3. Ojos que no ven corazón que no siente

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Lily

Muevo mis caderas al son de la música. Zac se encuentra al frente mío bailando a su manera. Por un momento me dejo llevar completamente por la melodía y cierro mis ojos, pero sin detenerme. Sonrío ante aquella sensación emocionante que te embriaga todo el cuerpo hasta llegar al punto en el que no tienes que preocuparte por nada más que por bailar y disfrutar.

Se siente tan bien

Paso mis manos por todo mi cuerpo; mis caderas, mi cara, mis brazos, mis manos. Seguido de eso alzo completamente los brazos . Muevo mi cabeza ligeramente haciendo que mi cabello se interponga entre mi cara lo cual lo quito pero suavemente. Muevo mis hombros, mis brazos incluso mis manos como si fueran uno con la música. Sin duda esto era lo que necesitaba, me siento tan relajada y confiada.

¿Será el alcohol?

No importa, de ser así me alegro que ya haya hecho efecto.

Siento repentinamente como unas manos agarran ligeramente mis caderas. Me detengo en seco.

—No te detengas por mí—dice una voz conocida que me susurra al oído—Sólo déjate llevar—está tan cerca que puedo sentir su aliento chocando contra mi oreja. Me giro hacia la persona y efectivamente es Zac viéndome fijamente a los ojos.

Sonríe.

—Claro si no te incomoda...—susurra quitando sus manos de mis caderas dejando una sensación de frío a su paso. Niego con la cabeza y sonriente pongo de nuevo de sus manos en mis caderas.

Retomo lo que estaba haciendo pero ahora no sola. Zac empieza a acercarse más a mí mientras me muevo. Mis brazos pasan por detrás de su nuca y yo sonrío. La música nos envuelve y es como si ésta nos tuviera hipnotizados por su ritmo. No me preocupo de la cercanía que estoy tomando con Zac de todos modos es Zac.

La música cambia a una melodía más lenta la cual hace que ambos cambiemos el ritmo. Ahora bailamos lento, casi como si estuviésemos en un vals y de repente veo algo en la mirada de Zac, algo cambia. Se torna más seria lo cual hace que me vaya deteniendo poco a poco. Sus ojos brillan y me examinan detenidamente la zona de los labios yo por mi parte me quedo examinando sus ojos.

Estamos borrachos

Claro. Después de todo Zac fue el que más bebió de los tres. Su rostro se va acercando cada vez más y más. Nuestras caras están a centímetros de distancia y siento como poco a poco me voy sofocando, una extraña sensación me embriaga toda. Mi estómago se revuelve y unas repentinas ganas de vomitar se hacen presentes.

Ay no

Y sin reprimir las ganas de vomitar me inclino para sacarlo todo.

Muy bien Lily. No pudiste haber perdido más la dignidad.

Espera... ¿Aún tengo dignidad?

Peliardiente...—se acerca Zac ya preocupado, pero yo levanto mi mano en señal de que se detenga.

—¿Me están viendo?—pregunto aun agachada tratando de limpiar mi boca con mi antebrazo. Zac lanza una sonora risa.

—Todos siguen bailando como si nada peliardiente—me da una palmada en la espalda—No tienes aguante—se burla a lo cual yo ruedo los ojos.

—Bueno no soy tu—me enderezo, pero al hacerlo reprimo una cara de asco—Voy al baño—anuncio. Y sin esperar respuesta alguna me dirijo hacia allá.

Mark

Llegamos al club y como siempre tiene una gran cola. Después de todo es el club más popular, pero para eso tengo a Connor. Vamos directamente a la entrada del lugar ahorrándonos el trabajo de hacer fila.

Hermoso RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora