Capítulo 122

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Se podía oír caer un alfiler a la entrada del ascensor. Casi todos los presentes aún no habían reaccionado. Yan Shuang se dio la vuelta con calma, esquivó al asistente congelado y a Sheng Guangming y llamó al ascensor.

No fue hasta que se cerraron las puertas y se encendió la luz de descenso cuando Sheng Guangming se sobresaltó. Miró a Qin Yubai. Toda la rabia que había sentido durante el trayecto había sido sustituida por una leve tristeza.

La persona que tenía delante parecía tan lamentable.

Una cualidad que no podía cambiar por muy rico que fuera.

Sheng Guangming apartó la mirada. De repente, perdió el interés en hacer entrar en razón a ese tipo. No tenía sentido molestarse con gente como él.

Sheng Guangming no quería quedarse aquí ni un segundo más, así que se dirigió a la escalera en lugar de esperar al ascensor.

El asistente: Wow chicos. Han dejado a un trabajador como yo solo con mi jefe cuyo orgullo acaba de ser borrado de la órbita jajajaja carajo.

El ascensor bajó rápidamente. Cuando llegó al piso trece, la luz del piso doce se encendió de repente en el panel. Yan Shuang lo comprendió de un vistazo.

En el segundo en que los ojos de Yan Shuang se movieron del panel a las puertas, éstas se abrieron.

Un rostro familiarmente apuesto apareció a la vista.

Yan Shuang no pareció sorprendido. Para ser más exactos, su rostro no mostraba expresión alguna. Se limitó a mirar en silencio a la persona que estaba fuera del ascensor.

La ropa de Ji Yao seguía siendo tan meticulosa como siempre, aunque su rostro estaba ligeramente sonrojado. Al mismo tiempo, un poco de sudor resbalaba silenciosamente por sus oscuras patillas, deslizándose lentamente por el contorno de sus mejillas bien definidas.

Huh. No está mal, eres bastante rápido.

Yan Shuang retiró la mirada con indiferencia y alcanzó el botón de cierre. Ji Yao entró en el ascensor.

El ascensor era bastante espacioso, pero Ji Yao forzó activamente a Yan Shuang contra una pared.

"¿Qué estás haciendo?" Yan Shuang no se movió. Sujetó el pasamanos con cautela.

"¿Qué quieres decir con que te recordaste?"

La voz de Ji Yao era ligeramente ronca, exponiendo el hecho de que había corrido hasta aquí.

"Esto es entre él y yo. No te concierne."

La respuesta de Yan Shuang fue sorprendentemente fría.

Las últimas veces que se habían encontrado, siempre había un violento choque de emociones. Sin embargo, Yan Shuang parecía estar cansado. La fatiga sincera se reflejaba en sus facciones.

Ji Yao podía soportar discutir con Yan Shuang, aunque ambos acabaran peor. Lo único que no podía soportar era que Yan Shuang dijera algo que 'no le concernía' como ahora. Como si él no fuera parte de esta retorcida y confusa relación.

"¿No me concierne?" Ji Yao repitió lentamente, palabra por palabra.

"Sí". Yan Shuang dijo con calma: "Tú me odias y yo te odio. En ese caso, ninguno de mis asuntos te concierne."

Un fuego parecía encenderse en esos ojos fríos. "Sí que te odio."

La cara de Yan Shuang mostró una expresión apropiadamente herida, pero su boca aún respondió enérgicamente: "Eso es genial."

Con eso, empujó a Ji Yao. Sin embargo, en el momento en que sus manos tocaron el pecho de la persona que tenía delante, cerró la distancia.

Yan Shuang, que ya estaba contra la pared, quedó completamente arrinconado.

No Puedo Ser Este ProtagonistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora