9.

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Jihyo en ese momento decidió ignorar el comentario de Tzuyu, por lo que se dio la vuelta, frustrada y triste por Chaeyoung, marcando el paso hacia lo que creía que era la salida de las alcantarillas.

—Dahyun necesita descansar —interrumpió Momo después de seguir a Jihyo durante treinta minutos—. Oye, ¿me estás escuchando?

—Te oigo —contestó la líder con tono decaído mientras observaba a Dahyun sobándose el muslo con dolor.

Aunque Dahyun intentó minimizar la situación, sus lágrimas revelaban otra historia. Sentía un dolor agudo, como si una quemadura de cigarrillo escociera constantemente en su piel. Intentó apoyarse en la pared de ladrillos, pero no podía permitir que su muslo descansara sobre un lugar contaminado.

—Realmente fue un buen disparo —bromeó Dahyun, pero nadie se rió—. Estuvo bien. No ha sangrado desde que el médico me trató.

—¿Qué médico? —se preguntó Nayeon—. Esperen, aún no nos han contado qué sucedió afuera mientras nos tenían como rehenes.

La líder no quería revelar lo que había vivido, pero sabía que ocultarles cosas a sus amigas solo causaría más divisiones en el grupo. Por lo tanto, no le quedó más opción que explicarles lo sucedido.

—Daniel era el líder de los errantes.

—¿Quién? —dijeron todas al unísono.

—Kang Daniel, mi ex —con esas palabras hizo que las chicas recordaran todo.

La relación de Jihyo y Daniel siempre fue muy discreta. Cuando todo ocurrió, a los fanáticos de ambos artistas no les importaba si estaban juntos o no; estaban más sorprendidos por el lujoso Mercedes que Jihyo tenía en ese entonces, el mismo automóvil que los acosadores de Dispatch fotografiaron cuando iba a ver a Daniel.

Fue impactante para las chicas escuchar todo lo que ese hombre le hizo a Jihyo la noche anterior: abusos, manoseos y torturas mentales mientras ella trataba de idear un plan para liberarse de esa situación.

—Dispararon a Dahyun para que les abriera paso prometiéndole que la sanarían, pero ella fingió estar inconsciente y mató al médico.

—No es algo de lo que me enorgullezca —añadió Dahyun a la historia de Jihyo—. Luego caí por la ventana e incendié la cerca. Creo que el resto ya lo sabe.

—¿Mataste a alguien? —le preguntó Somi, y Dahyun solo hizo una mueca de desagrado—. Dios mío... ¿estás bien?

—Oh, por supuesto que sí. Todas estamos bien. Llevamos más de un mes viviendo como ratas, saqueando y comiendo cualquier cosa que encontramos, incluso cuando supuestamente estábamos en un lugar seguro. Luchamos para no ser devoradas por esas cosas y para evitar ser asesinadas por otras personas. Ahora tuve que aplastarle la cabeza a un hombre desarmado y ver cómo mi amiga desangraba sin poder hacer nada al respecto. Ahora estamos en las alcantarillas, me duele el muslo como el diablo y cada segundo que pasamos aquí aumenta las posibilidades de que mi herida se infecte. ¡OBVIAMENTE, NADA ESTÁ BIEN!

El grito de Dahyun resonó en los pasajes subterráneos, su frustración la llevó al límite y salió de su boca sin control. Las demás chicas la observaron con preocupación, pero ninguna se atrevió a decir nada, porque cada una de ellas sentía exactamente lo mismo.

—Vamos a ir a un lugar mejor —consoló Sana, tomando a Dahyun del hombro—. En serio, encontraremos un lugar perfecto para quedarnos, y esta vez será por mucho más tiempo.

—Mi lugar perfecto era estar al lado de Chaeyoung, y ella ya no está —continuó Mina, quien habló por primera vez en todo el día—. Estaba tan enojada por lo que me dijo que ni siquiera pensaba que podría morir en cualquier momento. Me siento asquerosa, y les juro que no me arrojaré a esa agua sucia porque todavía les quedan balas en sus armas. Solo espero el momento para...

Zombiefication (Sahyo AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora