Zombiefication (Sahyo AU)

13.

Han pasado tres meses sin incidentes con caminantes o errantes. Ocasionalmente, más sobrevivientes llegaban a Chuncheon, convirtiéndolo en un lugar menos desagradable. Poco a poco, una comunidad lo suficientemente grande como para combatir y limpiar la ciudad hasta hacerla segura parecía estar estableciéndose.

Las chicas estaban a mitad de su entrenamiento en la milicia y les iba bien. Su disciplina como idols les ayudaba a adaptarse a situaciones que requerían meticulosidad y constancia. Aunque el clima seguía siendo deprimente, tenían una pizca de optimismo de que todo mejoraría aún más pronto.

Jisoo fue nombrada comandante de las chicas y, a pesar de ser amigas, también era muy estricta e injusta con los entrenamientos y las tareas que les encomendaba. En varias ocasiones, la miembro de Blackpink era rechazada cuando intentaba entablar conversaciones más amistosas.

Ese día, en el bosque bajo las montañas, Jihyo vestía ropa militar y llevaba consigo la pistola que tanto anhelaba, la única razón por la que había involucrado a sus amigas en esto. En su mirada se reflejaba la incertidumbre al notar movimiento entre los árboles.

Jeongyeon seguía a Jihyo, cargando una pesada mochila manchada de sangre. A su lado, Nayeon llevaba otro bolso igual de pesado y molesto. Las tres chicas parecían estar regresando de la ciudad con provisiones, pero seguramente tuvieron que superar muchos obstáculos antes de llegar al bosque que conducía al refugio.

—¿Es por aquí? —preguntó Nayeon—¿Por qué no llamas a Jisoo por radio?

—Eso implicaría exponer nuestras frecuencias —contestó Jihyo, avanzando con cautela hacia el sonido de los árboles y encontrando a un caminante empalado en una trampa, retorciéndose y tratando de alcanzarla—. Estamos cerca. Llevamos tiempo cruzando este tramo y sigues perdiéndote. Por eso me pidieron que te trajera esta vez.

Jihyo aplastó la cabeza del infectado para asegurarse de que no fuera un problema en el futuro. Había tenido varios sustos al creer que un caminante atrapado no representaba una amenaza. Su llegada al refugio fue anticipada por una llamada a través de la radio que llevaba en el bolsillo.

—Aquí Jisoo. ¿Dónde demonios están? Deberían haber llegado hace horas —la voz de Jisoo sonaba impaciente a través del dispositivo de radio.

Jihyo se adelantó y respondió, tratando de mantener la calma—Estamos a pocos metros de la muralla del refugio, pero encontramos algunos obstáculos en el camino.

Hubo un momento de silencio antes de que Jisoo respondiera—Está bien, apresúrense y no se detengan. Necesitamos esos suministros lo antes posible. Mantengan la guardia en alto y asegúrense de que el camino esté despejado.

Jihyo asintió, aunque sabía que Jisoo no podía verla—Entendido, nos apresuraremos. Nos vemos en el refugio.

Después de guardar la radio nuevamente en su bolsillo, Jihyo se acercó a Jeongyeon y Nayeon—Nos están esperando.

Las tres chicas continuaron avanzando con cautela, tratando de evitar cualquier confrontación con caminantes o errantes en su camino hacia el refugio. La tensión estaba presente en el aire.

Finalmente, llegaron a la muralla del refugio, donde los demás miembros de la comunidad las esperaban. Jisoo, con expresión seria, las observaba mientras se acercaban.

—Han tardado mucho —dijo Jisoo con tono reprobatorio—. Espero que al menos hayan traído lo que necesitábamos.

Jeongyeon y Nayeon soltaron las pesadas mochilas y las abrieron, revelando una variedad de suministros esenciales. Comida enlatada, medicinas y otros elementos necesarios para la supervivencia estaban cuidadosamente empaquetados en el interior.