¿Es posible enamorarse después de la muerte?
Una vida normal es agradable, pero también aburrida.
Jeon Jungkook un joven de 16 años y sus dos hermanos, se han mudado a un nuevo pueblo, pues los últimos recibieron una oferta de trabajo, la cual puede...
Jungkook sintió su cuerpo ser removido, frunció el ceño y se acomodó para seguir durmiendo, sin embargo, los delicados empujes continuaban.
-Déjame dormir hyung. -giro su cuerpo al otro lado.
Taehyung abrazo el cuerpo ajeno, dejando pequeños besos en los hombros desnudos. -Son las 11:00 de la mañana, tienes que levantarte ya
-No quiero.
Taehyung dio una pequeña mordida en la suave piel, haciendo que Jungkook se quejara. -Vamos, tienes que tomar una ducha, apestas.
El castaño volvió a girar su cuerpo, esta vez mirando apenas al mayor. -Mira quien habla.
El pelinegro río. -Bien, lo acepto, apesto a ti.
-Eso es bueno. -Jungkook bostezo, estirando su cuerpo. En ese instante sintió como si un rayo a travesara su espalda.
-¿Qué sucede? -pregunto el mayor preocupado al escuchar el quejido del otro.
-Hyung es un maldito. Me rompiste la espalda otra vez.
- Pero si fuiste tu quien pedía cada vez más. -defendió Taehyung con un puchero
Jungkook sonrojo sus mejillas, cada detalle estaba volviendo a su mente. -Iré a ducharme. -desvió el tema, saliendo de la cama, pero fue detenido por la mano del pelinegro
-Espera, .... duchémonos juntos.
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Jabón, agua, tina, y un par de acaramelados besos fueron los testigos de la ducha entre ambos. Finalmente salieron de la habitación del mayor, con ropa ligera y cómoda.
Jungkook descendió muy lento por las escaleras, apoyándose del barandal. Parecía un abuelo al quejarse hasta por el más simple movimiento. Lo que provocó una carcajada en el mayor.
-Eres un maldito. -molesto, abulto los labios.
Taehyung paso un brazo por el cuello y el otro debajo del trasero ajeno. -Lo soy. -contesto sonriendo con diversión mientras terminaba de bajar los escalones que faltaban, cargando al castaño en sus brazos.
Llevo al menor hasta sentarlo en unas de las sillas frente a la barra.
-Mantente aquí bonito. Yo haré todo hoy. Es... un castigo por cogerte tan....
-¡¡Taehyung!!
El pelinegro comenzó a reír. -Okay, okay. No diré nada. -dejo un fugaz beso en los labios ajenos y posteriormente se colocó el delantal para comenzar a preparar el almuerzo.
Jungkook observo a su alrededor, buscando algo con que entretenerse. Sus ojos se fijaron en el aparato negro en una esquina de la barra, pero cuando intento tomarlo, sintió un movimiento en los pies. Bajo la vista encontrando a una bola de pelos.
-¡Coffe! -se inclinó todo lo que pudo para alcanzar al animalito. Afortunadamente el cachorro ayudo poniéndose en dos patas, fue así que Jungkook cargo al pequeño Pomerania en sus brazos. -Bebé sé que ya lo suponías, pero muy pronto seré oficialmente tu padre. -hablo al perrito como si este entendiera a sus palabras. -¿no es grandioso?
