Lily
Mark toma de mi bolso y lo cuelga en el perchero de la entrada. Tomada de su mano me guía hasta el jardín, prende las luces haciendo que éstas den un efecto tenue al ambiente. Ya anocheció y como resultado el ambiente se empieza a sentir un poco más fresco, los grillos empiezan por salir acompañados por su canto, la luna junto con las estrellas ahora son las que se roban el protagonismo del cielo. Henderson saca su celular y reproduce una canción que me parece es instrumental clásica.
—Baila conmigo, Julieta—sin esperar una respuesta sus manos viajan hacia mi cintura rodeándola. Su toque en esa parte de mi cuerpo despierta varias sensaciones en mí haciéndome sentir débil y expuesta ante él. Me acerca más hacia él y me veo obligada a mirarlo a los ojos, aquellos ojos que en algún momento fueron mi tormento, pero que ahora me mantienen bajo su encanto. Con ambos brazos rodeo de su cuello sin apartar mi mirada de la suya. Esto es un indicio para que ambos empecemos a movernos al son de la música.
Sus dedos acarician de mi cintura y de inmediato suelta una revolución dentro mío. En otro momento y tiempo hubiera odiado esa sensación, ahora me dispongo a solo sentir. Nuestros movimientos son lentos y tranquilos, ambos nos dejamos llevar por la melodía, somos uno con ella y a mitad de ésta Henderson recarga su frente con la mía y cierra los ojos ante el toque.
—Se siente bien esto—admite en un hilo de voz para mi sorpresa. Me da un tierno y cálido beso en la frente—Esto también.
Suspiro.
—¿Esto está bien?—me atrevo a preguntar y Mark se aleja, pero solo lo suficiente como para mirarme a los ojos aún con sus manos sobre mi cintura.—Tú y yo...—aclaro.
A Mark se le suaviza la mirada.
—¿Por qué la pregunta?—cuestiona tranquilo.
—Escuché lo que te dijo Zac—admito y éste se le sigue viendo tranquilo—De que ambos somos más parecidos de lo que creemos ¿eso no será un impedimento? Porque la discusión de hace rato....—decido mejor no tocar tanto el tema—si vamos a discutir todo el tiempo así creo que no sería sano para los dos.
Henderson acomoda un mechón atrás de mi oreja antes de contestar.
—Si te soy sincero no sé—admite—pero ¿por qué no intentarlo? No soy experto en esas cosas que tenga que ver con...mantener lo que muchos llaman relación, tal vez si lo veo como un negocio y si ambos ponemos de nuestra parte podremos con esto.
Me rio ante su comentario.
—Una relación no es lo mismo que un negocio.
Mark suspira.
—La única cosa que sé es que lo que siento por ti es muy fuerte, me gustas Lily y apenas lo admito—se ríe—y me siento tonto al querer preguntarte esto, pero ¿sientes lo mismo?—sus ojos me analizan curiosos. Está ansioso por mi respuesta, sonrío al pensar que parece un niño pequeño que espera que le correspondan.
—Me gustas—respondo sin rodeos y puedo ver el alivio atravesando su cara. Una sonrisa se apodera de sus labios.
—¿Ves? Es lo único que está bien—susurra cerca de mis labios.
Su aliento choca contra el mío y veo sus intenciones por querer besarme, pero lo detengo.
—Teníamos un trato—advierto y éste se ve confundido—Tenemos que hablar con Cindy primero—le recuerdo.
Mark se aleja y ésta vez suelta de mi cintura dejando una sensación de frío a su paso, casi reclamo ante la acción, pero decido no decir nada.
—Eres muy astuta pelirroja—detiene la música y me deja en el jardín sola. Me veo confundida ante sus acciones. Es peor que una mujer en sus días. Sin chistar, lo sigo y me adentro a la casa.
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Hermoso Rojo
Teen FictionHenderson pensó haber mejorado, pensó haber dejado su pasado junto con las personas que lastimó. Las heridas que causó han cicatrizado sin embargo no es hasta cuándo él se da cuenta que dio paso a nuevas y ésta vez más profundas que las anteriores...