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La ciudad de Chuncheon presentaba un panorama desolador. Cuando las chicas alcanzaron una altura considerable en el teleférico, se dieron cuenta del sufrimiento que habían experimentado las personas. Desde ese punto, divisaron enormes barricadas hechas con cadáveres de zombies apilados en estacas, rejas puntiagudas y coronados con alambres de púas.

Afortunadamente, la zona que habían asegurado resultaba inaccesible para los caminantes. Se trataba de un territorio previamente amurallado que solía ser utilizado por los militares para entrenamientos y prácticas de defensa. Esta fortaleza les brindó protección cuando los zombies intentaron alcanzar a las personas aterrorizadas que buscaban refugio en el lugar.

El área designada como refugio era lo suficientemente amplia como para albergar a quinientas personas sin problemas. Los edificios se encontraban cerca de los muros, mientras que las casas se ubicaban cerca de la costa y el río. Sana observó la organización del lugar y luego se volvió hacia Jihyo.

—¿Qué opinas? —preguntó.

—Se ve mejor que Gangnam —respondió la líder, apoyándose en la pared del teleférico.

—¿Nos contarás qué te dijo el sargento? —preguntó Momo. Jihyo dudó por un segundo, pero finalmente decidió compartir la información.

—Quieren que estemos en servicio. Es la única forma en la que podremos conservar nuestras armas.

—¿Y qué implica estar en servicio...? —inquirió Momo.

—No lo sé, Momo. Quiere que leamos un documento y, si estamos de acuerdo, lo firmemos. No entiendo por qué se esfuerza tanto en hacerlo tan formal, como si las leyes aún funcionaran —comentó Jihyo con cierta resignación.

Después de descender de la montaña al finalizar el viaje en teleférico, las chicas fueron escoltadas hasta una de las casas, atrayendo las miradas de personas que no parecían muy amigables. Se preguntaban quiénes eran, ya que a esa distancia era difícil distinguirlos, pero el sargento Lee las llevó rápidamente hacia la entrada de la casa, donde supuestamente podrían quedarse.

—Deben comprender a estas personas. No han pasado por momentos fáciles, al igual que ustedes. La llegada de nuevos sobrevivientes no es bien vista en la comunidad, pero tendrán que acostumbrarse. Nuevas personas significan más manos para ayudar en la reconstrucción —explicó el sargento, abriendo la puerta—. Adelante, por favor. Sé que el espacio es limitado, pero es lo mejor que podemos ofrecer. Contamos con agua del río, gas y electricidad, aunque hay cortes de energía por las noches hasta el mediodía, al igual que el suministro de gas. Tengan eso en cuenta.

—Cualquier cosa, por mínima que sea, tiene un gran valor para nosotras. Les agradecemos mucho —habló Jihyo en nombre de todas—. Me gustaría discutir acerca de las condiciones para quedarnos con nuestras armas.

—Por supuesto —el sargento recibió de uno de los soldados un par de hojas que entregó personalmente a Jihyo junto con un bolígrafo—. Si tienen alguna duda, nos encontrarán en los puestos de vigilancia. pónganse que se cómodas.

(...)

—El contrato de servicio en situación de postapocalipsis, los firmantes se ven atenidos a cumplir con turnos de vigilancia, misiones de reconocimiento, y reaprovisionamiento, en caso de no poseer las habilidades necesarias para desempeñar un buen trabajo, se les será instruidas en lo mas puntual, manejo de armas de fuego, defensa personal, estrategias de guerrilla, puesto que no solo los caminantes han representado un peligro en la comunidad de Chuncheon, los firmantes deben comprometerse a enfrentar, ya sea directa o indirectamente a los grupos de errantes que constantemente tratan de saquear...el refugio—

Zombiefication (Sahyo AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora