Ser amantes es excitante (omegaverse)

220 11 2
                                    

Yui, la novia de Moa, estaba en un viaje humanitario por África, por lo que Moa estaría sola por lo menos unos dos meses. Mientras ella estaba curando enfermos y alimentado niños desnutridos, nosotras aprovechábamos aquellos momentos para besarnos y hacer el amor. Mi novia aceptó la excusa de quedarme con ella como unas "mini vacaciones entre amigas".

Con Moa éramos amantes desde que Riho y yo llevábamos un año de relación. Nos gustábamos pero  el darnos cuenta tarde fue como probar el fruto prohibido. Los encuentros habían empezado durante los horarios de Yui en el hospital, eran sólo besos, mimos y caricias pero después fue escalando a más, ya no podíamos tener las manos quietas y la ropa había empezado a estorbar; y así fue todo durante 5 años aproximadamente. Sabíamos ser discretas, ocultar ropa olvidada y chupones, éramos como ninjas. 

-Dios bebé- Moa tenía sus dedos enredados en mi pelo mientras mi boca disfrutaba de su cuello y mis manos de su cuerpo.

-Todavia no puedo creer que Yui aún no te haya tocado de esta manera- dije contra su piel, disfrutando de aquél olor a chocolate que liberaba mientras mis manos acariciaban sus caderas.

-Es muy arraigada a mantener la virginidad hasta el matrimonio- tiró de mis cabellos para así mirarla y besarnos con lujuria, abría sus piernas para mí justo cuando su celular empezó a sonar.

Se lo alcancé y miré la pantalla: Yui.

-Tu novia- se lo puse en el pecho y me dediqué a observar su cuerpo desnudo.

-Hola cariño- me hizo señas y se dio la vuelta, dejando su culo a mi merced -¿Qué pasa?-

Me senté en sus piernas y me dediqué a besar su espada, siguiendo la línea de su columna y comencé a acariciar sus nalgas, metiendo mi erección entre ellas.

-¿Cómo estás mi amor?- me dio un manotazo y me miró en señal de advertencia -¿Qué tal las tareas humanitarias?- se quedó un rato en silencio -¿Ah si?, ¿Y sólo por ver a esos niños quieres tener hijos?- otra vez silencio -No lo sé amor, ni siquiera lo hemos hablado en profundidad y tampoco estoy segura de si quiero ser madre-

Comencé a frotarme en ella y, aprovechando su distracción, abrí sus piernas y me hundí en ella.

-Ay Dios- dijo sin pudor, soltando un gemido involuntario, se puso roja y sentí como se tensaba -Me golpeé el dedo gordo del pie con el escritorio, ya sabes lo torpe que soy- tiró el brazo hacia atrás y me clavó las uñas en la pierna mientras la embestía -Hablamos después bebé, me tengo que ir, ya sabes que tengo mucho trabajo- cortó la llamada y me miró con odio.

-¿Ahora sí?- la agarré por la cintura e hice que estuviera casi sentada.

-Te odio, casi se da cuenta- sus gemidos y expresiones me decían lo contrario -Agradece que soy buena mintiendo-

-Ajá- continué mi trabajo, dejando besos y lamidas por su espalda -Ojalá pudiera marcarte-

-Pero no puedes- soltó un potente jadeo cuando salí de ella y me acosté entre sus sábanas.

-Dejemos de hablar de ello y concentrémonos en mini Suzuka- sonreí y puse mis brazos en mi nuca -¿Qué atención vas a prodigarle?-

-Querría cortarlo como una salchicha- Moa negó con la cabeza y se cruzó de brazos.

-¿Y qué le diré a Riho cuando quiera tener sexo conmigo y no vea nada ahí?- le seguí el juego.

-Que por imbécil te lo rebanaron- se corrió su melena castaña y, sin decir nada más, se metió toda mi longitud a la boca.

-Mierda- tiré la cabeza hacia atrás y gruñí de placer -Moa, tu boquita sirve para más que hablar y gritar mi nombre- sentía su lengua recorrer de arriba abajo, sus labios cerrarse como una sanguijiela mientras me comía entera.

Moa siguió con su trabajo, sin quejarse o detenerse, sentía que me ponía más dura y mi nudo crecía.

-Moa voy a llegar- los gemidos y gruñidos llenaban la habitación.

Continuó succionando la punta como un bebé hasta que, con la fuerza de una explosión, eyaculé en su boca.

-Mierda- suspiré de placer y sentí mi miembro  flácido abandonar su boca mientras ella se limpiaba los labios con los dedos -Tu boca es una como una aspiradora Kikuchi-

-Aprendí algunas cosas viendo porno- sonrió satisfecha y la obligué a sentarse sobre mí.

-¿Alguna otra atención que quiera prodigarme esta sexy omega?- acaricié sus piernas y sonreí.

-¿Aún desea más Alfa?- me siguió el juego, comenzando a frotarse sobre mí y sintiendo mi miembro volver a ponerse duro.

-Dios, como me pones- llevé mis manos a su culo, dando una que otra palmada.

-Puedo hacer otras cosas además de un buen oral- se incorporó lo suficiente y, agarrando otra vez mi erección, dejó que fuera entrando en ella mientras se sentaba contra mi abdomen.

-¿Sabes montar?- sonreí y mordí mi labio inferior al ver sus senos rebotar ante cada sentón.

La resistencia física y su fuerza me sorprendieron, no sabía que fuera, en términos generales, una máquina sexual. Sin resistir mucho ante este nuevo movimiento, eyaculé dos veces dentro de ella, quedando agotada.

-Aún no terminé mi amor- dio cuatro sentones más y, junto a mi tercera eyaculación, llegó al orgasmo, bañando mi miembro con sus jugos.

-Eso no me lo esperaba- dije aparentemente agotada.

-Si supieras que otras cosas puedo hacer, pero eso lo dejaremos para otro encuentro- sonrió y besó mi pecho desnudo mientras se acostaba a mi lado.

Sexo, alcohol, drogas y Rock & RollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora