[31] Arco tres: Entrenamiento.

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En la tranquilidad, se encontraban Gekko y Forest, seguían con el mismo ejercicio, ya solo le faltaban unos pocos minutos para que se pueda moverse. Forest lo vigilaba desde la rama en donde hacia las dominadas mientras leía un libro. El canto de los pajaros, la melodía del viento, era perfectos para un ambiente totalmente relajado.

Gekko no se la estaba pasando bien en realidad, durante la noche se contagió de un leve resfriado, sentía que sus pies se habían entumido, y por su puesto ya no sentía los brazos.

-Muchacho. -Rompió el silencio.

Estaba distraído, gracias a la falta de sueño, era la primera vez que no dormía Bien. Incluso, por un momento perdió la noción de la realidad. Salió del trance gracias a un chasquido que resonó en su cara. La mexicana estaba delante de él.

-Ehhh.

-Te estuve hablando, parece que también necesitas hacer algo con tu cordura.

Es cierto. Empezó a alucinar levemente durante la noche, en el mismo momento donde contrajo el resfriado. Por no romper las reglas, busco a su pandilla de reojo, pero no los veía por ningún lado.

-Tus amigos se fuero hace poco, supongo que a desayunar.

-Ya veo...

-Te preguntaba que querías comer.

-Ah, la verdad no sé.

La chica se cruzó de brazos en forma de decirle que no tenía remedio. Uso sus lianas para bajar una bolsa que estaba en el árbol. Seguido le dio la indicación de que ya se podía mover. Más, no lo hizo gracias a que no podía moverse.

-Ya te puedes mover, ya termino tu primer día. - No se movió.

-Es lo que intento.

-Creo que ya sé que te sucede. - Se puso atrás de él y golpeo levemente en puntos clave: Atrás de cada hombro y la espalda baja.

Pasaron unos segundos para hacer efecto, recupero la movilidad al cien y por fin, pudo dar unos pasos. Le dio la bolsa que contenía ropa. Se la puso como flash y se dirigió con la chica que lo estaba esperando. Seguido empezaron a caminar hacia dentro de las instalaciones.

- ¿Ya sabes que vas a comer?

-Lo que sea, con que sea comestible.

Le rugió el estómago en cuanto empezaron a hablar de comida y no solo eso, también bostezo a más no poder.

-Tienes suerte que estaré ocupada varias horas, puedes aprovechar eso para dormir.

- ¿En serio? - Se alivió a más no poder.

Llegaron a su destino, el comedor. Por la hora estaba vacío, era muy temprano, nadie en su santo juicio estaría despierto un sábado por la mañana. Solo el personal porque a ellos si les pagan.

Le ordeno que se sentara en donde quisiera mientras iba por algo de comer. Por lo tanto él pensaba en solo dormir; por momentos se arrepentía sobre entrar a ese infierno.
Se preguntaba donde estaba su pandilla. De repente Fade llego al lugar. Cabe decir que era la única que no dormía, no por gusto sino por necesidad. La saludo y le invito sentarse. La de origen turco, lo dudo, solo había ido por algo de café y algún que otro bocadillo. Solo acepto porque no tenía nada mejor que hacer.

- ¿Qué tal te va en el infierno? - Habló sarcásticamente.

- ¿Quién te dijo?

-Ayer hubo un incidente y así nos enteramos.

- ¿Puedo saber que paso? Porfis.

-Hubo una pelea en el campo y es eso. - Respondió sin mucha energía.

Agente Número 8 - ValorantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora