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El sonido de una mordida. La sangre caía y recorría el brazo de la atacada. El lince se dio cuenta de lo que veía, no podría creer que terminará así.

—Que interesante... — El lince habló mientras seguía presionando con la mandíbula.

Forest se interpuso entre los dos, recibió el ataque para proteger a sus aliados. Forcejeo con su brazo izquierdo. Su actitud era sería. Su plan no estaba funcionando; normalmente funcionaba pero está vez no.

—¡Deadlock dispara! —Su columna formó la mascarilla. —No importa que me dispares. ¡Hazlo!

Deadlock que se había quedado en un shock ligero reaccionó e hizo lo que le pidió sin dudarlo.

—Rimaya, no quería llegar a esto... —La ráfaga de balas azotaron contra el cuerpo de ambas — Pero ustedes no se dejan ayudar.

El lince se dio cuenta de contra quién estaba lidiando, sintió algo de terror. Uso todo lo que tenía, dejo el forcejeo para pasar a intentar quitarle el brazo.

La lluvia de disparos cesó de repente vacío todo el cargador. "Carajo" era lo que pensó mientras sacaba otro cargador, por la desesperación se le cayó. Carnalito vio esto, lo recogió y se entregó.
En ese momento se dio cuenta que no todos los monstruos radiantes eran... Malos.

Lo tomó y recargó volvió al combate. Un susto los invadió, tenían de frente a su compañera llena de sangre su vista la tenía clavada al suelo.

—Forest, ¿Estás...?

Se dio cuenta que tenía al animal radiante tirado en una pared a varios metros de ellos. Estaba cubierto de sangre y su mandíbula estaba destrozada.
No solo eso. Se percataron que su brazo izquierdo estaba a medio arrancar. Sus arterias, huesos, músculos y sobre todo, sangre. Era lo único que se podía ver.

—¡Demonios! Debemos regresar para ayudarte.

No dijo nada, solo se recostó sobre la pared donde estaba el animal, mantenimiento una distancia considerable.

—Estoy bien, solo dame un momento.

Carnalito nunca le gustó ver ese tipo de escenas. Se tapo sus ojitos y se hizo bolita detrás de Deadlock.

Al ver la desición de la mexicana, la pelirubia le lanzó unas vendas que atrapó sin interés.
Sus lianas cubrían el brazo destrozado. Una leve iluminación de parte de las lianas dieron a entender que se estaba recuperando.

—No te olvides de las heridas de balas.

—¿Cuáles?

Miró el cuerpo de la mexicana y se dio cuenta que no tenía ninguna herida de bala.

—Son fáciles de sanar, tanto que involuntariamente. Desaparecen.

Su atención fue dirigida al felino que intentaba moverse, las municiones de la mexicana impidieron su hazaña. Destrozó dos de sus patas, una delantera y una trasera.

—Sabes que nunca aceptaremos aliarnos con ustedes... Mucho menos así.

Ramaya empezó a hablar en lenguaje animal. Por lo tanto solo Forest entendía.

—La legendaria niña animal, ja. Eres demasiado grande para serlo. ¿No crees?
En fin, tu rumor se expandió por todo el mundo. La mayoría no cree eso. Pero yo siempre supe que eras real. "La hija humana de un Jaguar" magnífico.

La mirada del animal le indicaba que no le quedaba mucho tiempo. Por lo que el animal le dijo algo que la marco en el momento para finalmente decirle que podía matarla ahí mismo.

—Pero... Antes de eso, le mando mis disculpas a Mexa.

El cráneo del animal fue perforado por la Oz de la chica que fue lanzada perfectamente.
Con una actitud fría, desenterró su arma del cráneo y con una agilidad para deshuesar, le quitó un colmillo y se lo guardó para si misma.

Agente Número 8 - ValorantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora