Mark
Entro a la casa con Mary tomada del brazo. Una vez entrando ésta deja libre mi brazo de su agarre comenzando a caminar hacia el interior de la casa dando grandes pasos haciendo que en cada uno resuenen sus tacones. Cierro la puerta y veo que ella ya se encuentra cómodamente sentada en la sala de estar con las piernas cruzadas dejando a la vista sus largas y bronceadas piernas.
Me dirijo hacia donde almaceno las botellas de alcohol y sirvo un vaso con Whisky. Se lo ofrezco.
Eleva un poco la ceja y una sonrisa se asoma por sus labios. Acepta agarrando del vaso.—Creí que había limonada.—comenta antes de darle un trago a su bebida.
Una leve sonrisa con la boca cerrada se asoma por mis labios. Tomo otro vaso para también servirme un trago. Antes de hablar le doy un gran sorbo.—Y yo creí haberte pedido discreción.—doy otro trago vaciando el vaso y acabándome por completo la bebida.—¿Qué quieres?—replico sin importarme de haber sonado brusco.
Mary deja a un lado su vaso sosteniendo esa sonrisa y esa expresión de superioridad.—Lo hemos sido—sentencia con seguridad.—Nadie sospecha. Lo tengo controlado así que no te preocupes. Todo está de maravilla—vuelve a tomar el vaso entre sus manos y empieza a jugar un poco con él.—La empresa está en su mejor punto, Wilfred y tu padre se llevan mejor que nunca, obtuviste lo que siempre quisiste que es la aprobación y el orgullo de tus padres—frunzo el ceño—Por favor Mark fue fácil deducirlo—dice con una pequeña risa—Para poder cazar a tu presa tienes que estudiarla.—resopla—Y por último le robaste el corazón a una chica.
Al escuchar esto cruzo mis brazos sobre mi pecho un poco confuso a lo que acaba de decir.
Mary por su parte rueda los ojos.—Que idiotas son los hombres...—murmura. Toma un sorbo de su vaso para volverlo a dejar a un lado.—Al parecer mi querida hijastra Cindy perdió la batalla y se enamoró de ti.
—¿Cómo estás tan segura?—pregunto.
Se encoge de hombros.—¿Instinto maternal?— dice con asco y se levanta para pasearse por la sala.—Y es por eso que tengo un trabajo para ti—dice y noto como una pequeña chispa de maldad se hace presente en ella.
Rio.
—¿Y desde cuándo trabajo para ti?
—Desde que se inició todo esto Mark—torna una voz aterciopelada.
Niego con la cabeza—No, no acordamos nada de eso.
—No, pero la vida está llena de cambios y tienes que adaptarte a ellos corazón.—se detiene para girarse y quedar frente a frente—Quiero que termines con Cindy, pero de la peor manera. Rómpele el corazón, haz que pase de amarte a odiarte. Supongo que eres bueno en eso así que no será un problema ¿no es así?
—¿Estás loca? ¿Es tu hija?—espeto.
Bueno tu hijastra
—Es precisamente por eso Mark, no quiero que ella esté con alguien como tú.—mentirosa. Pienso. Se acerca a pasos lentos hacia mí, lo suficiente como para quedar a poco centímetros de distancia. Yo por mi parte no me muevo. Me mantengo firme observando y analizando cada una de sus palabras. Un novio quién la engaña con su propia madrastra, quién solo la ocupa para lograr sus propios intereses.
Un novio que solo piensa en él mismo.
La miro, mis ojos se centran en los suyos retándola. Doy una sonrisa de lado.—¿Enserio es necesario decirte que tú eres peor que yo? ¿Que eres igual de culpable que yo, e inclusive más?
—Tal vez. Pero ¿te has puesto pensar a quién le creerían? Te recuerdo que por algo tus padres iban a enviarte a un internado a otro país, estaban hartos de ti Henderson. Solo ponlo todo en una balanza.
ESTÁS LEYENDO
Hermoso Rojo
Fiksi RemajaHenderson pensó haber mejorado, pensó haber dejado su pasado junto con las personas que lastimó. Las heridas que causó han cicatrizado sin embargo no es hasta cuándo él se da cuenta que dio paso a nuevas y ésta vez más profundas que las anteriores...