Más allá de la muerte (Charlie Weasley)

Capítulo 12

El verano comenzaba a ser presente y con él, el inicio de las vacaciones de verano. Estaría mintiendo si dijera que no estaba nerviosa, estaba que me comia las uñas de la ansiedad. Había avisado con antelación a mi familia que no estaría con ellos hasta la próxima navidad, y gracias a merlín ellos no preguntaron por los detalles, solo recibí las quejas de mis primos pequeños, morían por que les contara de mi año escolar, al final les prometí que les mandaría una carta detallada para que pudieran parar de llorar.

Fue extraño, durante todo el camino de regreso Charlie me platicó cada mínimo detalle de su familia, me mostraba fotos y dibujos que les habían hecho los más pequeños. Dentro de la pequeña cabina del tren, había conocido a un tercer Weasley que estaba en Hogwarts; en uno de los asientos estabamos Charlie y yo y en frente estaban Bill (ahora su último viaje ya que se había graduado ese año) y un pequeño niño llamado Percy, escondiendo su cara bajo un libro de hechizos avanzados.

—No sabía que otro de tus hermanos estaba en hogwarts- le dije a Charlie en un susurro

—la verdad nosotros tampoco—respondió de forma bromista- no le gusta que digamos que somos sus hermanos, nos considera seres subdesarrollados y estúpidos comparados con su gran intelecto.

Al final Percy había cedido al cansancio y descansaba tranquilamente recostado en el regazo de Bill, mientras que el chico tambien dormia placidamente recostado en la ventana. Charlie también se había quedado dormido sobre mi hombro, el tiempo habia pasado y ya comenzaba a sentir calambres en el brazo, pero apesar de eso no lo moví y me quedé lo más quieta posible.

No me había dado cuenta de cuando llegamos a la estación. Al igual que charlie,me había quedado dormida recostada sobre él. Bill y Percy ya se encontraban bajando sus respectivas maletas.

—Apenas los iba a despertar, queria dejarlos dormir lo más posible, se veían muy lindos juntos—sentí mi cara enrojecer y moví a Charlie con cuidado

—Charlie, ya llegamos—en respuesta el chico abrazó mi cintura pegandome a él

—Cinco minutos más—le di un pequeño golpe en la frente sobresaltándolo

—No te pases de listo—me levanté y bajé mi maleta de la parte superior de la cabina

-Una vez más falló- le pasé la suya

-Acostúmbrate, a mi no me engañas

Al llegar, no se encontraba la familia completa como había esperado, sino que solamente Arthur, el padre de charlie se encontraba ahí, recibió a sus hijos con un fuerte abrazo y finalmente me abrazo a mi

—Es un gusto conocerte finalmente, Arthur Weasley

—Kristen Forest, pero puede llamarme Kris

—Oh no tienes que presentarte, se perfectamente quien eres.

—Charlie no paraba de hablar de ti- dijo Percy a su lado—ya estoy cansado de que los ultimos 11 años de mi vida...—Charlie le tapó la mano antes de que pudiera terminar y Bill le dio un leve codazo

—¿Y mamá?—Bill había cambiado rapidamente de tema

—Esta en la madriguera, todos tus hermanos querían venir pero les dije que no porque no cabríamos todos en el auto junto con las maletas. los hubieran visto, Fred y George no podían parar de llorar porque querían venir a recibirlos—con solo imaginarlos me hablando el corazón, me recordaban tanto a mis sobrinos—Bueno vámonos.

El coche, resulto ser un pequeño auto de color celeste, el señor weasley conducia con Bill de copiloto; Percy, Charlie y yo ibamos en la parte de atrás encimados con maletas en las piernas, todo el camino el señor Weasley fue hablando de lo que habían hecho mientras que sus hijos mayores no se enccontraban en casa, el trabajo que tuvo y las bromas de los gemelos. Por suerte, el camino pareció más corto de lo que era porque mis piernas no soportarían otro minuto sin caerse de los calambres.

La madriguera, era...como describirla...era la casa más inimaginable que haya existido nunca, por fuera era una casa con multiples pisos, un gran jardín y miles de plantas por fuera. Además de hogwarts, era la defición de una casa mágica. Apenas mirando la estructura podías addivinar que no era una casa común y corriente.

El señor Weasley estacionó el auto (o aterrizó, realmente no se que forma quedaría mejor en esta situación) afuera de la casa, donde ya se encontraban una mujer con una niña dormida en brazos, un niño a su lado y dos gemelos saltando de entusiasmo esperando el momento de abalanzarse al auto. Con solo una mirada, pude reconocer a cada uno de ellos por las detalladas descripciones que charlie me había hecho hasta hace pocas horas. La mujer ahí era su madre, Molly, abrazando a su hermana más pequeña (y única hermana) Ginny de apenas 6 años. Después se encontraban Ronald o Ron, un año mayor que Ginny. Y finalmente estaban los gemelos, Fred y George de 9 año, un par de diablitos que hacían bromas a toda persona a su alrededor

"Una vez, tomaron la máquina de cortar el cabello muggle que mi papá había llevado a la casa, lo siguiente que sucedio fue ver a Ginny  y Ron totalmente sin cabello" me había contado una vez Charlie.

Al momento de salir del auto, Fred y Geroge corrieron hasta Charlie y se colgaron de su cuello mientras que gritaban de felicidad, Charlie les respondió abrazándolos con fuerza y dando vueltas. Era una escena que jamás quiero borrar de mi memoria. Bill y Percy saludaron a su madre y a sus hermanos más pequeños. Molly no me dió tiempo de procesar donde estaba porque rápidamente me envolvió en un abrazo después de haberle dado a la pequeña Ginnny a su esposo.

—Kris, es muy agradable finalmente tenerte aquí. ¿Recibiste mi regalo de navidad?

—Claro señora Weasley, me encanto, muchisimas gracias—ella me respndió abranzandome una vez más

—Gracias a ti—me miró detenidamente y colocó un mechón de cabello detras de mi oreja—eres igualita a tu madre—sonrió con nostalgia

¿ella conoció a mi madre?

Antes de poder preguntar, los gemelos se acercaron a mi con curiosidad y despues miraron a Charlie —¿ella no es Kris?—al parecer toda la familia me conocía

—es la que Charlie le lloraba cada noche ¿no?—preguntó Fred

—ahhh siiii, era la novia de Charlie—le respondió George

—No es mi...

—Pero si tu siempre decias "un día me voy a casar con Kris"—Fred y George imitaban a su hermano mayor mientras este intentaba callarlos

—bueno ya—su madre rápidamente calmó la situación—deben ellos estar cansados así que dejenlos entrar a descansar— Los niños entraron detrás de su madre y Charlie se acercó a mi

—Lo siento por eso, creeme que no se de donde lo sacan, si hable de ti un par de veces pero les gusta exagerar

—no te preocupes—le sonreí sin poder ocultar mi felicidad—es tierno.