III. Una cultura extraña

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Tanjiro había pasado el resto del día pensando en lo que su nuevo (y lindo) amigo le había dicho, no podía dejar de preguntarse cómo era posible que un hombre pudiera concebir, era algo que simplemente estaba fuera de su comprensión, no sabía si realmente debía creer en aquello o si solo estaba jugando con el, sin embargo, lo había dicho más de una vez y parecía realmente serio además de estar orgulloso de "su linaje" como doncel. Un alboroto lo sacó de sus pensamientos, había personas corriendo y por un momento pensó en lo peor. Demonios. No podían haber traspasado tan fácilmente las glicinias pero soportó el dolor de su herida y se levantó preparandose para lo peor, corriendo hasta el lugar con su espada en mano, pero cuando llegó vió un cúmulo de gente afuera de una de las cabañitas, pudo oler preocupación y nervios pero nada de miedo, aunque si pudo oler sangre no había nadie ni un poco alterado, de pronto un hombre joven salió de la pequeña cabaña y con una expresión alegre gritó "¡Es una niña, hemos tenido una niña!", un gran grito y risas comenzaron a sonar, estaban festejando, algunos felicitaban al hombre mientras otros pocos entraban por la puerta a sus espaldas, no era un ataque si no un nacimiento, sonrió por lo estúpido que se sentía en ese momento pero aliviado a la vez.

- Ey, Gompanchiro ¿Te enteraste? Tendremos fiesta esta noche, hay mucho por hacer - el azabache se había acercado para darle las buenas noticias y pasando uno de sus brazos por encima de sus hombros, el tacto hizo que su corazón se saltara un latido, especialmente por sentir su aroma silvestre tan de cerca - esta vez tienes que ayudar aunque sea un poco, es la tradición, nos has traído un buen presagio - comenzó a ver como algunas personas se acercaban a él para decir lo mismo, tocaban uno de sus hombros y se iban para regresar a lo que sea que estuvieran haciendo antes de llegar a ese lugar mientras el azabache no soltaba su abrazo - si ya puedes ponerte de pié entonces me ayudarás con la recolección, no es pesada - no pudo más que acceder al ver la hermosa sonrisa que le dedicaba Inosuke, además de que quería estar cerca suyo un poco más de tiempo pues su aroma era tan dulce y tranquilizador que sentía la necesidad de acercarse cada vez más, y aunque aún le dolía un poco no podía seguir abusando de la amabilidad de esas personas, mucho menos de la de Inosuke.

La puesta de sol al fin llegó y se veía que habían podido reunir lo necesario, dandose cuenta de que ya habían muchas cosas preparadas lo que le dió algo de curiosidad pero no se animó a preguntar. Había ayudado con lo que pudo, cosas sencillas pero dando todo de sí para no ser una carga, mientras iba de un lado a otro se dió cuenta de algunas cosas gracias a que socializaba con facilidad, al parecer las líneas que adornaban parte del torso y el rostro del azabache significaban que era cazador y la cabeza de jabalí que usaba era para confundir a las presas, habían pocos como ellos y cada uno usaba la cabeza de un animal diferente, también supo que la líder era una mujer de edad avanzada a quien llamaban "La matriarca", al parecer todos ahí eran de tez muy blanca pero había un rasgo único que diferenciaba a los donceles y eran los ojos verdes, enormes orbes color esmeralda que parecía que te atravesaban el corazón en cuanto se posaban en ti, estaba tan perdido en sus pensamientos, imaginando cómo esos hermosos ojos se acercaban a él que no se dió cuenta de que estaba mirando de más al joven azabache que ayudaba a cargar algunas cosas, observando sus bien marcados músculos, las finas líneas de su hermoso rostro y por supuesto esos hermosos ojos que lo habían cautivado desde el principio, recibió unas pequeñas burlas de las personas con las que se encontraba ayudando "Ese también es un buen presagio" dijo un hombre y todos a su al rededor comenzaron a reír provocando que su rostro se sintiera muy caliente por la vergüenza.
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- El nacimiento de un nuevo miembro siempre es motivo de celebración, pero que haya coincidido con la visita del joven cazador es señal de buenos presagios - la matriarca había comenzado con unas palabras para dar inicio a la celebración, junto a ella, una joven pareja de dos hombres con un bebé recién nacido y al otro el joven cazador - mostremosle a nuestra madre tierra lo agradecidos que estamos con ella esta noche ¡y festejemos hasta que llegue el amanecer! - las personas comenzaron a gritar y reír felices mientras empezaban a comer y beber juntos, parecía que a pesar de todo eran felices, miró a su alrededor pero no fué capaz de encontrar a su nuevo amigo a pesar de haber dado varias vueltas así que terminó sentándose en cualquier lugar - ¿Buscabas algo joven cazador? -

- Si, es decir no - la mujer anciana había ido hasta donde se encontraba, sentándose a un lado - Si no es molestia ¿Podría decirme por qué se supone que soy un buen presagio? - cuestionó curioso, había querido preguntar antes pero le daba un poco de vergüenza.

- Los jóvenes cazadores que son enviados no suelen encontrarse con nosotros, pero los que son capaces de encontrarnos siempre nos han traído suerte al igual que el nacimiento de una niña que ya de por sí es bastante inusual, pero es poco común que ambos sucesos ocurran juntos aunque tampoco es la primera vez, ya te irás enterando después, nuestra madre actúa de formas muy extrañas, nos habla a través de sus acciones, es cuestión de poner atención joven cazador - gran madre tierra, había hablado de eso hace unos momentos ¿Sería una especie de Dios al que eran devotos? - mira eso, está a punto de iniciar una de las danzas ceremoniales más antiguas, escucha con atención, tal vez nuestra madre quiera decirte algo - dijo riendo un poco, de la nada los tambores comenzaron a sonar y una fila de hombres comenzaron a acercarse para bailar al rededor del fuego, pudo notar como todos sin excepción tenían grandes ojos verdes, lo sabía ya que había estado buscando la mirada de Inosuke desde que los vió acercarse.

- Todos ellos son... -

-Son donceles - lo interrumpió la mujer - ahora que hubo un nacimiento hay que esperar por el siguiente para que podamos prosperar, y ellos ya están en edad para unirse en matrimonio, en otras palabras, todos ellos están disponibles - dijo sonriendole de manera pícara mientras su mirada escarlata se posaba en el rostro que había estado buscando, justo al final de los donceles que se acercaban.

- Inosuke...-

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Estoy pensando seriamente en hablar del "calor" en el que entraban los donceles en esas historias 🤔 ¿No será mucho ya?

Alguien aquí juega Mystic Messenger? Me jugué este especial de Jumin 💜 y lo amé, y como no si me calienta más que el sol de verano 😳

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Hijo SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora