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Estaba tumbada sobre la cama viendo al techo, creando escenarios ficticios de esos que uno imagina antes de dormir para escapar de la terrible realidad, porque por más que lo había intentado, no conseguía dormir, pensaba en todo lo que había pasado unas horas antes y quizá también unas semanas atrás, todo me parecía lejano, como un espejismo, seguía con el malestar en el estómago desde la noche anterior y el nudo en la garganta, pero eso me ganaba por hacerme falsas ilusiones donde no había nada, tonta, ahora solo me quedaba recuperarme y salir adelante sola, por mi, y por el niño, aunque cuando recordaba las palabras de Jungkook sentía que me apuñalaban en el pecho o me sacaban las entrañas, y estoy segura que eso dolería menos, y, vaya que el dolor se sentía real, incluso empezaba a sentir que el aire me faltaba, pero no queria derrumbarme no podía por que sí me permitía llorar o sentir un poquito todo se me iría cuesta abajo y no había tiempo para eso, me había ideado un plan y lo pensaba seguir al pie de la letra, lo primero era que no lloraría más por esos cabrones, no porque no me doliera, si no más bien porque primero no lo merecían y segundo no tenía tiempo, necesitaba empezar a reorganizar mi vida, había hecho un desastre con ella y estaba tan acostumbrada a eso que ni siquiera lo había notado hasta el momento, lastimosamente no tenía más tiempo para llorar, para vengarme, o sentimentalismos, tenía menos de cuatro meses para solucionar todo y el tiempo se me venía encima.

1. No llorar.
2. Buscar trabajo.
3. Buscar departamento.
4. Ahorrar.
5. Largarme.

No quería encender el móvil porque en cuanto lo hacía un sin fin de llamadas entraban, pero tenía que enviar un mensaje.

Jungkook era el más insistente.

(...)

Había quedado con las chicas para hablar, con excepción de Cloe, aunque me sentía horrible por excluirla era lo mejor, ella tenía una debilidad por su novio y con un par de besitos terminaría contándole todo y Yoongi de seguro le diría a Taehyung y él era un problema con el que no quería lidiar ahora, habia escogído una cafetería que estaba ahí aún lado del hotel donde había dormido la noche anterior, y dormiria las siguientes dos noches, había pedido a Helena que pasara por la casa de Taehyung para traerme algunas cosas, entre ellas el dinero que tenia ahorrado y lo guardaba en una de mis chamarras, la pobre tuvo que espiar escondida hasta que Taehyung se marchase de la casa para poder entrar, mi hermana era una santa.

—Te puedes divorciar y demandarlo por pensión, estas embarazada algo deben darte, tal vez hasta la mitad de todo. —Fue lo primero que dijo Lucía después de que termine de contarles lo sucedido.

—No digas tonterías Lucía. —Replico Lenna. —el niño no es de Taehyung, y el matrimonio duró poco tiempo, mejor demanda a Jimin, él es el padre, tiene que hacerce cargo de ti, por lo menos hasta que nazca el niño y después lo demandas por pensión alimenticia.

—Tu no sabes si el niño es de Jimin, además si fuera el caso que ambos, tanto Jimin como Jungkook deberían hacerse cargo hasta que el niño nazca.

—¡Ya basta niñas!, dejen de pelear, no discutamos ahorita necesitamos soluciones reales. —Las regaño Helena.

—No demandare a nadie, no quiero nada de ellos. —Les dije con voz neutra, cansada de la situación.

—Esto es lo que haremos Anne, te quedaras unos días más en el hotel, por lo menos hasta que los chicos dejen de ir a nuestras casas, estos días que tu estés aquí, yo me moveré y sacaré tus papeles de casa de Taehyung, debió cambiarlos de lugar, seguramente para que no los encontraras si ibas a buscarlos mientras el no está en casa, así obligandote a hablar con el, pero somos más listas, yo los buscaré y traeré lo necesario, rentamos un departamento en el otro extremo de la ciudad, no tendrás que volver a verlos, te lo prometo.—Prometió Helena muy segura de lo que decía.

SavageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora