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Desperté con un tremendo dolor de cabeza, no quería levantarme pero estaba tan sedienta que no tuve más remedio que levantarme e ir por una botella de agua, cuando llegue a la cocina me fui directo a la nevera por una botella de agua, estaba tan metida en mis pensamientos que ni siquiera note que Jimin no estaba en el departamento, se había marchado, pero, ¿a donde?, si no trabaja fines de semana, el nunca hacia esto, cada vez que estábamos juntos era yo la que se despertaba antes y preparaba el desayuno antiresaca como el le llamaba, no le di más vueltas a mis pensamientos así que solo fui directo a donde sabia que había dejado mi bolso la noche anterior para sacar mi teléfono celular y en cuanto lo tuve en mis manos lo desbloquee y vi el montón de mensaje que tenia de las chicas, y en chat grupal, no solo el chat grupal de las chicas sino también en el familiar, no tenia ganas de contestar tantos mensajes así que solo fue directo al chat al que quería enviar el texto y escribí.

"¿DONDE ESTAS?"

Deje el móvil en la mesita enfrente de mi, tome el control del televisor y lo encendi, empecé a cambiar los canales hasta que encontré algo que se veía interesante, deje el canal y volví a tomar mi móvil abrí el chat y vi que había visto mi mensaje pero no había contestado, eso me fastidio un poco, así que enviaría otro y me iría a vestir para irme a mi departamento, apenas empezaba a teclear cuando escuché la puerta de la entrada abrirse, voltee y ahí estaba Jimin con unas bolsas en lás manos, vi que se le estaba dificultando cerrar la puerta así que rápidamente me acerque a ayudarle, tome las bolsas de sus manos y el cerro la puerta, puse las bolsas en la encimera de la cocina y me di la vuelta para preguntarle a donde había ido, pero en cuando me di la vuelta el estampó sus labios en los míos.

—¿dormiste bien? —pregunto.

—Dormi bien, pero fue un fastidio despertar sola. —respondí con molestia.

—Lo siento, tenía hambre así que salí a comprar algo de comer, crei que despertarías tan tarde como siempre.

—Esta bien, te perdono, solo por que trajiste comida... Pero más tarde tendrás que compensarme. —Dije esta vez con un deje pícaro.

—Lo que tu digas mi amor. —Susurro dejando un corto beso en mis labios.

Me sorprendió la forma en la que dijo aquello y el debió darse cuanta porque rápidamente se dio la vuelta, tomó las bolsas que había traído y se fue a la sala para sacar la comida y acomodarla en la mesita del centro, me hizo una señal con su mano para que me acercara a comer, me senté a su lado, me dio los palillos y comenzamos a comer en silencio, estaba apunto de cortar con ese silencio cuando el lo hizo primero.

—Lo siento, se que nunca usamos ese tipo de apodos el uno con el otro, se que fue incomodo para ti. —el dijo, viendo siempre al televisor, en ningún momento volteo a mirarme así qsupuse que estaba avergonzado y no quería verme a la cara.

—Esta bien.

—Podemos usarlos si así gustas "Cariño". —dije de forma burlona para animar el ambiente. —Ambos sabemos que esto no quiere decir nada, solo somos amigos que follan y la pasan bien, no hay más que eso y nada cambiará solo por usar apodos cariñosos. —dije con tono burlón y despreocupado.

El se limito a verme y lo note en su mirada, estaba ofendido y quizá también un poco dolido, pero ¿porque? Yo solo estaba intentando sonar despreocupada para no avergonzarlo.

—Tal vez deberíamos dejar de hacer esto. —el dijo.

—Que cosa. —Pregunte curiosa.

—Follar. —dijo seco.

No conteste, me limite a seguir comiendo, no entendía porque se comportaba así, eso nunca fue un problema para el, hasta hoy.

—¿porque? ¿Acaso ya no te gusta? ¿No te gusto?. —Pregunte mirándolo a los ojos.

—Al contrario. —el contesto. —Es porque me esta gustando demasiado, tu me gustas demasiado, y no quiero perder nuestra amistad solo por el hecho de que me encariñe, y se que tu me dejaste las cosas muy claras, ambos estuvimos de acuerdo cuando esto comenzó, pero, aunque no lo parezca tengo sentimientos, y no quiero solo follar y pasar un buen rato, supongo que quiero algo más, pero también se que tu no estas dispuesta a darme lo que yo pido Anne, no soy estúpido se que no te gusto así. —el dijo todo eso con un tono ya serio.

—¿así?. —Pregunte y empezaba a preocuparme por como el decía las cosas.

—Así, como yo... te quiero. —Dijo volteando a verme a los ojos.

—Talvez sea momento de irme. —dije mientras me levantaba y tomaba mi móvil y mi bolso.

—Anne no puedes irte así. Necesitamos hablar. —Dijo

Pero no lo deje terminar de hablar porque sali de ahí a toda prisa solo buscando mi ropa para ponérmela, estaba nerviosa y descolocada por todo lo que habíamos hablado, bueno el hablo, nunca pensé gustarle de esa manera, el no es de esos chicos que se enamora, el me lo dejo claro, cuando lo conocí tenía fama de BadBoy, terminé de cambiarme, estaba lista para despedirme pero cuando salí el ya no estaba.

—Joder.  —dije frustrada, le llame pero me di cuenta que su móvil estaba en la encimera así que solo salí de ahí, pero como soy tan estúpida deje mi bolso en la encimera cuando me acerque a ver el móvil de Jimin, y para mi mala suerte ahí tenia las llaves de mi departamento, no me quedo de otra que sentarme en la entrada de su departamento y esperar a que regresara, por suerte tenía mi móvil así que me dispuse a contestar mensajes.

Eran las 6:00 PM y sabia que Jimin regresaría en cualquier momento así que no me molesto tanto el ver que solo me quedaba 3% de batería en el móvil, solo tenia que dejar de usarlo y resistiría un poco de más tiempo, estaba totalmente aburrida cuando vi al vecino del departamento de enfrente de Jimin, ese chico era muy apuesto y amable me lo había encontrado varias veces cuando había sacado la basura siempre estaba solo y era buen vecino con Jimin así que me arme de valor y fui a pedirle que me dejaba cargar mi móvil en su departamento y con su cargador, no tenia que entrar solo darle mi Móvil y que se encargará de cargarlo solo un poco, lo suficiente para poder usarlo un rato más, me acerque a su puerta por donde acababa de entrar y di un par de toques, y espere a que abriera, escuche pasos así que supuse que se acercaba a abrirme y o mierda, no era el quien me abrió la puerta.

—¡JODER!.

SavageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora