣 hasta el peinadito de Zenitsu trae