XII. Un cambio extraño

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- Inosuke, no podemos hacer esto afuera, alguien podría vernos - el pelirrojo estaba en su límite, su rostro ardía y su respiración se le dificultaba cada vez más, aunque no sabía si era por el hecho de que ese beso le robaba el alimento o era algo más, se sentía diferente de alguna manera - de-detente - oírlo rogar así solo hacía que Inosuke se desesperara aún más y tomara el mando, no sabía por qué pero estaba completamente mojado y no iba a aceptar un no por respuesta. Tomó las manos morenas que hasta ese momento estaban intentando no tocarlo y las puso sobre su retaguardia de manera algo violenta provocando que hiciera un sonido al chocar con su piel, esperaba que así dejara de resistirse, después de todo, habían tomado la precaución de acampar algo lejos del camino para que ningún curioso los sorprendiera, o al menos esa era su intención desde el principio.

- Tanjiro, hazlo conmigo - sonó casi como una orden que no pudo evitar acatar, comenzando a sumergirse en ese beso y abandonando cualquier cosa o pensamiento que le frenara, su mente estaba completamente nublada y habiendo cedido a sus instintos dirigió sus manos hacia esa pequeña y caliente entrada, sabía que debía estar húmeda pero no esperaba que llegara al grado de escurrir un poco y mojara el pantalón, era tan caliente que no pudo evitar meter una mano bajo la ropa e introducir dos de sus dedos de una vez, escuchando un gran suspiro escapar de los labios del azabache comenzando a estremecerse - quiero que bajes Tanjiro, usa tu lengua - que el tomara el mando no le estaba molestando, hacía rato que quería intentar algo así y ahora era el quien se lo estaba pidiendo, u ordenando más bien. Se giró y posicionó encima de el sin cortar el beso y de manera rápida, cuidando de no lastimarlo, el azabache notó una mirada perdida y el caliente aliento en su cuello que casi le quemaba la piel, lamiendo y besando toda el área hasta su oído en dónde le hizo algo de cosquillas, solo para comenzar a bajar de a poco, pasando las yemas de sus dedos suavemente sobre sus rosados botones solo para besarlos desesperadamente después, saboreando el sabor de Inosuke mientras intercalaba entre ambos, cuidando de no descuidar ninguno antes de comenzar a bajar aún más a través de sus costados, dando pequeños mordiscos que le causaban un suave pero placentero dolor cada vez que sentía sus colmillos enterrarse.

- No hagas ruido - dijo después de pasar por su estómago y bajando hasta su vientre, acercando su rostro hasta su entrepierna para tocarla con la barbilla observando cada reacción en el pálido rostro que tanto le gustaba, bajó sus pantalones y pasó su lengua por encima de su ropa interior, escuchando como suspiraba para luego quitarla también. Se acercó lo suficiente y sopló un poco en la punta, haciendo que diera un pequeño brinquito, todas sus reacciones y sus gestos eran extremadamente lindos, quería ver y provocar más de ellos, solo para el y nadie más, quería seguir contemplándolo de ese modo así que comenzó a dar pequeñas lamiditas y besos en toda el área, incluyendo sus muslos que no dejaban de temblar cada vez que los tocaba, llegando así hasta la parte deseada y escuchando un delicioso gemido de los labios del azabache. Introdujo todo el miembro en su boca, subiendo y bajando rápidamente mientras usaba una de sus manos para estimular su entrada, dando con ese lugar que tanto había buscado la primera vez - guarda silencio Inosuke -

- No, no puedo más, Tanjiro, detente... - en ese momento agilizó aún más sus movimientos haciendo que el azabache terminara, levantándose de inmediato para mirar al pelirrojo - ¡No hagas eso! ¡Escupelo! - vió su rostro acercarse con sus ojos completamente perdidos, parecía no estar reaccionando a nada de lo que le pedía, trató de hacerlo entrar en razón pero ese aroma que desprendía era tan fuerte y delicioso que no lo dejaba pensar adecuadamente, sus fuerzas flaquearon y su mente se puso completamente en blanco, terminó cediendo cuando Tanjiro se acercó aún con aquello en su boca, usando su lengua para pasarle algo de su propio fluído en un caliente y biscoso beso que no paró ahí, se sumergieron aún más en ese placer de estar juntos, tocándose entre ellos pues Inosuke quería también hacerlo sentir bien, usando sus manos en su parte baja y de vez en cuando su lengua en su pecho, se sentía increíble el tacto entre ambos, como una corriente eléctrica en todo su cuerpo cada vez que lo tocaba en ciertos lugares específicos, tan suemrgido estaba en el momento que no se dió cuenta del momento en el que el pelirrojo se situó en posición y de manera algo violenta subió sus piernas para terminar de unirse, no pudiendo evitar el azabache lanzar un gran gemido al aire mientras se venía de nuevo.
Continuaron el acto apenas siendo conscientes de sí mismos, bajo el cielo estrellado y rodeados de naturaleza, lejos de cualquiera que pudiera escuchar los sonidos sucios que provocaban al chocar sus cuerpos con fuerza y cubiertos de sudor y siendo iluminados por la tenue luz de la luna llena que pasaba a través de las hojas de los árboles, compartiendo besos y caricias calientes, gemidos del azabache y leves gruñidos por parte del pelirrojo que había abandonado toda cordura hace rato ya, terminando en la boca del azabache quien apenas pudo lograr convencerlo de hacerlo de ese modo, logrando evitar un embarazo.

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- ¿Dónde estoy? - preguntó el pelirrojo una vez abrió los ojos, parecía estar en una habitación pequeña y la luz del sol pasaba a través de la ventana, miró al rededor pero no pudo encontrar al azabache, trató de levantarse pero el cuerpo le dolía horrores terminando por caer al suelo y haciendo bastante ruido, en ese momento vió a Inosuke con su haori puesto entrar apresurado, ayudándolo a levantarse y volver a la cama - Inosuke ¿Dónde estamos? -

- Es casa de una anciana, tenías fiebre y necesitabas un lugar para descansar -

- ¿Estaba enfermo? - preguntó asustado.

- No exactamente, Kotoha me lo advirtió al salir de la aldea - dijo mientras le daba algo de té con aroma extraño pero de algun modo familiar - ella me dijo que las personas con la marca en la muñeca presentan estos síntomas después de acoplarse con un doncel pero no pensé que pasara tan pronto - no entendía mucho pero el azabache le explicó que su padre pasó por algo similar, comenzó a desprender un fuerte aroma al igual que su madre, aunque aún no sabían mucho ya que el era apenas el tercero en la aldea en tener esa marca sin ser un doncel - este medicamento te servirá, es el mismo que usan los donceles cuando les llega su calor, Kotoha lo hizo para ti -

- Espera, debo ir a la sede, el patrón... - fué empujado de vuelta a la cama cuando intentó levantarse de nuevo - Inosuke, es importante -

- ¡El estúpido cuervo estuvo aquí ayer y ya dió el mensaje, irás cuando puedas ponerte de pie de nuevo! -

- ¿Ayer?... ¡¿Pero cuánto tiempo estuve inconsciente?! - ambos chicos seguían su conversación mientras un cuervo los observaba por la ventana desde un árbol cercano, emprendiendo el vuelo una vez vió al cazador despierto.

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Parece que van a tener que tener cuidado con el frentón de ahora en adelante 🫣 hay que esperar a que se le pase, no vaya a querer echarse al patroncito también 🥴

Parece que van a tener que tener cuidado con el frentón de ahora en adelante 🫣 hay que esperar a que se le pase, no vaya a querer echarse al patroncito también 🥴

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