XIV. Es una promesa. Final

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Tanjiro e Inosuke habían estado caminando todo el día tomados de la mano, en completo silencio y algo cabizbajos, hace unas horas el azabache confrontó a su padre pero el carácter que poseía el salvaje no le permitieron al pelirrojo imaginar lo que había sucedido, Inosuke era demasiado impredecible, quería poder hablar con él y darle palabras de aliento, que supiera que jamas lo dejaría solo, que supiera que podía contar con el y que se encargaría de hacerlo feliz de ahora en adelante pero no sabía ni por dónde debia empezar.
Siguieron caminando por un rato después de que el sol cayera, llegando a una ciudad grande, llena de luz y de vida a pesar de la oscuridad de la noche, era como si la misma ciudad estuviera despierta y alentara al salvaje a explorarla, dando un par de vueltas mirando asombrado, si bien Tanjiro no era ajeno a la civilización, había crecido un poco aislado en las montañas y no conocía todo bien pero aún así se sintió un poco mejor por su bonito novio, el extraño lugar le había dado algo para distraerse pero haciendo sentir a Tanjiro un poco mareado con los edificios tan altos y el gentío, especialmente con Inosuke corriendo por todas partes cuál niño en carnaval, deteniéndose solamente para comer un enorme plato de udón para cenar, sentándose en un pequeño puestecito aislado.

- Ese aroma - el plato que el moreno sostenía cayó al suelo rompiéndose mientras Inosuke solo veía como el pelirrojo salía corriendo de la nada, trató de seguirlo pero había demasiadas personas y le fué imposible seguirlo, lo perdió de vista por unos minutos solamente cuando escuchó gritos, algo estaba pasando y de verdad esperaba que no fuera lo que estaba imaginando, podía sentir dos presencias demoníacas, una apenas perceptible mientras la otra era increíblemente aterradora, paralizando sus piernas hasta que escuchó la voz de Tanjiro gritar en medio de una muchedumbre, trató de acercarse pero muchas más otras personas se acercaban curiosas para intentar mirar lo que sucedía pero algo se desplegó en el aire, un aroma extraño que le impedía seguir avanzando y le nublada la vista, incluso después de eso no pudo continuar buscándolo, sus sentidos se atrofearon y no pudo hacer más, decidió volver y esperarlo en donde estaban. Podía sentir una enorme angustia e impotencia en su pecho, similar a cómo se sentía antes pero de algún modo sabía que esas emociones no eran suyas, si no de Tanjiro, estaba preocupado por ese dolor, se apretó el pecho esperando a que volviera y esperando lo mejor, a pesar de todo sabía que no estaba en peligro. Esa sensación sesó por un momento mientras el hombre del udón le gritaba a Tanjiro tan pronto como volvió.

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- ¿Lo conoces? ¿Eres amigo suyo joven doncel? - el hombre había tomado del brazo al salvaje, obligandolo a volverse y mirarlo de frente, algo que no había querido hacer desde el principio - por favor, no le digas nada, no me perdonará, pero ¿Quién lo haría? No merezco que lo haga... - un fuerte golpe en la mejilla lo hizo caer de espaldas al suelo, quedando sentado mientras intentaba mirar a través de esa sucia máscara de jabalí.

- ¿Y qué más dá lo que hiciste? - dijo cerrando el puño, tratando de congelar sus emociones e intentado no volver a golpearlo - ¡¿Crees que el o Koichi querrían eso!? ¿¡Crees que ellos quieren que desperdicies tu vida  lamentandote?! ¡Esa es pura mierda! -

- T-tú no lo entiendes, le hice algo imperdonable... -

- ¡Lo que sea que hayas hecho no hay vuelta atrás, solo sigue con tu maldita vida igual que el lo hizo! - se giró y le hizo una señal al pelirrojo para que lo siguiera - el no es ningún monstruo desalmado, seguro te perdonará, aunque no quiera volver a verte - empezaron a caminar uno al lado del otro mientras el hombre al verlo de espaldas notó algo, ese par de catanas en la espalda del joven, estaba seguro de que las conocía, en ese momento se convirtió en un mar de lágrimas, entendió quién era y por qué estaba ahí pero no se atrevió a seguirlo, se puso de rodillas con la frente pegada al suelo mientras sus lágrimas humedecian por completo el suelo debajo de el, agradecía haberlo visto al menos por una vez más.

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- ¿Que rayos sucede contigo? ¿Por qué saliste corriendo así? ¿Te pasó algo? ¿Por qué gritabas Santaro? -

- Lo lamento, yo no pensé en lo que hacía - el azabache no iba a quedarse conforme solo con una vaga explicación, él quería respuestas pero ese dolor en el pecho lo obligó a suprimir su comportamiento, y si quería obtenerlas debía de ser cuidadoso, parecía un tema delicado, solo tomó su mano y guardó silencio - hace un par de años, antes de unirme al cuerpo de cazadores vivía en la montaña con mi madre y mis hermanos, una noche no pude volver a casa hasta la mañana siguiente y al volver yo, yo encontré... - su mirada vidriosa y la expresión de su rostro eran suficientes para entender lo que quería decir, no tenía ni que terminar esa oración, los sentimientos que sentía eran más que suficientes, le dió un abrazo y el moreno se recargó en su hombro por un momento antes de continuar, según su historia, se unió al cuerpo de cazadores después de que un demonio asesinara a su familia, además buscaba la forma de volver a convertir en humana a su ahora única hermana, que yacía dormida en casa del señor Urokodaki, un viejo ex-pliar y la persona a cargo de entrenarlo. Se dió cuenta de que realmente no sabía mucho de el y por un momento pasó por su cabeza la idea de que lo abandonaría, pero esa bonita sonrisa disolvió todos sus miedos.

- Entonces eso es lo que buscabas - dijo pensando en por qué lo escuchó tratar de hablar con aquel último demonio, no pudo entender su conversación en ese momento pero ahora comenzaba a tener sentido - Bien, ¡Entonces hagámoslo Panchiro! -

- No ¿Qué estás diciendo? - trató de negarse insistentemente pero era inútil, una vez que Inosuke tomaba una decisión no había marcha atrás, además de que recalcó el hecho de que ahora también era un cazador y también debía mantenerse cerca por si su calor volvía, era algo inevitable - Gracias Ino, de verdad eres grandioso - esas palabras fueron suficientes para que el azabache inflara el pecho, parecía que fanfarronearía sobre eso durante un buen tiempo, aclarando que sería él quien lo protegería.

- Además... - hizo una pausa durante su discurso mientras se alejaban del lugar - ...prometiste volver a la aldea, Kotoha se sentirá muy triste si no vuelves -

- Volveremos - tomó su mano y la levantó para besarla - después de todo, aún no te convierto en mi esposa - el rostro de Inosuke cambió de inmediato a un intenso rojo carmesí al ver esa sonrisa dirigirse a el, imaginando una pequeña boda y en medio el con un sencillo pero bonito vestido tradicional.

- ¡¿Quién será la esposa de quién Gompanchiro idiota?! -

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Perdón por no hacer más larga la historia sobre la cacería de demonios con nuestra pareja como protagonistas 🥹 si bien la imaginación no me falta, no cuento con la cordura suficiente para eso

Cambiando de tema ¿qué pareja les gusta más?
Tanjiro x Kanao
Tanjiro x Genya
Tanjiro x Zenitsu
Tanjiro x Giyu
Tanjiro x Shinobu

Son algunas de las que encontré con Tanjiro, aunque aún no sé con quién más emaprejarlo primero, todas tienen potencial 😏

Hijo SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora