# Aquí exploramos el contenido descartado del ship Max x Bibi, dos personajes de Brawl Stars. A través de incorrect quotes, one-shots y líneas alternativas, nos sumergimos en escenarios y situaciones que nunca será parte de mis otras historias :v
Li...
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La tarde se desplegaba frente al majestuoso Viejo Oeste, bañando el terreno en una cálida iluminación dorada. Los Brawlers, unidos por la emoción y la adrenalina que les brindaba el combate, se habían congregado en ese lugar sagrado. Era una escena animada y bulliciosa, repleta de voces y risas que resonaban en el aire como campanadas alegres. Todos los Brawlers reunidos para darle la bienvenida a Max y Bea como las nuevas integrantes de Brawl Stars. Max, emocionada y llena de energía, lleva una gran sonrisa en su rostro mientras observa a sus compañeros.
En medio de aquel tumulto de energía, la recién llegada Max se encontraba enmarcada por una luz particular. Su rostro reflejaba una mezcla de emoción y nerviosismo mientras observaba a sus nuevos compañeros. Sus ojos, de un esmeralda vibrante ocultos por su casco, se deslizaban de un Brawler a otro, absolutamente sorprendida por la diversidad de personalidades y habilidades que compartían aquel espacio.
Mientras Bea interactúa con los demás, sus ojos errantes, sin embargo, se detuvieron en una figura femenina que emergía en el fondo. Una chica jovial y explosiva. Bibi. Su naturaleza efervescente y su apariencia inconfundible capturaron la atención de Max de inmediato, dejándola sin aliento. Las mejillas de Max adquirieron un rubor embriagador, como si el sol mismo se hubiera posado delicadamente sobre ellas.
Entonces, Bea, su queridísima prima, percibió la perturbación que había causado en Max. Con una mirada traviesa y una sonrisa coqueta, decidió intervenir en el momento, pellizcando su mejilla con dulzura. El contacto, aunque sutil, fue suficiente para aumentar la intensidad del rubor y llevar a Max al punto de ebullición, todo por llamar su atención.
— ¿Qué te pasa, Maximoff? Parece que te he dejado en las nubes.
— N-nada, Bea. Solo, eh, estaba un poco distraída. ¿Por qué me pellizcaste?.
— Oh, vamos. Estabas mirando a alguien en especial, ¿verdad? ¡Confiesa quién te ha dejado tan sonrojada!.
El sonrojo se derramó como una cascada carmesí en las mejillas de Max, revelando su turbación ante la situación incómoda. Atrapada en el momento, sus labios se deslizaron y confesaron inadvertidamente sus pensamientos, revelando la verdad de su admiración por Bibi.
— Es que... vi a una chica, y... es realmente bonita...
En ese instante de debilidad involuntaria, Max cubrió su boca con sus manos en un gesto de sorpresa y arrepentimiento. Los ojos de Bea se iluminaron con el gozo del descubrimiento, su risa resonando en el aire como campanillas melodiosas. La escena se transformó en un retrato de camaradería y complicidad, en el que los demás Brawlers estaban charlando entretenidos entre sí, perdiéndose de la situación tan humana y vulnerable de la superheroína de apoyo.
— ¡Oh, Maxie! No tienes por qué sentirte avergonzada. Es normal que encuentres a alguien atractivo. Además, seguro que a esa chica le encantará conocerte.
— Beatrice, por favor, no digas nada...– Imploró Max, retirando las manos tímidamente.
— ¡Claro que sí! ¿Por qué no te acercas y hablas con ella? Tal vez se convierta en una gran amiga o algo más.
— ¿Estás loca? No puedo simplemente ir y hablarle así como así.
— Bueno, solo te estoy animando. No tienes nada que perder. ¡Ve por ella!.
Max, sin embargo, se encontraba atrapada en un torbellino de emociones. Sus inseguridades comenzaron a despertar, dándoles voz en su mente. La duda se filtraba en cada pensamiento, infundiendo una fragilidad inquietante en sus acciones y decisiones. ¿Cómo podría acercarse a aquella chica de rasgos asiáticos sin parecer torpe o desesperada? ¿Y si no mostraba interés en ella? ¿Sería capaz de soportar el rechazo?.
Estas preguntas se entrelazaban en su mente, tejiendo una tela invisible de temores e incertidumbres. Se mordía el labio inferior, buscando respuestas en los pliegues arrugados de su propia inseguridad.
La corredora inspiró profundamente, permitiendo que las palabras de Bea se hundieran en lo más profundo de su ser. Abrazó la idea de que tenía algo valioso que aportar, que su genuina personalidad podría resonar con Bibi, y quizás, solo quizás, sería suficiente para cautivarla.
Pero a pesar de todas las dudas y temores, Max comprendió que no podía saber el resultado sin intentarlo. Las mejillas enrojecidas y las manos ligeramente temblorosas se convirtieron en testigos mudos de su lucha interna.
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702 palabras... ✎
♯ Para que conste... Aquí voy a tirar ideas al azar, las secuelas se fueron de vacaciones y son solo ideas revueltas en mi mente que acaban descartadas (osea un 90%).
Así que... Sean felices, porque las ediciones son un poco feas, pero hice lo que pude XD. Más adelante cambiaré la foto de portada del libro, por ahora, que se quede así.
