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—¿Estas bien?. —Pregunto Lucia del otro lado de la puerta.

—Estoy bien, debió caerme mal la comida solamente. —Le conteste tirando de la palanca del retrete para que se fuera el agua.

—¿Te sientes bien para seguir con el proyecto? Si quieres ir a descansar yo lo termino.

—Estoy bien Lucí solo necesito un poco de agua.

—Vamos entonces.

Caminaba detrás de Lucía aun con el estómago revuelto, nos dirigíamos a su oficina para terminar el dichoso proyecto de una vez por todas, ya llevábamos invertida toda la semana en el y mañana era la presentación, bueno ella lo presentaría.

—Aun no sabes nada de Jimin. —Pregunto dejando una botella de agua frente a mi.

Negué con la cabeza.

—No contesta mis llamadas, pero esta es la segunda semana, estoy segura que en estos días está de vuelta, pensaba en ir a esperarlo en su departamento.

—¿Y que pasa con Taehyung y el otro chico? —Pregunto Lucía viéndome fijamente.

—No se... intento no pensar en ellos.

—Bueno si me preguntas a mi, si estuviera en tu lugar le daría una oportunidad a Taehyung, es guapo, atractivo, rico, y a como lo contaste es bueno en la cama. —Dijo coqueta.

—Si quieres puedes darle la oportunidad tu. —Conteste pechizcando su brazo. —Ademas Jimin es exactamente lo mismo.

—¿Y el otro chico?

—No lo se. —Conteste sería. —Terminemos esto, quiero irme a casa a dormir.

—Bien. —Dijo Lucía dando por terminada la charla y acercándose ayudarme a terminar lo que hacia.

Cuando terminamos todo el trabajo me despedí de Lucía ya era de noche y no se si tenia más sueño o más hambre, así que había decidido que pasaría a un restaurante antes de llegar a casa, cenaria y llegando a casa solo iría directo a la cama.

No muy lejos del trabajo había un estaurante así que fui andando, ya estaba oscureciendo así que apresure el paso, tenía tanta hambre que empezaba a sentirme mareada, eran esos momentos los que me hacían desear tener un auto o mínimo una bicicleta para no tener que ir andando o en bus a todos lados.

Llegue a casa dos horas después contenta porque había tenido una cena deliciosa, ya solo me ducharia y me iría a la cama, no me había sentido muy bien últimamente pero suponía que eran las desveladas de los días anteriores, cuando baje del bus en la estación que quedaba a una esquina de mi departamento pude ver a una camioneta negra estacionada en la acera de enfrente y dos hombres recargados en la misma, no reconocía el auto así que no me tome importancia y seguí el camino hacia la entrada, pero cuando iba abrir mi puerta alguien me llamó.

—Que tal Anne. —Al escuchar eso me gire para ver quien saludaba, vi a unos de los tipos, el más alto se acercaba a mi.

—¿Le puedo ayudar en algo?. —Pregunte seria.

—Si, eso espero. —Dijo el tipo sacando una cajetilla de cigarros de su chaqueta. —Llama a Jeon.

Eso me tomo por sorpresa y las nauseas volvieron.

—No se de quien me habla. —Dije con firmeza.

—Sabemos que eres su chica, te hemos seguido hace días linda, solo llama a Jeon y no pasará nada. —Volvió a pedir el hombre esta vez con su tono de voz un poco más alto.

—Escucha, no soy la chica de Jungkook, no me interesa lo que sea que los relacione, llámalo tu. —Fui yo la que subió la voz esta vez.
Irritada y con mucho sueño estaba dispuesta a dejar a esos tipos ahí, avance los pasos que me faltaban para poder abrir la puerta, y cuando iba a digitar el código, el tipo me volteo del brazo, me tomo de la quijada y estrelló mi cabeza en la pared.

SavageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora