Capítulo 110

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"Ji Yao," Yan Shuang sacudió la cabeza suavemente. "Estás enfermo."

No había rastro de malicia en sus palabras. Más que burla, su expresión era de incredulidad. Repitió en voz baja: "Ji Yao, estás enfermo."

El rostro de Ji Yao estaba impasible. "¿Por qué?"

Yan Shuang resopló. "Yo no enseño a tontos."

"Un ataque personal injustificado, ¿esa es tu respuesta?"

"¿Me estás hablando de ataques personales?" Yan Shuang de nuevo parecía exasperado. "¿Quién ha venido a mi edificio de apartamentos de madrugada para llamarme sucio?"

Ji Yao guardó silencio por un momento. Sus ojos brillaron sombríos. "No quiero hablar contigo de esto."

"Casualmente, yo tampoco quiero hablar contigo. Sobre nada."

Yan Shuang se dio la vuelta y se alejó. A los dos pasos, se giró hacia atrás para mirar con rabia a la persona que estaba detrás de él. "¿Por qué me sigues?"

La figura de Ji Yao era alta y delgada. El traje oscuro que llevaba sólo acentuaba su nobleza. Era una combinación mortal con sus apuestos rasgos. Su expresión era indiferente, sus cejas ligeramente fruncidas. Sus finos labios estaban fruncidos. No respondió a la pregunta de Yan Shuang, pero parecía decidido a seguirle como fuera.

Yan Shuang continuó golpeando con fuerza. "¿No dijiste que yo era asqueroso? ¿Por qué quieres seguirme entonces? ¿No tienes miedo de ser contaminado?"

Ji Yao habló: "Todavía hay distancia entre nosotros."

Yan Shuang: "......"

Pura mierda.

Ha descubierto que cada uno de los cinco gongs escoria estaban fuera en sus propios pequeños mundos donde la lógica no se aplicaba. La gente corriente nunca podría cambiar de opinión en su propio terreno.

Yan Shuang le hizo un gesto indiferente a Ji Yao. "¿Quieres provocarme para que te persiga? De ninguna manera."

"Estás pensando demasiado las cosas."

"Heh, enfermo."

Yan Shuang se volvió para seguir caminando hacia la puerta lateral del orfanato.

Ji Yao también siguió el paso.

Efectivamente, Yan Shuang le ha estado mintiendo. Su apariencia actual y la de antes eran simplemente como dos personas distintas.

¿Cómo podía actuar con tanta justificación después de mentir tanto?

Ji Yao caminaba lentamente, mirando fijamente la espalda de Yan Shuang. De repente dijo: "¿De quién es esa bolsa?"

Yan Shuang se sobresaltó por su repentina y fría interjección. Tiró deliberadamente de la correa del bolso, ignorándole.

"¿De quién es ese bolso?"

La voz inquisitiva persistía, preguntando una vez cada dos pasos. Parecía que seguiría preguntando mientras Yan Shuang no respondiera.

Yan Shuang finalmente se detuvo en seco y dio media vuelta. "¿Qué te importa?"

Ji Yao se detuvo a medio metro de él, con el rostro desencajado. "¿De quién es esa bolsa?"

"¿A ti qué te importa?"

"¿De quién es?"

"¿Y a ti qué te importa?"

Repetían las mismas palabras. La expresión de Ji Yao era siempre tranquila, su tono uniforme, pero la voz de Yan Shuang era cada vez más fuerte. Al final, tuvo suficiente y gritó:

No Puedo Ser Este ProtagonistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora