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—Astra, ¿estás segura que es buena idea?

Varum acompañaba a Efia a otra investigación, en la ciudad perdida, Lotus.

—Sé que está destruido aquí, pero no nos podemos arriesgar en Omega.

—No es por eso. Me refiero, ¿Es buena idea intentar materializar a un monstruo?

Si, Harbor ya había visto a Queltz junto con su compañera gracias a la ayuda de Haru y Sune.

—Se llama Queltz, y si es importante. Puede que sea la clave para detener a los Omegas.

—Si eso crees, pues vamos.

La razón por la cual estaban ahí, era por que tenían la sospecha que cada ciudad perdida era diferente...
Al caminar entre los escombros, se daban con la cruda realidad, nada de ahí sobrevivió ni para ser rescatado.
Cada vez más adentro de las ruinas, la luz se limitaba. Llegando al punto de usar las linternas de sus armas. El recorrido se volvía más peligroso, era más difícil siquiera caminar.

—¡Astra cuidado!

La mujer no se había fijado en el camino y casi se cae en una acantilado algo pequeño. Por suerte fue salvada por su compañero. Que alcanzó a tomarla de la mano y jalarla hacia este.

Pero no todo es buena suerte, el grito fue algo fuerte para los inestables escombros. Y si, empezó a colapsar. Sin más opción tenían que salir, corrieron pero antes de llegar a la salida, algunas ruinas bloquearon el paso, no tenían mucha oportunidad de salir siquiera vivos de ahí, les caería una ciudad encima. Por suerte Astra encontró una pequeña cueva, para sobrevivir, entraron y a raz que que Harbor se metió, la entrada se bloqueó gracias a las rocas.

La pequeña cueva era en realidad un cenote. Pero estaba bloqueada y no había salida.

—Al menos no moriremos de sed...—Harbor bromeo para relajar la tensión por lo ocurrido.

—Concuerdo, creo que ahora debemos llamar a Brim... Ni modo.

—Molestarlo en su día libre es lo mejor.

Ambos se sentaron en una pared para descansar, Harbor se encargaría de comunicarse con su líder y decirle el lío en el que se metieron.

Para terminar su fatal día, el intercomunicador se les había caído y están sin comunicarse.

—Mierda...—Intentó disimular buscándolo entre sus bolsillos.

—Buscaré una salida.

Usó su modo astral, divago sin encontrar una forma de salir, pero encontró algo mucho mejor, los restos que no habían caído, tenían garabatos y manuscritos plasmados en antiguas paredes y pilares.

Mientras su compañera averiguaba como salir. Harbor notó que el manantial brillaba. Decidió acercarse a ver con más detalle. Al estar más cerca, su artefacto radiante enloqueció y se metió al agua, llevándose consigo al hombre que se resistía.

Astra seguía investigando, en los pilares se encontró con la figura de al menos tres personas que usaban los artefactos. Lo curioso era que en el que portaba la máscara de Yoru, era una mujer y el que usó su brazo de oro, un hombre. Buscando más a fondo, dio con lo que buscaba, los murales donde se representaban a los guardianes con su descripción.

Con su compañero, su mecanismo ancestral se detuvo, y al igual que en Omega, dejo ver unas esporas amarillas que se elevaron hacia el techo y se metieron en un mineral que hacía brillar el manantial. Descubrió que había radianita, y mucha en su forma de mineral. Redirigir su vista al agua y vio que había aún más radianita debajo del agua. Se asustó, quería sacar su brazo lo más rápido posible. Su miedo era convertirse en radiante, pues de esa forma Efia obtuvo sus habilidades.

Agente Número 8 - ValorantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora